Yossu, ante esto, se sorprende bastante y le dice al emperador Flamee "Si me lo permite, ¡¿Me gustaría saber porque me eligió a mi para ocupar semejante puesto?!"
El emperador hace una sonrisa de pícaro y le responde "Como sabrás, la noble Samay ya no es general y el actual general es el que ocupaba el puesto que te acabo de ofrecer. Es por este motivo que ahora necesito a alguien que pueda protegerme y que mejor persona que un aventurero que acabo con una de las bestias más temibles del mundo, como lo es un dragón."
Yossu un poco desconcertado le dice: "Pero hay más personas aptas para ocupar el puesto."
~En realidad, no me importaría aceptar la propuesta, pero este emperador va a morir dentro de poco, así que no me hago problema. Sin embargo, tengo que hacerme un poco el duro para que sea mucho más creíble.~
Luego de un par de respuestas por parte de Zero para que el emperador no le siguiera proponiendo convertirse en el nuevo jefe de la guardia real, el acepta simulando estar un poco descontento, pero como todos sabemos, Zero en ese momento estaba rebosando de alegría en sus pensamientos mientras meditaba muchas cosas alegres con respecto al tema. Aunque este trabajo no le vaya a servir de mucho, ya que a los siguientes días debía de volver a su país, el igual estaba alegre por esto.
(Adeben) "Me alegra que aceptaras ser el jefe de mis guardias. Me imagino que debes de sentir los hombros pesados por tener que proteger a un dios como yo, pero no te preocupes. Conmigo disfrutaras la vida por mil."
De repente, Zero le pide al emperador…
"Me gustaría comenzar a ser el jefe de su guardia real el día después de mañana ya que tengo muchas cosas que acomodar para mañana, incluido el transporte de mis bienes al palacio de su majestad."
El emperador Adeben estaba muy contento, por lo que lo dejo comenzar su trabajo el día después de mañana y unos segundos después, Zero le pregunta de manera muy curiosa a su majestad "Por cierto, su majestad, ¿Qué se supone que es ese báculo?"
Adeben, muy feliz con la vida, le responde a su nuevo jefe de la guardia real…
"Ah…Esto? Este báculo es el enigma de mi reino y dentro de él hay un Fénix y según la leyenda, toda la familia real sucesora tiene la sangre de este Fénix que en estos momentos se encuentra dentro del Báculo"
Tras haber dicho esas palabras, el nuevamente habla y dice lo siguiente…
"Ahhhh… ¡A quién le importa la historia!"
Luego de haber dicho estas palabras, el señala a las dos jóvenes que estaban al lado del trono y del lado contrario en el que se encontraban sus dos esposas.
Mientras el las señalaba, Adeben le decía a Zero "Sabía de primera que aceptarías mi propuesta, así que traje de ante mano dos preciosas jóvenes."
En el instante en el que él decía esto, las dos mujeres que el señalaba, miraban a Zero con un rostro seductor mientras se lamian los labios.
Al instante, Adeben estira uno de sus brazos que va dirigido hacia el pecho de una de las dos chicas a las que había dado a elegir a Zero y luego mientras frota los pechos de una de las chicas, él dice entre gemidos de la chica "¿Y bien? ¿Cuál eliges?"
Al oír todo lo que Adeben le sugería, el estalla en su mente y medita muy enojado y con ganas de romper algunas extremidades…
"¡¿Esto es un maldito basar o el palacio real de uno de los imperios más fuertes?!"
~Me sorprende que hace unos segundos haya logrado tener una conversación normal con este tipo, incluso me agrado al principio, pero ahora me doy cuenta de que tipo de persona es.~
~Al principio, me trato bien para lograr ganarme y hacerme uno de sus súbditos, pero ahora me esta dando a elegir entre dos mujer para luego tener sexo. Sin embargo, lo peor de todo, es que esta manoseando a una mujer que no es su esposa en frente de las dos mujeres que si lo son. Esto es repugnante y asqueroso.~
~Ahora entiendo porque ambas esposas se quieren ir del país y tener una vida tranquila junto a sus hijos en un lugar alejado de este país. Prometo que les daré a ambas mujeres una buena vida en mi reino. ~
Segundos después de haber meditado, él le da una respuesta al emperador Adeben sobre lo que le había dado a elegir…
"Su majestad, sin duda alguna son dos bellas mujeres y únicas, por lo que veo. Incluso creo que cualquier hombre no podría contener sus deseos carnales en frente de ambas preciosas jóvenes, pero lastimosamente no siento atracción por mujeres tan jóvenes y mi gusto va dirigido a mujeres un poco más mayores."
Una vez dijo esta mentira que ni él se la creía, Zero meditó con una sonrisa falsa en su rostro ~Obviamente me encantan ambas mujeres; son bellísimas y hermosas, pero no tengo planeado tener una relación sexual con una mujer que después no voy a ver, menos si es una mujer que se acuesta con varios hombres y mucho menos si esta mujer trata de atraerme mientras se toca su parte entre medio de los dos muslos. ~
Zero suspira un poco cansado y vuelve a meditar…
~Sin duda alguna esto es bastante Excitante, pero como rey y como un ser civilizado e inteligente, tengo pensado mantenerme tranquilo y no convertirme en uno de esos "Perros en celo" como Blofebus dice.~
Los pensamientos de Zero sos interrumpido por la siguiente sugerencia del emperador Flamee, que causa que Zero quede desconcertar y con aun más desprecio por su majestad "Bueno, cada uno tiene sus gustos. Entonces, ¿Qué tal si yo me quedo con estas dos y tú te quedas por una noche con mis dos esposas?."
En ese momento los pensamientos de Zero se fracturaron y en lo único que podía pensar, era en esto ~¡Que ser humano más despreciable! Me acaba de ofrecer a sus esposas, las madres de sus hijos como juguetes sexuales para un desconocido como yo. Este tipo está podrido tanto por dentro como por fuera. No tiene salvación este tipo de humanos."
Ante esta nueva sugerencia del emperador, Zero hace una sonrisa de estar muy contento, pero el en realidad quería poner una sonrisa de odio y de desprecio dirigidos a Adeben. Sin embargo, su respuesta fue la siguiente…
"Me alegra bastante que su majestad tenga en cuenta mis gustos y acepto muy feliz su segunda sugerencia."
Tanto Amorest como Zeltia, no podían creerse hasta el punto en que su esposo podía llegar.
A pesar de que ellas sabían a la perfección lo que su majestad podía hacer, ambas estaban desconcertadas y con el corazón roto al saber que las dos podían ser dadas a cualquiera sin una pisca de tristeza en su esposa.
Lo poco y lo minúsculo que era el amor de ambas por su esposo, el padre de sus hijos, se esfumo por completo.
Los sentimientos de ambas se transformaron en un puro odio y desprecio dirigido a Adeben por haberlas regalado como si fueran simples esclavas. Esto, por más que fuera una vez la que tenían que estar con Zero.
Ellas incluso no sentían ni una pisca de odio por Zero, sino que todos sus sentimientos negativos estaban completamente dirigidos a el emperador Adeben.
Unos segundos después de que Zero aceptara la sugerencia, él se despidió de Adeben y luego salió de la sala del trono acompañado de ambas esposas del emperador y todo esto mientras Amorest los guiaba hasta su cuarto.
Durante su caminata por los pasillos al cuarto de Amorest, ambas tenían rostros decaídos y tristes con la cabeza muy en baja. Además, su silencio se parecía más a la de una meditación deprimente y dolorosa.
Cuando llegan por fin a la habitación de Amorest, la emperatriz saca de la habitación a todos sus sirvientes y a su hijo. Zeltia hace lo mismo y les pide a los sirvientes que se lleven a sus hijos.
Los niños se fueron entre gritos de preocupación, mientras los soldados personales y sirvientes los sacaban del cuarto.
Ambas mujeres aun tenían esos rostros deprimentes y adoloridos, mientras que Zero mantenía su típica compostura tranquila y despreocupada de la vida.
Una vez se van todos de la gran habitación, Amorest le pide a Zero que las siga a ambas para ir a la cama. Sin embargo, Zero entre risas les dice a las dos mientras ellas ya caminaban hacia la habitación en donde estaba la gran cama de la emperatriz…
"Ahhhh…En serio me iban a llevar a la cama con ustedes."
"¿Acaso Blofebus no les conto sobre quien soy en realidad?"
Zeltia, un poco deprimida le responde a Zero "Claro que sabemos quién es usted, ya que Blofebus no los conto."
Y, Zero, tras haber oído esto, le dice a Zeltia y a la emperatriz…
"Parece que no entienden a lo que quiero llegar. Voy a ser directo, ¿Porque le hacen caso a ese emperador, si ya no pertenecen más a este imperio?"
Amorest, muy deprimida y con la cabeza baja, toma la palabra y responde "No entiendo, su majestad. Usted dijo que le gustan las mujeres mayores como nosotras y acepto la petición del emperador Flamee para venir con Zeltia y conmigo a pasar un rato."
-Continuara-