Solo necesito sentarme a ver el televisor como antes, sin nada de preocupaciones, solo yo, protegido por aquellas 4 paredes.
Creí escuchar una voz familiar, pero... me doy cuenta que, no hay nadie ahí.
Y así... sin poder dar un respiro de alivio. Mi ser se vuelve de un solo color.
Como un gato sin hogar.
[Breathe The Air Into My Lungs]
Noah despierta, está bañado en sudor, siente que todo da vueltas, comienza a sentir nauseas. Se sienta al borde de su cama y con sus dos manos tapa su boca tratando de evitar así soltar el vómito, pero fue en vano, termina por perder contra él dejándolo salir todo, manchando el piso de su habitación.
-¿Por qué me siento tan mal?-. Se pregunta mientras intenta ponerse de pie.
Toma aire para calmarse, parece que la nauseas cedieron por el momento. Se pone de pie, sus piernas tambalearon, pero logró mantenerse, se acerca a su escritorio, toma sus gafas y su mirada se dirige hacia su calendario. Como lo supuso, volvió a lo que sería el presente, la mañana del 12 de julio.
"Dios...". Dice casi murmurando.
Sale de la habitación y entra al baño; el espejo encima del lavabo ahora tiene una marca de esquina a esquina, parece que no se reinició por completo. Noah se acerca para poder lavarse la cara, con sus dos manos toma agua y se enjuaga, al enjugarse voltea para observarse en el espejo.
"Me veo fatal..."
Al decir eso las náuseas vuelven, pero esta vez no se contuvo y soltó todo en el lavabo.
Parece otra persona, su cabello parece haber perdido matiz, de ser oscuro ahora tiene un color cercano a gris, pero manteniendo pocos mechones de su color natural; sus ojeras ahora son bastante notorias, y parece más delgado de lo habitual.
"Que molesto"
Toma nuevamente un respiro, sale del baño y se recuesta un par de minutos en su sillón.
[Cut I]
En el techo del hotel está Gourm, es temprano, hace bastante viento, las personas de la ciudad apenas despiertan; se estira, da un gran respiro, con su mano derecha forma una pistola y apunta hacia el fondo.
"Bam". Dice fingiendo disparar. "Que buen día para trabajar".
Su teléfono suena, lo saca del bolsillo, observa quien le llama, y muestra disgusto.
"¿Qué quieres?".
Es el segundo gemelo.
"Todo listo para el rapto del sector C". Dice el gemelo.
"Si si, no me importa, eso se lo debes decir a mi padre, yo... yo solo quiero ver sus rostros implorando". Comienza a masticar la uña de su pulgar derecho hasta dejar fluir sangre. "No me vuelvas a hablar si no tienes nada bueno que decirme". Después de decir eso, cuelga.
[Cut II]
En lo que parece ser una bodega, hay un sofá en el rincón, en él, está Lucky sentado, a su lado se encuentra Frank, como buen guardaespaldas. Al fondo hay dos subordinados, los que comúnmente acompañan a Frank, número uno y número dos, parecen estar acomodando las cosas por ahí, lo que genera bastante ruido y levanta polvo, sin embargo, están lo suficientemente lejos como para no molestar a Lucky.
"¿Cómo está tu hijo?". Pregunta Lucky.
"Bien". Responde Frank, sin hacer el mínimo movimiento.
"Deberías dejar el trabajo, ahora que puedes, siempre me haz servido fielmente, pero, ya sabes que en cualquier instante los altos mandos pueden atacarte si no les parece algo". Frank baja la mirada y observa a Lucky de reojo. Lucky respira y continua. "Haz estado conmigo por bastantes años, tú, mejor que nadie, sabe de lo que son capaces. Por... un simple error tan insignificante, me arrebataron lo más preciado para mí y no quiero que hagan lo mismo contigo. Podría conseguirte un vuelo al extranjero para que comiences de nuevo". Frank se mantiene en silencio, Lucky lo observa con pena. "Puedes responder".
Frank se gira para dirigirle la palabra.
"Mi hijo está bien, no volverá a ocurrir lo de hace 20 años".
"Frank... Así como me arrebataron a mi hija, pueden arrebatarte a tu hijo... considera siempre todas las posibilidades". Lucky se pone de pie apoyándose en su bastón, le da una palmada en el hombro a Frank y comienza a dirigirse con los subordinados del fondo.
[Cut III]
Una habitación bastante vacía, en la que solamente se encuentra un colchón acomodado en una esquina, junto con un librero lleno de polvo en la otra esquina, por el suelo hay esparcida basura de comida instantánea y frituras. Ahí estaba, Rosé, una chica en su solitario mundo, acostada sobre el suelo leyendo Alicia en el país de las maravillas.
"El gato tan solo se sonrió cuando vio a Alicia. Parecía de buen humor, pero mostraba unas uñas muy largas y unos dientes muy afilados".
Rosé se gira hacia derecha, la única ventana en la habitación comenzaba a dejar pasar los delicados rayos del amanecer. Entre cierra los ojos, se sienta y da un profundo respiro llenando sus pulmones de aire. Hace una mueca y se talla el ojo izquierdo.
"Ya me cansé de todo...". Se pone de pie y se acerca a la ventana. "Debería buscar otro libro en la biblioteca, necesito un aire nuevo". Los rayos del amanecer iluminaron su rostro, penetrando en la belleza del color café en su mirada.
[Cut XVII]
"Noah... Noah..."
Una voz le llama, se siente tan distante, pero cada segundo suena más y más dentro de su cabeza.
"¿Eh?"
Abre los ojos lentamente y lo primero que observa es la cara de Derek viéndolo fijamente.
-¿Derek?-. Piensa mientras reacciona, al parecer el cansancio hizo que terminara por dormirse. Se sienta en el sofá. "¿Qué... haces aquí?".
A Derek le resulta extraña la pregunta y lo demuestra en su rostro. De estar de rodillas se levanta, y se sienta a un costado de Noah.
"Quedamos de ir al cine". Responde Derek a la par que le da un ligero golpe en el hombro a Noah. "Por cierto ¿Qué te ocurrió? Te vez fatal ¿Tanto te afecto tu ruptura con Marlene?".
"A... no... no es nada, solo un pequeño resfriado"
"¿Seguro?". Se acerca para poder observarlo a detalle. Noah se pone nervioso y retrocede. "Por cierto, me gusta tu nuevo tono de cabello ¿Cuándo te lo teñiste?". Dice con una sonrisa. "Y esas gafas, te dan un nuevo estilo".
"¿Ah?". Inconscientemente comienza a tocarse el cabello. -Claro... mi cabello-. "Después recuérdame ir a teñirlo a su tono natural"
"Pero si se te ve bien... A mira". Toma de la mesa de centro una bolsa de papel. "Compré galletas, come alguna, haz de tener hambre".
Noah la rechaza, siente que, si prueba algo de comida, sea lo que sea, volverá a tener náuseas.
"Oye... creo que no iré al cine"
Al decir eso Derek se da cuenta de que algo no anda bien, todos esos años que han pasado juntos le han permitido leer las expresiones de Noah, aunque este nunca se haya percatado de ello.
"Bien... si no irás, no hay problema, descansa".
Noah se extraña al escuchar eso, normalmente se hubiera quejado porque no quiere ir, pero... no hay mejor comunicación que la mirada de las personas.
Derek se levanta del sofá. "Solo recuerda que yo te apoyo". Se dirige hacia la nevera, la abre y busca algo para comer, pero no se encuentra nada interesante. Pasó aproximadamente media hora, Derek trató de hacer que Noah se sintiera mejor en ese tiempo, pero al final se fue, al salir del departamento fue a un restaurante de comida rápida, así aprovechaba para desayunar.
Noah en cambio, intentó comer una de las galletas que le habían dejado, al dar el primer bocado sintió un escalofrió recorriendo toda su columna vertebral, a continuación, volvió a sentir náuseas, las aguantó como pudo, se reusaba a desperdiciar alguna de aquellas galletas y termina por tragarla. Se sirve un vaso lleno de agua y lo bebe sin detenerse. Con sus dos palmas abiertas se golpea las mejillas, parece sentirse mejor. Observa el reloj y da un profundo respiro.
"Que molestia"
Sale de su departamento con dirección al parque.
-Lucky... seas o no, el demonio de Laplace, juro que te llevaré tras las rejas, me cueste los intentos que me cuesten. Tu, maldito asesino-. Aunque él no pueda observarse, su rostro solo demostraba odio. -Solo... necesito pruebas-. Su respiración comienza a agitarse, despertó bastante débil, pero no le importa en absoluto. Pasa cuadra tras cuadra hasta terminar en aquel parque.
"¿N-Noah?"
Antes de adentrarse, alguien le llama. ¿Quién es? una voz conocida. Se gira y observa a Rosé, ella se dirigía a la biblioteca que se encuentra por ese camino.
-¿Rosé?-. Se pone nervioso. "A hola... este... ¿Nos conocemos?". Responde Noah.
Ella se extraña. "¿Cómo que si nos conocemos? ¿Te sientes bien? no te ves bien".
"Es que... creí que era la primera vez que nos veíamos". Comienza a sentir comezón por los nervios y se rasca el antebrazo donde se encuentra su tatuaje. -¿No es la primera vez que nos vemos en este regreso? ¿Estoy haciendo algo mal? ¿En qué me equivoqué?-.
Rosé se acerca y toma su brazo. "Te vas a hacer daño, detente".
"¿Eh?". Noah confundido se observa, comenzaba a sangrar por estar rascándose. La observa, parece un poco preocupada. -¿Por qué lo estaría?-. "Yo solo... perdón".
"¿Por qué te disculpas? de verdad andas muy raro". Rosé lo toma del brazo y empieza a jalarlo.
"¿A dónde vamos?"
Rosé se mantiene callada; al final lo terminó alejando del parque y pararon en un supermercado, ahí, cerca de las ventanas, había una pequeña barra que hacía de mesa, normalmente es utilizada para que las personas coman lo que han comprado ahí, sentados.
"Toma". Dice Rosé dándole una leche de chocolate. Ella compró una igual, saca la pajilla cuidadosamente de su plástico y la coloca en el cartón.
Noah recibió la que le había comprado, pero parecía distante, su mirada estaba perdida, como si buscara algo nunca encontrado. Rosé absorbe, al terminar, comienza a hablar. Noah la mira de reojo, pero solo un instante, él seguía manteniendo su vista hacia fuera de la ventana, esperando algo. Estaba inquietado, nervioso, incluso se podría decir que preocupado; el tiempo no dejaba de fluir. -Ya casi es hora-. El intento de secuestro daría comienzo, pero él se encuentra alejado. -Necesito ir ¿Por qué justo ahora Rosé me encuentra y detiene? no lo entiendo ¿Qué es lo que falla? no puedo concentrarme; secuestrarán a Emily, tendré que volver a hacer otro intento. No, simplemente estoy agotado. ¿Qué debería hacer? ¿Simplemente irme?. Yo... yo...-
"Noah, Noah". La voz de Rosé había sido escuchada detrás de una pared de agua y por fin, logró conectar con él.
"¿Eh?". Parpadea consecutivamente hasta reaccionar.
"Tu nariz"
"¿Mi nariz?". Pasa su mano sobre ella y queda manchada de sangre. Toma una servilleta y se limpia. -No creí estar tan débil-. "Tranquila, solo... fue un mareo, estoy bien". Rosé no le cree. "Deberías irte a casa, lamento si te preocupé". Se pone de pie y va por más servilletas, dejando a ella sentada.
Al poco rato vuelve, intenta dar una excusa para poder irse, pero Rosé no tiene la intención de dejarlo. Noah comienza a perder la paciencia, así que sale del supermercado ignorándola; ella va tras él, lo jala de la camisa, pero sigue ignorándola.
"Noah, no te vayas, entiende, no estás bien. Déjame ayudarte... yo... yo puedo, incluso... respiraré tu cansancio, si llega a ser necesario"
Noah le mira molesto, da un pequeño jalón el cual la empuja un poco haciendo que lo suelte. "Será mejor que una sucia como tú, no me siga".
-¿Su... cia?-. Piensa Rosé mientras lo ve alejarse. Cierra sus puños y hace fuerza por enojo, por frustración; no lograba comprende que pasaba por la mente de Noah. ¿Por qué todo termina así? Si tan solo la situación haya tomado aquel segundo camino. Dinos Rosé ¿Todo ha valido la pena?. Sin más que mera decepción, Rosé termina acariciando su cabello.