Itachi estaba caminando por el distrito Uchiha mientras llevaba una sonrisa en el rostro.
Su humor había mejorado mucho en comparación cuando salió de su casa.
Sabía que su padre no se encontraba contento, incluso pudo notar la ira en sus ojos cuando miraba a su madre y eso le preocupó, no quería dejarla sola en esta situación, peor la orden del líder Uchiha dejó sin opciones al pequeño niño.
Por ello, lo primero que hizo al salir fue correr raídamente hacia la dirección de la única persona en quien podia confiar actualmente.
Si él venía, quizás podia ayudar a su madre.
La confianza que el niño tenía por Yuuma era algo que fue calándose lentamente en su mente durante todo este tiempo que estuvieron en contacto.
Todas las reuniones y conversaciones habían acelerado el proceso de pensamiento en la mente del joven Uchiha, dándole un panorama más amplio de las cosas
Al mismo tiempo, las bromas, la consideración, el compromiso y la dedicación que el dueño de la tienda le daba tanto a él como a su madre, hicieron que Itachi comience a sustituir, la imagen fría y distante de su padre con la del tendero.
No era que el niño ya se había olvidado de Fugaku completamente, ya que eso era algo muy difícil de lograr y no era el motivo de nuestro protagonista.
Pero lo que si se podia decir era que el niño Uchiha ahora tenía mucho más apego a Yuuma que a su padre.
Todo el esfuerzo que había hecho el maldito bastardo afortunado había comenzado a dar frutos.
Y esto no era solamente para tener al niño de su lado, sino también para ganar varios puntos con Mikoto, quien no podia dejar de sonreír alegremente cuando veía la interacción entre Yuuma e Itachi.
Como dicen el dicho, para ganarte a la vaca hay que ganarse al ternero también.
Volviendo al tema, Itachi emprendió la carrera para poder llegar a la tienda de conveniencia. Sin embargo, ni bien empezó a correr, se chocó contra un adulto que apareció de la nada, haciendo tambalear al niño.
"¡Lo siento mucho, pero tengo prisa!"
El hijo de Mikoto se sorprendió inicialmente, pero se recompuso rápidamente ya que no podía perder mucho tiempo.
Justo cuando estuvo por correr nuevamente, una mano se posó en su hombro y lo detuvo, haciéndolo girar con molestia en la cara, la cual cambió rápidamente a sorpresa y luego a alegría.
"Hey mocoso, ten cuidado por donde vas corriendo, te puedes chocar contra un poste y lastimarte, luego tu madre se preocupará por tus travesuras"
El sujeto a quien Itachi quería buscar apareció como por arte de magia, haciendo que el estado preocupado del pequeño se esfumara completamente.
"¡Yuuma-san!"
Gritó en niño mientras abrazaba al sujeto, haciendo que este tipo solo sonriera ante la muestra de afecto infantil que Itachi le estaba dando.
"Bien Itachi, ahora dime ¿por qué estabas corriendo con tanta prisa?" – Yuuma le preguntó al niño mientras le daba palmadas en la cabeza.
"¡Vamos, rápido! ¡tienes que venir conmigo a mi casa! Mi mamá… mi mamá necesita de ayuda debido a mi padre"
El niño comenzó a jalar de la mano de nuestro protagonista mientras su voz se iba apagando y haciendo más lenta.
No era fácil para alguien decir que temía por la seguridad de una madre debido a que esta se encontraba discutiendo con su propio esposo, menos para un niño de cinco años, por muy inteligente que seas, por lo que el joven Uchiha se sentía mal en estos momentos.
Yuuma solo vio al Itachi mientras le puso la mano en la cabeza, clamando parte de las inseguridades que se estaban anidando en su mente.
Sabía que la carga emocional podría no afectarlo conscientemente, pero su pequeño cuerpo sí que sufría todo el estrés producido por la situación.
"Cálmate Itachi, se sobre la discusión de tus padres, por eso estoy aquí. Ahora dirigente a mi tienda y espérame ahí, pronto iré con tu madre y sus cosas para que se queden a vivir conmigo"
Los ojos del pequeño niño se abrieron mientras escuchaba las palabras de la persona a quien consideraba su amigo, ya que podía entender el significado entre líneas.
El niño ya se había dado cuenta de la forma en como su madre y este sujeto interactuaban. Itachi comparo la forma en como era el trato de Mikoto hacia Yuuma y como era hacia su padre. Lo que descubrió fue algo… extraño.
El niño poco a poco vio como los ojos de su madre se volvían mas vivaces cada vez que miraba a nuestro protagonista, como su sonrisa se ampliaba cada que Yuuma le contaba sus historias o cuando conversaban del día a día.
El ambiente en el que se desarrollaba el joven Uchiha era tal que llegó a preferir estar en la tienda en vez de regresar a su silenciosa y fría casa, para ver el serio e inexpresivo rostro de su madre.
Itachi estaba seguro que para su madre era igual, o incluso mucho mayor, ya que en su hogar no mostraba para nada ese florecimiento que si lo hacia cuando iban cada tarde a hablar con Yuuma.
Justamente fue ayer cuando el joven Uchiha le preguntó a su madre que era lo que sucedía, haciendo que Mikoto mostrara un rostro de culpa y dolor, pero aún así ella comenzó a explicarle las cosas, sin mencionar la infidelidad de Fugaku, ya que no quería arruinar la imagen de su padre, no ahora al menos.
La mujer Uchiha terminó llorando y pidiéndole perdón por la forma en como se había comportado.
Ella podría burlarse de cualquier ninja de Konoha si quisiera, pero nunca podría iría en contra de su hijo, quien era el logro más grande de su vida.
Hay que ver cuan grande es el amor de una madre, ya que incluso en el canon ella dejó que el propio Itachi la matara, mostrando el amor que le tenía a su hijo.
Aunque la mascare Uchiha fue algo retorcido y estúpido, dio a entender que el amor de madre es el más desinteresado que existe.
Pero para la sorpresa de Mikoto, el propio Itachi no pudo contener las lágrimas ya que entendió esos sentimientos que el mismo estaba experimentado.
Claro que el joven Uchiha era solamente un niño, pero su inteligencia le permitió conectar los puntos.
Sabía que las emociones eran muy complejas, más aún cuando las personas involucradas carecen de esto, así como sus padres.
Después de escuchar a su madre, supo que él también estaba 'reemplazando' la figura de su padre, y eso era algo muy difícil de manejar ahora que lo había comprendido.
Así, toda la tarde, madre e hijo dejaron salir sus emociones. Esto fue como una catarsis para ambos, ya que el estado de animo de ambos fue mucho mejor.
Antes de que Fugaku regrese para llevarse a Itachi de vuelta a casa, Mikoto le dijo que el día de hoy se aclararían las cosas con su padre y que comenzarían un nuevo episodio en sus vidas.
Itachi no entendió a que exactamente se refería su madre, incluso pensó que las cosas empeorarían por la forma en como su padre se encontraba, pero el escuchar a Yuuma, logró entender las palabras dichas por su progenitora.
Solo se quedó con la mirada agachada mientras traba de contener sus lágrimas. Nadie, a esa edad, está preparado para la separación de los padres, ni toda la inteligencia del mundo evitará que eso no te choque.
Itachi sabía que su padre no permitiría irse libremente tanto a él como a su madre, por lo que solo había una alternativa para que esto se dé… una que no le gustaba para nada.
Antes de que su mente se llene de imágenes sangrientas, Yuuma le revolvió el cabello mientras se arrodillaba para poder llegar al mismo nivel cara a cara, cosa que sacó de sus pensamientos al niño.
Mirándolo fijamente, nuestro protagonista sonrió y habló – "No pienses cosas sin sentido muchacho, a tu padre no le haré nada malo. Las cosas son difíciles, pero no imposibles. Si bien tienes una mente muy buena, las cosas como esta solo las entenderás cuando llegues a enamorarte. Como tu amigo te prometo que todo resultará bien ¿Ok?"
La cara del niño volvió a bajar y solo asintió mientras muchas emociones se arremolinaban en su interior; la diferencia era que ahora la sensación de tranquilidad era una de ellas.
Se dio cuenta ahora de la mucha confianza que le tenía al sujeto frente, ya que en el fondo de si creía completamente en sus palabras.
"Mmm…" – Con un murmuro respondió Itachi, mientras Yuuma se incorporaba y le daba una palmada en el hombro.
"Muy bien, ahora ve, puedes entrar si quieres, ya que demoraremos un poco al empacar todas las cosas, por lo que si te da hambre puedes buscar comida en la nevera y calentarla en el microondas"
Nuestro protagonista habló con una sonrisa mientras que el niño se secaba los llorosos ojos y se recomponía para luego agradecerle una vez más y darse la vuelta para marcharse.
Cuando el niño fue perdido de vista. Yuuma desactivó el campo que los contenía, ya que no quería público en estos momentos.
Se giró y comenzó a caminar hacia la casa del líder del clan mientras una sonrisa suave se dibujaba en su rostro y pronunciaba algunas palabras.
"Bueno Itachi, cuando dije que a tu padre no le pasará nada… me refería a que no sería algo bueno"
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(Time Skip: 1 mes)
Durante este tiempo no muchas cosas de importancia pasaron en el pueblo de Konohagakure.
Dentro de ellas, la más resaltante fue la repentina separación ocurrida entre el líder del clan Uchiha y su esposa.
Al principio, pensaron que era solo rumores, sin embargo, cuando alguien supo acerca del documento presentado al Hokage para el trámite de divorcio, entendieron lo real de estas noticias.
Al instante los diversos rumores comenzaron a correr, siendo el más grande sobre que fue la mujer Uchiha la que 'sacó los pies del plato' ya que recientemente la habían visto viviendo en la casa de Yuuma, el dueño de la tienda de conveniencia.
Aunque este rumor se extendió rápido, fue extinguido con la misma rapidez por nada más ni nada menso que las diferentes visitantes asiduas a la tienda de conveniencia.
Más aun, la sorpresa que todos tuvieron al enterarse sobre la verdadera razón de esta separación, dio que hablar para los más chismosos del pueblo.
¡Resulta que fue Fugaku Uchiha, el líder de su clan, el que engañó a su esposa mientras esta estaba embarazada!
¡Pero lo peor no fue eso, oh no, ya que el líder Uchiha 'recibió' una cucharada de su propia medicina cuando todos se enteraron de que la muchacha con quien Fugaku empezó un amorío fue 'descubierta' junto a otro hombre, con quien estaba manteniendo una relación!
Para este momento, casi todos en el clan Uchiha estaban realmente molestos, ya que ellos valoraban más las emociones que el resto de personas, por lo que enterarse sobre la traición de su líder era algo que los hacía sentir amargos.
Fugaku Uchiha no tuvo más remedio que dejar su cargo y cederlo temporalmente al consejo de ancianos hasta que su hijo Itachi u otro joven talentoso sea adecuado para tal puesto.
El Uchiha lucia completamente demacrado cuando se presentó en público para dimitir, dando la impresión de estar verdaderamente arrepentido.
¡Pero la verdad era que su alma parecía haber muerto aquel día cuando se follaron a su esposa delante de él… día que se enteró del juego en el cual había caído!
Así, las cosas avanzaron tranquilamente en este pueblo… Al menos en la superficie, ya que una situación peculiar asoló cruelmente el bienestar marital de los diferentes hombres, quienes comenzaron a compartir sus penas mientras conversaban sobre sus 'problemas' de alcoba.
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*Glup* *Glup* *Glup* "¡Ahhh!"
"Te lo digo hombre… ¡esta situación me tiene harto!"
Un molesto Kizashi Haruno habló mientras regresaba una botella de sake a la mensa en donde estaba en una charla 'varonil' con otros Shinobi, quienes estaban ahogando sus penas en este momento.
"Te entiendo Haruno-san… por mi parte también estoy frustrado"
Al frente del pelirosa estaba Dai Kisaragi, quien estaba con la cara roja, producto del alcohol.
Este hombre sufría de las mimas penas que su compañero de copas, a quien su esposa le había negado el 'disfrute' familiar que como marido le correspondía recibir.
"Bueno muchachos… creo que están exagerando las cosas"
Un tercer ninja habló de manera consoladora con estos dos compañeros. Tenía un peinado corte mullet con el pelo rubio más corto en la parte superior, terminando en una larga cola de caballo.
Sus ojos verdes mostraban pena, preocupación y cansancio. Estaba el chaleco táctico de Konoha con un traje negro completo con protectores de mano, un protector de la frente y un abrigo rojo sin mangas.
"Dime Inoichi-san… ¿tu situación va bien con tu esposa?" – Preguntó Kizashi mientras miraba a su compañero de mesa.
"Claro que va todo bien. Aunque no hemos tenido mucha 'intimidad' últimamente por el embarazo de Ayaka y el reciente nacimiento de mi princesa, jamás he sufrido por lo que están pasando" – Inoichi Yamanaka, el ninja con el cabello rubio claro, dijo mientras daba un trago corto a su vaso de sake.
"Bien por ti, por eso no entiendes en la situación en la que nos encontramos" – Un amargo Dai habló mientras daba un trago a su bebida mientras volvía a hablar – "Pero creo que este problema no es algo simple… varios sujetos están en la misma situación que nosotros"
"Lo se… Morino-san y Tanaka-san del departamento de interrogación también lo están sufriendo" – Dijo un cuarto ninja que también estaba en ese lugar lo dijo mientras su rostro estaba amargo.
"Vamos… esto es algo que los ancianos de mi clan me contaron, por lo que no deben estar muy desganados. Ellos dicen que el matrimonio siempre llega a un punto en donde la parte corporal es sobrepasada por la emocional, por lo que la pareja debe reencontrarse nuevamente para poder empezar una nueva etapa en sus vidas" – Inoichi aun quería argumentar algo positivo para esta situación deprimente.
"Hey Inoichi-san… aprecio tu optimismo y agradezco tu ayuda, pero esto ya no es normal. Entiendo eso sobre las parejas y la etapa en donde se pierde la emoción de intimidad, pero no quieras comparar a un matrimonio que tiene un par de años como el mío con el de esos ancianos tuyos que tienen varias décadas" – Habló Kizashi mientras miraba por la ventana a lo lejano.
"Además, esto no es solo de nosotros, sino también sucede en la población civil, incluso me atrevería a decir que ellos son los mas receptivos, ya que presentaron varias solicitudes al Hokage para solucionar este problema. Aunque parezca un chiste, sus reclamos puede que tengan un punto valido. Desde que ese sujeto apareció en la aldea comenzaron los problemas"
Inoichi solo escuchó esta conversación mientras analizaba las palabras de su compañero.
Claro que no era idiota, sabía sobre esos rumores, pero no le dio importancia ya que era un asunto civil.
Sin embargo, el sujeto comprometido en todo esto se había envuelto en una reciente polémica por albergar a la ex esposa de Fugaku Uchiha, así como ser frecuentado por varias mujeres, dentro de las cuales coincidentemente estaban las esposas de estos tipos.
Incluso su propia esposa había visitado ese lugar un par de veces, pero sin tener ningún problema ya que solo fue a mirar los productos para el hogar, los cuales la dejaron maravillada por su gran utilidad.
Pero ahora, reflexionó al ver los pésimos estados de animo en el que se encontraban estos sujetos.
Si pensaba mal de toda la situación, ese tipo llamado Yuuma era alguien posiblemente dañino para la honra de la aldea, por lo que decidió conversarlo con su amigo Shikaku y ver que es lo que piensa…
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Vacío… Ansiedad… Frustración.
Todo esto era lo que Kushina Uzumaki sentía actualmente mientras trataba de clamarse mientras caminaba hacia la 'nueva' casa de Mikoto.
Sentía una ansiedad por ir al lugar en donde estaba Yuuma, debido a su confundida y cansada mente
Había estado en esta situación desde aquella 'reveladora' conversación con la actual pareja de su amiga, por lo que sus pensamientos han ido fluctuando con cada día que pasaba.
Ella fue tomada por sorpresa en ese momento, ya que las palabras de ese hombre habían sido horriblemente exactas al describir la situación a la cual había sido sometida.
Decidió olvidar todo ello cuando se autoimpuso el sentimiento romántico hacia Minato, pero Yuuma se había encargado de romper todas sus ilusiones y regresarla a la realidad, por lo que ahora vivía un escenario no muy bueno.
Aunque había optado por alejarse de ese tipo, su mente le recordaba el breve, pero intenso, contacto físico que ambos tuvieron en ese entonces.
Ella no podia dejar de comparar este sentimiento con lo que percibía de su marido… dejándola más frustrada.
Al inicio se sintió culpable por recordar la forma en como se unió a Minato, la decisión de 'consuelo' tomada por ella para no verse afectada por toda la marea política de la aldea… pero ahora ya solo se sentía cansada.
Si bien ella habia optado por el autoengaño, si puso de su parte para aprender a querer a su esposo.
Dio todo de ella, su cariño, su afecto, su disposición… cosa que le fue retribuida por el ninja rubio, pero carente en una sola cosa.
Minato no era un sujeto 'activo' cuando se trataba de intimidad… pero en este ultimo mes se había alejado por completo de su esposa, dejándola sola con toda esa frustración.
Kushina no entendía por que su marido estaba comportándose de esta forma, no comprendía por qué haría tal cosa, pero el ninja rubio no le dio respuesta alguna.
La pelirroja sin ninguna forma de solucionar este problema, fue en busca de la única persona que posiblemente podría saber que diablos pasaba con Minato, ya que este le confesó haber tenido una conversación con Yuuma el mismo día que todo comenzó a pasar, por lo que ahora estaba camino a la tienda de conveniencia.
Aunque era de noche mientras caminaba por el bosque para llegar a su destino, Kushina no estaba para nada preocupada por que le pueda suceder algo malo.
Tenia a Kurama para cualquier problema que surja, pro lo que ella y su embarazo de siete meses y medio.
Cuando llegó a la tienda ya habían cerrado, por lo que se dirigió a la casa aledaña.
*Toc* *Toc* *Toc*
"¿Sí? ¿Quién es?" – respondió una voz infantil del otro lado.
"Soy Kushina Uzumaki" – Respondió la pelirroja, viendo como la puerta se abría y un pequeño Itachi se hacía presente.
"Buenas noches Kushina-san ¿Qué se le ofrece?" – respondió el pequeño Uchiha.
"Oh Itachi-kun, estoy buscando a tu mamá ¿estará ella en casa?" – Preguntó la Uzumaki.
"Kushina, es una sorpresa verte aquí" – En eso Mikoto se hizo presente mientras se asomaba por la puerta de la cocina hacia la entrada.
"¡Mikoto-chan hola!" – Saludó Kushina mientras entraba, se quitaba las sandalias y se dirigía a la cocina en donde estaba la pelinegra – "con permiso"
"Dime Kushina ¿a que se debe tu visita? No es que incomodes, pero no pensé que vendrías a verme mientras estabas en tu estado" – Mikoto habló mientras saludaba a su amiga y la conducía a la sala para conversar tranquilamente.
"Madre, me voy a segundo piso mientras cuidaré a Sasuke, cualquier cosa me avisas" – Itachi subió las escaleras mientras recibía el asentimiento de Mikoto.
"Ahora sí, cuéntame Kushina ¿cómo van las cosas?" – Preguntó la pelinegra.
"Bueno, hoy vine a verte, pero también vine a ver a Yuuma por un motivo en particular…" - La Uzumaki solo suspiró mientras comenzaba a contar lo que le había pasado en este mes…
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NOTA DE AUTOR:
Que tal muchachos, perdón por no haber publicado por varios días. He estado en un cambio de trabajo en otra ciudad, por lo que tuve una semana ajetreada. Ahora ya tengo un poco de estabilidad, por lo que trataré de retomar un buen ritmo de publicación.
Espero que les guste este capítulo suave, cuidense~