La única forma de alejarme de la locura es conseguir una fuente de alimento que logre calmar mi hambre y me aleje de mis instintos primarios. Sin embargo, no creo que sea una tarea fácil, mas teniendo en cuenta que el frio cada vez es más intenso.
Aunque quisiera salir corriendo, buscando una salida, sé que mis posibilidades de salir de este bosque sola son casi nulas. Esto debido a que, como vi cuando estaba cerca del risco, el bosque está rodeado por altas y empinadas montañas imposibles de escalar. Solo se encuentra una pequeña entrada y salida. Que asumo que debe de estar supervisada en todo momento.
Probablemente nadie me crea si llego a decir que caí por error, sin mencionar que no puedo comunicarme como humana con este cuerpo. Solo puedo esperar cerca de la entrada que llegue alguien del pueblo a rescatarme. Tan solo espero que en realidad lo hagan…
Mientras estaba perdida en mis pensamientos, me percate de que había una luz que iluminaba cierta parte del bosque. Recordé la historia que había dicho la sacerdotisa sobre que se pueden pedir deseos a la luz si te acercas lo suficiente. Nunca he creído mucho sus historias, pero hoy me he dado cuenta de que lo que dice es verdad. Por lo que, tal vez si llego a la luz logre encontrar una mejor solución.
Así que, me aleje de mi árbol a buscar donde comenzaba la luz. Sabía que esta decisión era bastante arriesgada y que estaba perdiendo mi "refugio" de noche, en búsqueda de una esperanza posiblemente vacía. Aun así, debía de arriesgarme, ya que no sabía si la iba a ver en las próximas noches.
A medida que me acercaba, la luz era más intensa y mi miedo y atención a los detalles crecía. Si la luz a mi me llamaba la atención en la noche, definitivamente también iba a llamar la atención de otros residentes.