POV Leon.
-"¡ahhhh, maravilloso!" Grite, ya bastante lejos de la casa de Hanabi, tome la decisión de caminar hasta la casa, para disfrutar del paisaje, y quien, sabe encontrarme con algún idiota que me provoque, y torturarlo un poco.
-"¡Cállate que queremos dormir maldito idiota!" Y apareció el voluntario.
La persona que me grito se encontraba entre 30 a 45, pelo corto, y a pesar de que dijo que quería dormir, tenía grandes ojeras y todavía usaba su corbata. Diría que era un típico oficinista que trabaja horas extras gratis. Que mediocre y patética forma de vivir su vida.
Personas que solo viven por existir, solo por cumplir su patético propósito de trabajar todo el día, hasta el día de su muerte, y solo siguiendo órdenes como un robot. Ni siquiera son capaces de buscar un romance, o formar una familia. Y al final, mueren solos, en la soledad de sus cuatro paredes, que irónicamente llaman hogar.
Personas así, no merecen vivir. Ya que no son capaces de saborear la vida, no merecen la vida.
-"Eres tan patético, que no mereces vivir."
-"¡Que te calles infeliz!"
Levante mi mano, y forme una garra, el tipo me miraba como si fuera un loco, pero no duro mucho esa mirada, cuando su cuello era sujetado por mí, ya que lo teletransporte.
-"¿Decías?"
-"....."
El oficinista estaba bastante sorprendido, y no puedo culparlo, imagínate, estás tranquilo en tu casa, gritándole a alguien, y de repente, apareces a su lado, y agarrado del cuello.
-"¡Q-q-que fue eso!" Dijo temblando de miedo y conmoción.
Busque a mi alrededor, y ahí estaba, una botella, con telequinesis la atraje hacia mi mano, y la rompí en pedazos, con mi defensa, era imposible cortarme, pero para un humano normal.
-"¡di ahhhh!."
Sus ojos se abrieron muy grandes, y se negaba abrir la boca, claro que vio los vidrios rotos que sostenía, me sorprende que no se sorprendiera porque no me corté la mano, pero dejemos eso de lado. Apreté uno de los nervios en su cuello, y su boca se abrió.
Acerque mi mano hacia su boca, pero el idiota se movía mucho, así que me costó un poco, debí paralizar otro nervio.
-"¡aaaaagr, aggr,aaaagggg!"
Sus gritos de dolor inundaban todos el lugar, pero nadie salió a socorrerlo, ya que había puesto una barrera. Luego tape su boca con mi mano, al igual que la nariz.
Ya que no podía respirar, instintivamente tragaba, era el deseo del cuerpo por volver a respirar, algo casi imposible de detener para un humano normal. Claro que con cada trago que daba, su garganta y cuerdas bocales se despedazaban, y lo llenaban de sangre, sangre que corría directamente a los pulmones.
-"¡MMMM, MGMGMG, MUMUMU!"
Sus ojos estaban llenos de terror, y sudaba como loco, era bastante patético y asqueroso. Unas venas rojas comenzaron a aparecer en su cuello, y en todo el cuerpo, al parecer, los vidrios ya estaban provocando heridas internas.
Los minutos pasaron, y su cuerpo comenzó a convulsionarse, sangre salía de sus ojos, boca, y de su parte trasera, deje de sostenerlo por el cuello, y lo tire al suelo, para que terminara de morir. Otros minutos pasaron, donde hubo varios gritos de agonía, e intentos de buscar ayuda, lo vi arrastrarse algunos metros, así que le pise la cabeza y lo detuve.
Y luego murió, talvez ahogado, o por el dolor, quien sabe.
-"Le-León." Una agradable voz, llamaba mi nombre, aunque era agradable, había un poco de temor en ella.
Me di vuelta, y ahí estaba ella, pelo rojo, y curvas despampanantes, era Ágata, una de mis sirvientas personales.
-"¿Ágata?, que haces por estos lugares" Le pregunte a la pelirroja.
Ella se tomó su tiempo en responder, vi como tomaba mucho aire para relajarse, y calmar los nervios, como culparla, cuando la torture tanto, pero lo merecía.
-"Shizuka-sama pregunto por usted, porque se demoraba tanto, y mi señora Kayle mi pidió que viniera a buscarlo."
-"Hm, comprendo" Ella suspiró aliviada cuando lo dije, seguro pensó que me enojaría con ella, ya que interrumpió mi pequeño acto.
En cuanto a Shizuka, tengo como un presentimiento, que me dice que está molesta, ¿pero por qué será?, mmmm, bueno, ya lo averiguaré. Pero antes, me burlaré un poco de esta chica.
Saque un pañuelo y me limpie la sangre que salpico mi cara, debí haber puesto una barrera, pero bueno, me limpie, y camine hacia ágata con tranquilidad, mire a mi alrededor, y había otra botella, la tome y la quebré en varios pedazos de vidrios que quedaron en mi mano. Me detuve en frente a la pelirroja, que tenía un poco de sudor en su rostro, y acerque el puñado de vidrio que tenía en mi mano, hacia su boca.
-"Ágata, que tal si abres la boca"
A ella no le gusto mucho, frunció el ceño y puso los ojos llorosos, sus manos temblaban todavía aún más, pero a pesar de todos esos síntomas de estar aterrorizada, todavía abrió la boca, mostrando lo leal que es, y lo bien que la entrene para llegar eso.
Y ya que mostró ser leal, solo me acerque a ella, y le robe un beso a sus cálidos labios, y dulce lengua, aunque ella se sorprendió, luego lo devolvió, aunque dudo que lo haya hecho por amor. Luego la tome de la cintura, y nos teletransporté a la puerta de mi hogar.
POV Shizuka.
El vapor cubría toda la habitación del baño, ya eran bastante tarde, pero decidí tomar un baño, no estaba sola, frente a mí, mi amiga y sirvienta, Ágata, su pelo rojo estaba suelto y flotaba en el agua. Tenía una piel bastante hermosa, era blanca y tersa, y unos pechos que le dan envidia a cualquier mujer, incluso a mí.
No es que me gusten las mujeres, no, incluso cuando León me pidió un trío, tuve que negarme. Siendo sincera, tenía bastante vergüenza de hacerlo con otra mujer. O sea, ¿Qué tengo que hacer?, ¿besar a la otra chica?, tocar las partes intimas de la otra, y hacerla llegar a un orgasmo, lo siento León, por lo menos para mí, es imposible hacerlo.
-"Se encuentra bien, Shizuka-sama." Dijo Ágata, sacándome de mis pensamientos, que eran un poco pervertidos, me pregunto si estoy un poco roja.
-"¿hm?, si todo bien, me encanta bañarme, es tan relajante, y te ayuda a cuidar tu piel."
-"Tiene razón."
Y luego de esa breve conversación, nos quedamos en silencio, hasta que ella se levantó y se excusó con que tenía que preparar la cena. Pero la detuve y le pedí se acercara y me diera la espalda, no, no era nada sexual.
-"Ágata, tus cicatrizas son más que la ultimas vez."
Pregunte, en su espalda había algunas cicatrices, se supone que era debido a su antigua vida, pero comencé a darme cuenta, que aparecían nuevas de vez en cuando, al principio no le tome atención, pensé que era cosa mía, y vi mal, pero ahora que veo bien, estas cicatrices son recientes.
-"Shizuka-sama, sucede algo." Dijo Ágata, ignorando mi pregunta, seguro quiere cambiar la conversación, parece un tema incómodo para ella.
-"Estas cicatrices son nuevas, como llegaron a tu espalda"
Las cicatrices no eran iguales a las otras, eran más superficiales, como si usaran un látigo, en las más antiguas son como cortadas con un cuchillo. O eso creo, no soy médico para saberlo.
-"Se equivoca Shizuka-sama, siempre estuvieron" Dijo Ágata, muy seria, casi le creo.
-"No soy idiota Ágata, he visto como dos nuevas cicatrices aparecieron, esta y esta." Le dije, mientras tocaba la piel de su espalda.
-"..." Ella solo guarda silencio, quizás pensado en una respuesta lógica.
-"Conociendo a León, dudo que alguien ajeno a esta casa lo hiciera, León es muy posesivo como para dejar que alguien dañe lo que es suyo, o a su familia, y Kayle no es de las chicas que dañaría a otra, a lo menos que la provoque, con todo esto dicho..., ¿fue León quien te hizo esas marcas?"
-"Shizuka-sama, creo que es mejor no seguir." Dijo ella, como suplicando.
La, mire fijamente y a pesar de su seriedad en su cara, no pudo ocultar ese pequeño temblor en su cuerpo, le tenía miedo a León, mmm, no sé que me ocultan estos dos, pero no me gusta, creo que hablaré con él, dudo que me oculte algo, si se lo pregunto.
-"Puedes irte, y si puedes, busca a León, ya es tarde."
-"Enseguida Shizuka-sama." Ágata se puso la toalla, dio una leve inclinación y se fue.
Luego que se fue, me hundí otra vez en el agua caliente, pensando las cosas. En realidad, no quiero saber que pasa con Ágata y León, porque no sé que hacer, suspiro, León tiene varios secretos, y sé que si se los pregunto, él me dirá todo, pero me da miedo encontrar cosas que no me agraden. Y si eso que me arrepienta de casarme con él, o si dejo de amarlo, o peor, y si él comienza a odiarme, porque para ser sincera, lo quiero mucho, y eso nadie lo cambiara.
¡AHHHHH, esto es una mierda...!, aun así, no puedo estar toda mi vida en la niebla, y caminado a ciegas, tengo que ver todas las cosas ocultas, ya que los secretos, son el inicio de los malos entendidos, y el rompimiento de muchas relaciones.
Eso me enseño el anime, muchas parejas se demoraban en formarse, solo por los malos entendidos, y por no ser sinceros. O se separaban por eso. Suspiro, bastante patético de mi parte, que lo único que sé de amor, venga del anime. Ya estoy en mis 20, debería ver telenovelas..., pero son muy aburridas, y tampoco estoy tan vieja, las telenovelas es para señoras casadas y con hijos.
Pensando en esos animes harem, no creo que sean la mejor referencia para mi situación, o sea, solo quedan con una chica, mientras las otras se quedan llorando, y sin un final que muestre que paso con ellas. Sniff, que triste por ellas. En eso le doy el pulgar hacia arriba a León, se quedó con nosotras dos, tres si contamos a Ágata, y nadie quedo triste.
Uf, El agua caliente me hace pensar tantas cosas, me pregunto si solo me pasa a mí.
POV 3.
León volvía a casa, para encontrar que todo estaba en orden, la cena estaba preparada, y sus dos amantes, lo esperaban en la mesa. Pero aun así, León tenía el ceño fruncido, porque su querida esposa Shizuka, lo miraba fijamente con los ojos entrecerrados.
Eso le daba mal augurio, pero aun así se sentó, y empezó a comer como si nada hubiera pasado. Kayle noto la mirada de Shizuka, y se preguntaba que mierda hizo Loen, para joder a Shizuka, siendo que esta jamás, pero jamás se enoja con León. No así con otras personas.
Shizuka explotaba fácil con los demás, y era de dar puñetazos sin dudarlo. Kayle todavía recordaba la vez que Shizuka fue estafada por una máquina expendedora, y no le dio su dulce. En resumen, la máquina termino con el vidrio roto, todos los duces en el suelo, y con Shizuka contenta.
Volviendo con la cena, fue bastante tranquila y silenciosa, hasta que alguien rompió el silencio.
-"León, golpeaste a Ágata." Shizuka estuvo pensado mil cosas, de como abordar el tema, hasta que al final, mando todo a la mierda, y decidió ser directa.
León quedó mirando el plato un segundo, y volvió a comer, no es que estuviera pesando las cosas, él ya había decidido ser sincero con Shizuka, y contar que tipo de persona es, es parte de ello.
-"Si"
Shizuka solo asintió, y se quedó mirado a León un segundo, ella no sabía como seguir la conversación.
Kayle que miraba todo desde el costado, no pensaba intervenir, no podía, por un lado estaba su esposo, y por el otro su hermana, y amiga de muchos años, ambos valían mucho para ella, e intervenir, solo la dejaría en una mala posición. Además, ella sabía, que León encontraría una forma de salir, pero no sería fácil.
León seguía disfrutando de las delicias que preparaba Ágata, tenía que admitir que chica era una buena adquisición. Después de todo, antes de que la conociera, solo comían comida preparada o de diferentes restaurantes, ya que, ninguno de los tres podía cocinar.
-"Entonces, quieres saber algo más Shizuka." Pregunto León, terminado con el silencio.
-"¿Por qué lo hiciste?" Pregunto Shizuka, quería saber todo el escenario, antes de dar su crítica, o saber qué hacer a continuación.
-"Cuando conocí a Ágata, ella era un militar entrenado, una asesina, fue enviada con otros 20 soldados para atraparme, una vez que hicieran eso, seguro sería encarcelado, torturado, y finalmente asesinado. Eran ellos o yo."
Shizuka dejo de comer, e intentaba absorber toda la información, después de todo, le dijeron, que su amiga y sirvienta, era una asesina, y que su trabajo era capturar a su esposo, ella estaba muy confundida, molesta, enojada, era un lío de emociones en ese momento.
-"Más lento León, que no entiendo, ¿querían capturarte?"
León asintió.
-"Y porque harían eso, ¿acaso estás metidos en negocios ilegales?" Pregunto Shizuka, preocupada, y aunque por dentro, también estaba molesta.
-"Bueno, en ese entonces, yo traficaba armas para distintas personas"
Ahora que recuerdo, mi abuelo me contó sobre un lunático que entro a la JSFD y robo varias armas, pero no solo en este país, hubo robo en varios más. Claro que ocultaron esta información para no causar pánico. Al parecer ese loco, es mi esposo. Pensaba Shizuka, que se mordía las uñas de lo nerviosa que estaba.
-"¿Tú fuiste?..., la persona que robo esas armas"
-"Si, robe y vendí muchas armas, y eso encendió las alertas, paso muy poco tiempo para que me rastrearan, y enviaran un escuadrón de elite a acabar conmigo, entre ellos, Ágata...."
León iba a seguir, para Shizuka lo detuvo, ella quería escuchar todo, pero también quería procesarlo. Además, le faltaba conocer el otro lado de moneda.
-"Ágata, todo lo que cuenta León es cierto, ¿tú...., querías matarlo?" Dijo Shizuka molesta y con el ceño fruncido, ella estaba enojada con León, por ocultarle cosas, pero todavía le preocupaba su bienestar, y saber que querían asesinarlo, la molesto mucho.
Ágata se sentía bastante mal, después de todo, para ella, Shizuka era una amiga, y alguien que quiere mucho, pero ahora, la misma persona que ella estima mucho, está averiguando cosas que ella no quería que supiera. Ella sabía que su pasado estaba manchado de sangre. Nada que ver, con Shizuka, que era una chica normal, que vivió una vida normal, alejado de la crueldad del mundo.
-"Si Shizuka-sama, mi equipo recibió una misión de capturar a León, y luego de eso, lo torturaríamos para conseguir información, recuperar lo robado y el dinero. Pero, fallamos, mi equipo pereció, y fui capturada por León."
-"Espera..., ¿tu escuadrón murió?"
Ágata asintió.
Shizuka ya sabia que León tenía sus manos llenas de sangre, después de todo, vendía armas, y se colaba a lugares peligrosos. Pero aun así, había una pequeña esperanza en ella, de que su esposo, su León, no era totalmente un monstruo.
-"¿Fue León?"
Ágata volvió a asentir.
León notó que Shizuka lo miro, esperando a que él se defendiera, y él dijera lo contrario. Pero León no lo iba a hacer. Shizuka, notando que León, no decía nada, negaba con la cabeza, con algunas lágrimas en su cara, y algunos pucheros. León se sentía mal, después de todo, él había hecho una promesa cuando se casaron, que siempre cuidaría su sonrisa.
Y hoy la rompió. Eso lo hacía preguntarse si era necesario contar la verdad sobre él, pudo ocultarlo todo, y dejar a Shizuka en una burbuja para siempre. Pero él sabía, que eso solo sería algo bastante cruel para su esposa.
-"No puedo negarlo Shizuka, y aunque no quieras escucharlo, asesine a muchas personas, pero no me arrepiento."
-"¿por qué?" Pregunto Shizuka.
-"Porque lo hice, un poco de diversión, otro poco porque era necesario, todos los que asesine, eran ladrones, violadores, abusadores, no es por justificarme, pero en mis acciones, eran las correctas."
-"Sniff, porque, Sniff, porque ocultarme todo esto, porque no decirme desde el inicio, que eras..."
-"Un monstruo, un villano, un terrorista." Dijo Leon con tranquilidad, aunque el estaba molesto y sabia que en parte, es su error por no contarle, pero leon no es de las personas que arreglaría un problema con violencia, bueno si, pero no contra de su propia mujer.
-"¡Si, porque no lo mencionaste!" Respondió Shizuka indignada, no tanto por como era, si no, por ocultárselo y mentirle.
Leon crispo la ceja, a el no le agradaba que le gritaran, pero se aguanto, el sabia que si levantaba la voz, eso provocaría un evento en cadena, done el grita, y Shizuka grita mas fuerte, y al final, ambos van a decir, lo que no quieren decir.
-"Por idiota, pero ya hecho esta, no podemos volver atrás Shizuka, y ahora, que quieres hacer."
-"Shizuka, ve a descansar." Kayle no dejo que respondiera.
-"Kayle..., ¡espera!, ¿tú sabías?" Dijo Shizuka, en tono de reproche.
-"Si, y no, no te pediré perdón, ni diré que me arrepiento, porque eso no cambia anda, pero te daré un consejo, ve a dormir, o mira un manga, distrae tu cabeza un poco, ahora estás muy alterada, además recibiste mucha información..., te lo digo como consejo Shizuka, si tomas decisiones en este estado, solo serán malas."
Shizuka miraba a su hermana, que también le oculto cosas, quería quejarse un poco con ella, pero al final, decidió hacerle caso. Ella sabía, que Kayle, solo quería lo mejor para ella.
-"Está bien, iré a mi habitación."
León vio como Shizuka se iba, y la siguió con la mirada, hasta que atravesó el marco de la puerta, en ningún momento ella miró atrás. Él solo podía suspirar, y esperar, necesitaba darle tiempo para que procesara todo.
Kayle miro a León, ella estaba un poco molesta, ya que casi lo hunde con él, y ella no quería meterse en la discusión, pero al final, ella también es parte del problema.
-"¡León!, por tu culpa también estoy en este problema."
-"Lo tuyo no es tanto así que no te quejes, incluso espero que le hagas compañía esta noche."
-"¡¿Crees que me dejara entrar?!" Kayle grito molesta, aun así, León respondió con tranquilidad.
-"Si, ella necesita compañía ahora, así que come, y ve con ella."
-"Suspiro, espero arregles el problema luego, no quiero que la situación se vuelva incómoda, en cuanto a ti ágata."
Ágata se quedó pegada en su silla, esperando que le gritaran, pero recibió una grata sorpresa.
-"Yo ya sabia que intentaste matar a León, y estuve molesta algún tiempo, pero ya te perdone, y te considero una buena ayudante, tu comida es deliciosa, y cuidas muy bien de la casa, y Shizuka. Para mí, tú ya pagaste tu error."
Aunque nunca tuviste la oportunidad de hacerle algún daño a León. Pensó Kayle, ella sabía que Ágata solo había caído en la trampa de León, por eso no estaba enojada con ella.
-"Gracias mi señora." Respondió Ágata, muy agradecida de que la perdonaran.
-"Iré con Shizuka, confió en ti León."
León asintió, intentaría solucionarlo, pero el sabía que debía darle tiempo, mientras tanto, siguió comiendo, Leon no es de las personas que se amarga todo el día por un error que tiene solución. El seguirá con lo suyo, y su conquista.
POV León.
Una semana a pasado desde que Shizuka se enojó conmigo, al primer día, no comió nada, al segundo, ágata tuvo que cocinarle todos sus platos preferidos, y llevárselo, se los comió todo. Al tercer día, se es le escuchaba reír y todo, además, ya se reconcilió con Kayle.
Al 5 día, ya se había reconciliado con Ágata, y la había perdonado. Y hoy, bueno, estaba bastante tranquila, pero todavía no sale de la habitación, aunque ha mejorado, y no parece tan enojada. Luego de terminar mi asunto de hoy, me reconciliaré con ella. Creo que tuvo tiempo más que suficiente para pensar en todo.
Pero Bueno, ahora dejemos eso de lado, ahora es momento de despejar mi mente.
Hoy era el segundo día en que entrenaré a Hanabi, el primer día fue más que nada, cosas básicas, así que no pude tocarla demasiado.
POV 3
Hanabi, la belleza rubia de ojos dorados, había terminado su día laboral, y aunque debería estar cansada por todo el trabajo, ella iba toda contenta y dando brincos. Hanabi se dirigía hacia el piso inferior de la cafetería, donde se encontraba un pequeño campo de entrenamiento, era algo parecido a un dojo cambiando con un gimnasio.
El lugar estaba muy bien iluminado, constaban con calefacción y purificadores de aire, incluso tenía un Onsen natural, cuando Hanabi vio eso, sus ojos brillaban, no esperaba la hora de poder meterse.
-"Bienvenida, te ves alegre."
-"¡hm, siempre es divertido estar con usted León-sama!"
-"Veo, que tal si te cambias, y empezamos."
-"¿um, León-sama.?"
-"¿Si?"
-"¿Podría ocupar el Onsen?" Pregunto Hanabi.
-"Por supuesto, terminaremos antes, y podemos entrar juntos."
-"¡Ju-juntos.!" Dijo Hanabi en pánico, y toda roja.
-"Tienen algún problema con eso, ¿o tienes miedo de que te haga algo?"
-"yo, eh, yo,mm." Hanabi se tocaba los dedos, un poco indecisa en como responder.
-"¿No confías en mí?" Dijo León, un poco apenado.
-"¡Por supuesto confió en usted!, es que..., ¿no le molesta que lo vea?" Hanabi no dudo en responder.
-"No es que entremos desnudo, usaremos una toalla."
Hanabi se puso roja, imaginándose como sería su jefe en toalla, casi le sangra la nariz, de la calurosa imagen que se formaba en su mente. Ella tenía que admitir, que su jefe era muy guapo, además, era el único hombre, con el que había tenido tanto contacto físico, e intimo. Exceptuando su padre.
No es que ella se quejara, ella confiaba mucho en León, después de todo era casado, y hombre adulto. Ella pensaba, que nunca le haría nada malo.
-"Estás bien Hanabi."
-"S-sí, estoy bien, pe-pero, está seguro, ¿no es casado?, ella no se enojará conmigo si sabe que lo vi con toalla." Hanabi no le molesta ver a León en toalla, si no, que él era casado, y no quería causarle problemas.
-"No debes preocuparte por ella (si no por ti pensó León, peor no lo dijo), además, estaría muy contento, compartir el Onsen, con una mujer, tan hermosa como tu."
-"¡he-hermosa!" Dijo Hanabi, que agachaba la cabeza, intentando ocultar su sonrojo y vergüenza.
Hanabi recibió un golpe directo a su corazón, después de todo, nunca le hacían cumplidos. No es que los hombres fueran ciegos, es que su amigo de la infancia los alejabas de ella. Pero él no lo hacía apropósito, este efecto pasaba, ya que él era muy popular, y tenía muchos amigos además de que el tipo era líder del equipo de futbol, y uno de los mejores deportistas de la escuela.
Solo con eso, bastaba para alejar a los idiotas de Hanabi, nadie se atrevería a coquetearle.
Claro que esta situación, fue un arma de doble filo, ya que Hanabi, pensaba que no era muy hermosa, ya que nadie se lo decía, ni siquiera su amigo de la infancia. ¡Si!, ni siquiera él, ya que era muy tímido para hacerlo. Gracias a esto, Hanabi no se tenía en un pedestal, ni pensaba que era la más bonita, ella se encontraba bastante promedio.
Y siempre se sintió un poco inferior con las demás chicas, ya que ellas si recibían halagos.
Hanabi que estaba roja, corrió a cambiarse, una vez dentro, se quedó pego a la puerta unos segundos. En su mente la palabra hermosa sonaba a cada rato, y la hacía sentirse cálida, y su corazón latía como loco.
Luego de un minuto, la chica se abofeteó la cara para salir del estupor, y se cambió rápidamente, en solo unos segundos, ya estaba en ropa interior, usaba bragas blancas que tenían estampado de un osito al frente y detrás, y un sostén blanco a juego.
El entrenamiento duro 30 minutos, donde León hizo sudar bastante a Hanabi. Gracias a eso, la ropa deportiva, se le pagó todavía más al cuerpo, acentuando sus curvas, mostrando sus pezones, que por x motivos, estaban erectos, y además se podía ver como sus mallas deportivas, marcaban su coño.
Era una figura muy erótica, pero ella no se deba cuenta, estaba tan cansada por el entrenamiento, que no se fijó, solo fue directo al baño, para entrar al Onse. En cuanto León, disfruto del placer visual que le daba Hanabi, tenía que admitir, que era más excitante ver una mujer así, que desnuda.
León guardó la imagen en su memoria, y fue al Onsen, que contaba con un lavado para lavar su cuerpo del sudor. Antes de entrar, se sacó la ropa y la tiro a un lado, ni siquiera la ordeno, ya que nunca lo hacía, León siempre tiraba su ropa por todos lados, ya que tenía muchas sirvientas.
Una vez adentro, no se apuró en bañarse, tomo una toalla, y se la puso en la cadera.
Hanabi ya estaba lista para entrar al Onsen. Ella solo vestía una toalla que cubría sus pechos, y su coño, que tenía un poco de bello rubio, era muy corto, casi no se notaba simple vista. Ella ingresó, y vio a León que estaba a punto de lavar su espalda, él lo había hecho deliberadamente, para que, para esto.
Hanabi se acercó a León, y no encontró mejor idea, que lavar su espalda, ella no lo encontró raro al inicio, ya que le siempre limpiaba la espalda a su padre cuando pequeña.
-"¿Puedo limpiar su espalda León-sama?"
-"Se agradecería"
Hanabi asintió alegre, ya que sentía, que con eso, le devolvía un poco de todo lo que León, le ha dado. Ella se sentía un poco en deuda con él. Primero busco un banquillo, y sentó detrás de la espalda de León, tomo el jabón que estaba en una jabonera de madera, y comenzó a lavarle la espalda.
Hanabi estaba muy curiosa, así que de vez en cuando, tocaba la espalda de León con la mano desnuda. Pero Cada vez que lo hacía, ella se sentía rara, un hormigueo sacudía su parte inferior. Además sus ojos, no dejaban de mirar el trasero de León, ella no sabía por qué, pero quería tocarlo.
León notó cada acción de Hanabi, y estaba contento con el resultado, ya que con esto, despertó la curiosidad sexual de la chica, uno que está durmiendo. Con eso basta para hoy, aunque si él quería, podía llegar más lejos, pero eso no serviría, ya que Hanabi se sentirá demasiado culpable si cruzaba la línea ahora, era demasiado luego.
Así que decidió terminar el espectáculo.
-"Estas lista Hanabi"
-"¡ah, s-si, claro!" Dijo Hanabi, que con rapidez, tomo la manguera y barrio todo el jabón de la espalda de León.
Estúpida Hanabi, que te pasa hoy que esta tan distraída, y si hubiera pescado un resfriado, suspiro, no entiendo que me pasa, y que pasa con esos pensamientos en mi cabeza, seguro es culpa del calor, si eso es. Pensó Hanabi, que decidió no pensar demasiado en sus sentimientos, ella no quería enredarse en algo que no entendía, y parecía complicado.
Continuará.