-Hoy vamos a hablar del periodo de vida- dijo la sacerdotisa.
-Como todos sabemos, después de que el planeta madre muriera por nuestras acciones, la diosa nos dio una segunda oportunidad. Nos dio este nuevo mundo y para que no cometiéramos el mismo error, nos dio el regalo de tener una forma animal.- Continúo diciendo mientras que nos miraba a los ojos, uno por uno.
-Sin embargo, cada don tiene un precio y nosotros debemos de pagar con nuestra esperanza de vida. Cada vez que volvemos a nuestra forma animal, perdemos tiempo de vida. Al transformarnos en nuestro animal obtenemos todas sus características, sus ventajas y desventajas y como se sabe, muchos animales viven menos que los humanos. Por lo que, entre mas tiempo estemos con nuestra forma animal, más rápido envejecemos. Bueno, hay animales que son la excepción, como algunas tortugas y reptiles.
Aun así, pasar mucho tiempo con forma animal, pude generar daños en el cerebro que son irreparables. Por lo tanto, usted debe de entender que su forma animal es un don y debe de ser usado solo en situaciones extremas.-
Nunca imagine que había esos secretos detrás de la transformación en animal, admito que desde que volví a mi forma humana no he intentado ningún cambio. Pero no lo hacía porque no lo consideraba necesario, aunque puede que una parte de mi se encontraba reacia a realizar el cambio. Sin embargo, esto explica por qué no había visto ningún animal merodeando por la tribu y por que los cazadores no salen con sus formas animales a buscar comida.
Me pregunto de que especie serán mis hermanos y mi padre…
Mientras estaba reflexionando la clase termino y fue Quinn el que me despertó de mis divagaciones. Me sentí muy avergonzada, es el primer día de clases y ya metí en problemas a mi hermano y dejé de prestar atención.