Después de que Zero y Diana hubieran terminado de hablar con León y su esposa decidieron salir del gremio de aventureros para poder visitar y ver la ciudad mas a fondo.
Zero tenia muchas ganas de querer investigar mas a fondo sobre la ciudad debido a que una de las cosas que mas le gustaba a el por su forma de ser, era descubrir nuevas cosas o conseguir nuevas experiencia a parte de enfrentarse con gente poderosa.
El dueño de diana (Zero) estaba interesado sobre como se administraban los comercios de esclavos y como trataban a sus productos, aunque por lo que el habia visto y escuchado, Esto lo dejaba con una boca muy amarga y con un sentimiento de angustia al ver que los humanos como el, o mejor dicho, como el humano normal y sin poderes que era antes en su mundo trataban a los Demi-Humanos. Bueno, el punto es que Zero se sentía muy angustiado y apenado por ver a los humanos tratar tan visera y lamentablemente a los Demi-Humanos a pesar de tan solo tener pocas diferencias, cuyas diferencias a veces eran muy pocas. Por ejemplo, Los elfos que solo tenían orejas largas, Vivian mas años y tenían muchas mas probabilidades de poseer magia espiritual y la ventaja de hacer contratos con espíritus acompañantes que los ayudaban en su vida cotidiana y en sus respectivos trabajos, pero no por estas pequeñas diferencias los humanos podían usar-a los elfos como juguetes. Esto mismo va para las demás razas.
Esto es lo que Zero tenia pensado hacer mientras se dirigía poco a poco hacia las puertas que conducían hacia la parte principal de la salida del gremio.
Cuando Zero y Diana salieron se quedaron deslumbrados con toda la luz solar que recibieron, ya que sus ojos se habían desacostumbrado por haber estado tanto tiempo sin haberla recibido cuando se encontraban en el cuarto no tan iluminado del jefe del gremio.
Zero y su sirvienta ya se encontraban fuera del gremio de aventureros, pero mientras con sus manos tapaban el sol para dejar de recibir la luz, El chico de pelo blanco con piel morocha (Zero) se da cuenta por entre medio de una de sus dos manos que usaba para taparse los ojos y dejar de recibir luz solar, una niña que parecía tener entre doce y catorce años y que miraba hacia varios lados como si buscara algo o alguien. El dedujo que la niña estaba entre esa edad y pensó que se habia perdido de su madre, ya que no creía que una chica tan linda y tierna como ella anduviera sola por la calles de un pais en donde cualquiera podría ser raptado y transformado en un esclavo, pero la situación y pensamientos de Zero cambiaron cuando se dio cuenta de que esta niña no parecía tener una ropa que tendría que llevar una niña o adolecente como ella, esto se debió a que la - ropa que llevaba la linda pero pobre niña, estaban rotas y rasgadas por todos lados, sin contar, que ella estaba descalza y sus pies y piernas estaban lastimadas, lo que mas lastima le hacia sentir mal a Zero, era su cuerpo desnutrido y flaco.
Después de ver esto Zero pensó ~¿Podría haber sido abandonada por su familia en frente del gremio?. ¿Quién abandonaría a tremenda hermosa y tierna niña/Adolecente?~
Luego de haber estado pensado un poco sobre algunas cosas, Zero vuelve a mirar a la chica y ve como ella se acerca rápidamente hacia donde Zero se encontraba, y cuando se encuentra en frente de el, la niña le dice con un tono alterado, "¿Eres tu el amigo de nuestra madre Felida? ¿te llamas Zero y tienes una amiga que se llama Diana?" Al terminar de escuchar esto por parte de la niña, Zero se sorprendió mucho y le respondió. "Digamos que si soy un amigo de Felida y que me llamo Zero, pero como sabias donde encontrarme y como era yo especifícame" Esto ultima que dijo Zero tenia sentido, ya que tenia dudas con respecto a como ella sabia que era el, porque a penas lo vio corrió directamente hacia Zero.
"Mama me dijo que viniera a buscarte rápidamente" Dijo la niña con un tono alterado y con un cuerpo sudado que señala que habia estado corriendo mucho tiempo.
"¿Con Mama te refieres a la Elfa Felida?" Dijo Zero con un tono tranquilo y normal para no espantar a la pobre niña que parecía haber pasado por muchas cosas. Zero habia llegado a esta conclusión al ver el tono muy alterado con el que hablaba, no solo se debia por esta conclusión, sino tambien porque parecía faltarle la respiración y porque parecía estar a punto de llorar.
"¡Si! Ella misma" Dijo la niña.
"Bueno, si es asi, ahora entiendo como supiste ubicarme y como supiste mi nombre y como era mi aspecto" mientras Zero decía esto, Diana se encontraba detrás de su amo admirando la ternura que tenia esta niña, pero ella tambien sentía que algo raro estaba sucediendo.
"Antes de contarme porque decidiste venir acá, primero necesito que te calmes y respires de manera tranquila para poder calmarte y poder escuchar lo que tengas que decir" la niña sin decir nada hizo caso a la recomendación de Zero y respiro ondo unas tres veces y una cuarta vez para finalizar, Cuando esta niña ya se encontraba tranquila decidió mirar a Zero, y cuando lo hizo, quedo enamorada de lo lindo que era Zero para ella, incluso se puso roja por un momento y Zero pensó que algo le habia pasado.
Después de todo este pequeño problema la niña decidió hablar con unos ojos negros que ya no mostraban señales de querer llorar y con una voz mas tranquila que era muy diferente a la voz con la que habia comenzado a hablar cuando conoció a Zero hace unos segundo.
Después de esto la niña comenzó a contar lo que habia sucedido.
XXX
Cuando Felida se separo de Zero para ir a hablar con los niños que se encontraban en los barrios bajos (Barrios pobres) ella se encontraba con un gran espíritu de felicidad en su cuerpo tras saber que habia sido salvada por una gran persona como Zero y por haber podido enterarse de que su reino se encontraba bien y que su queridísimo hermano estaba bien y saludable en su pais.
Mientras se dirigía hacia su destino ella pensó en varias cosas, algunos de esos pensamientos eran, ~¿Quién es en realidad Zero para poder ser amigo del rey Luprel? ¿Cómo me recibirá mi hermano cuando me vea y se entere de que sigo viva?~ Esto pensaba ella mientras ponia un rostro de felicidad y sin darse cuenta, pero esta emoción no duro mucho debido a que pensó que ella solo se iría si sus niños decidían irse con ella, ya que desde que comenzó a vivir con esos niños ella se habia vuelto en su única madre.
Después de haber estado caminando durante varios minutos, Felida llego a los barrios bajos y a la pequeña casa en la que vivía con los niños, tras ver esta casa destrozada, desgastada, sin puerta y con una manta que hacia como puerta se dijo en su cabeza ~Quiero darles una mejor vida. No porque me den lastima, si no porque yo soy su madre y tengo que cuidarlos, amarlos y brindarles todo para su satisfacción y en un pais como este, en el que no se puede avanzar siendo un Demi-Humano, no me sirve de nada, ya que en este lugar no hay nada para los Demi-Humanos, pero si los llevo al reino elfo de seguro voy a poder tratarlos de mejor manera a los niños que en este pais~ Habia Pensado muy emociona mientras se dirigía hacia donde estaba la manta que remplazaba la puerta que no tenían.
-Continuara-