下載應用程式
86.95% Entre Dos Mundos / Chapter 20: Capítulo 19

章節 20: Capítulo 19

Derek:

Entro en la habitación de papá, veo que él y Carly que están dormidos en sus respectivas camas, me tomo un momento para decidir con cuál de los dos compartiré sueños esta noche, después de meditarlo un momento me decido por mi pequeña hermanita. La levanto con sumo cuidado para llevarla a un extremo de la cama y así poder acurrucarme a su lado, cuando ya estoy acurrucado a su lado, me alegro de no haberle perturbado el sueño. Los ronquidos de Papá resuenan en la habitación como todas las noches pero por primera vez en años no me importa, solo tengo ganas de dormir, después del largo y estúpido día que he tenido que vivir hoy, estoy seguro de que apenas mi cabeza toque la almohada caeré en un sueño profundo.

Emma:

Llevo mis maletas una por una al cuarto de Kalem y mientras no puedo dejar de pensar en lo que Derek me ha dicho, pude ver en sus ojos la determinación que tiene de proteger a su familia y seguir con su plan cueste lo que cueste. Cada que llevo una nueva valija al interior del cuarto intento hacer el menor ruido posible para no molestar a Kalem. Él está en su cama cubierto de pies a cabeza con un cobertor rojo, supongo que ya está durmiendo pues no hace ni el mínimo movimiento a pesar de mi torpeza en la oscuridad; noto que en la habitación no hay más que una cama, y Kalem está acostado en ella, es bastante amplia como para que quepan dos personas, pero la verdad es que preferiría dormir en el sofá, no puedo creer que Derek haya olvidado mencionar que al decirme "dormirás con Kalem" se refería literalmente a que dormiría en la misma cama que él. Hace unas horas no quería que si quiera me acerque a su hermano y ¿ahora me manda a meterme a la cama con él?, nunca entenderé su forma de pensar.

Mientras pienso en como resolveré mi descanso de esta noche, noto que un resplandor sale de la ranura de una de mis maletas, me acerco y abro la cremallera para sacar mi Ipohone que esta encendido debido a los mensajes que me llegan sin descanso, cuando lo tomo en mis manos, veo diez mensajes de Gretel en la pantalla.

Al leerlos caigo en cuenta de que me he olvidado por completo que hoy festejaríamos el cumpleaños de su hermana mayor Lian en el club nocturno IVA, esto lo habíamos planeado antes de que aceptase la misión y le prometí que iría. Tengo tantas ganas de salir de aquí y volver a mi vida normal aunque sea por unas horas, que haría lo que sea para llegar hasta el centro de Heatchbean. Miro a Kalem para asegurarme que no se ha percatado de que estoy aquí, la figura cubierta por la manta permanece inmóvil en la cama y tienta a mi idea de escapar por unas horas de este lugar, si soy precavida nadie se dará cuenta que salí de aquí, excepto las protectoras, pero no creo que les importe que salga esta noche, siempre y cuando no estropee la misión.

Después de pensar un momento, tomo una decisión esperando no arrepentirme, sostengo mi Iphone y le contesto a Gretel, le pido que venga por mí a la frontera, ella no tarda ni dos segundos en aceptar.

—Te veo ahí en quince minutos— responde acompañando su texto de muchas caritas felices. Para estar aquí en quince minutos supongo que vendrá en uno de los híbridos de su familia.

— Por favor procura que no te vean, lo último que quiero son problemas con la orden— le digo esperando que me haga caso. Cuando estoy segura de que el mensaje ha sido enviado, comienzo con el armado de mi atuendo.

Busco en la maleta mis prendas de noche favoritas, lastimosamente a Gwen no se le ha ocurrido empacarlas, mientras pienso en cómo resolver la situación, reniego por no haber podido darme un baño desde hace dos días, tendré que pedirle a Gretel que pasemos por mi casa antes de ir a IVA.

Meto la ropa que creo puede funcionar en mi mochila para usarla en caso de que no podamos pasar por casa y salgo por la ventana del cuarto de Kalem intentando hacer el mínimo sonido, me aseguro de dejarla abierta para poder volver a entrar más tarde.

Las calles en este lugar me causan escalofríos de noche, por ellas corre un viento desolado que anuncia peligro a cada esquina, me siento tan mal como el día en que llegué, una sensación de inseguridad no deja que mi mente se centre en lo importante. La valla que divide la zona de los protestantes del resto de Hatchbean por suerte se encuentra bastante cerca a la casa de Derek o Luke o como quiera que se llame ahora. Después de unos minutos caminando por el polvo me alegro al ver la valla divisoria a unos cien metros de distancia, está construida con material reciclado y es bastante alta a pesar de eso, me pongo nerviosa al darme cuenta que es custodiada por los vigilantes, tendré que hablar con ellos si quiero salir.

Me acerco caminando con lentitud y con cada paso que doy voy creando excusas en mi mente para que mi salida pase desapercibida. Cuando me encuentro a solo unos pocos metros de la valla uno de los vigilantes escucha mis pasos y se voltea, con un silbido apenas audible hace que el resto de sus compañeros fijen su mirada en mí, no dejo que sus miradas me intimiden y sigo caminando hacia ellos. A pesar de tener un vasto conocimiento en defensa personal me siento algo vulnerable aquí en medio de la oscuridad a miles de kilómetros de casa. Solo yo frente a cinco vigilantes que me doblan en tamaño.

—¿qué haces a estas horas deambulando aquí afuera tú sola?, ¿estas perdida?— me pregunta el vigilante que está más próximo a mí, trae la cara tapada con una bandana tan solo puedo ver sus penetrantes ojos marrones. Los vigilantes que están detrás de él se miran entre sí.

—Necesito ir a mi casa por mis pertenencias— es lo único que me sale de la boca. Tenía toda una historia planeada pero se queda en mi mente sin salir a la luz. Me reprocho a mí misma por no hablar más.

—Empecemos por tu nombre— me dice el Vigilante con una voz grave que resuena en el vacío de la noche.

—Cleo... soy la nueva integrante del grupo protestante de Derek Fair. Mis padres se han enterado de mi decisión y he sido exiliada de mi hogar, es por eso que decidí escabullirme esta noche para recuperar mis pertenencias o lo que queda de ellas— la historia inventada sale como vomito verbal a una velocidad impresionantemente rápida. El vigilante me mira con una expresión incrédula.

—¿Cómo dices que te llamas?— me pregunta. Al parecer no ha tomado atención a mi mentira.

—Cleo Stone— me limito a responder.

—¡Hey Mike, revisa si hay una Cleo Stone en la lista de protestantes de los Fair!— le indica el vigilante con el que hablo a otro que está más lejos de nosotros. Solo espero que Derek haya puesto mi nombre en esa lista.

El vigilante que al parecer se llama Mike, camina hacia una pequeña choza que está al lado de la puerta de la valla, mientras espero que revisen mi nombre comienzo a pensar en todas las probabilidades que tengo de que descubran quien soy, si se da cuenta de que soy una protectora o una infiltrada ellos no dudaran en hacerme algún daño, no todos son como Derek. Las armas que traen me intimidan, no estoy segura de que tan letales pueden ser pero son enormes, estoy completamente segura de que podrían matarme. Aunque sea la reina de la defensa personal, no creo poder vencer a cinco personas armadas. Me reprocho a mí misma por arriesgar tanto por una simple fiesta, ¿es que acaso soy estúpida?, ¿vale la pena arriesgar mi vida por una fiesta? ¿Vale arriesgar la misión, por una simple fiesta?, claro que no, no lo vale. Mierda ¿porque vine?. Mientras me pierdo en mi miedos, noto que el vigilante está observándome fijo, eso no me ayuda en nada, su mirada me está incitando a salir corriendo, tengo que irme, no puedo creer que tome tanto buscar un nombre en una lista.

—Si está en la lista— dice Mike desde dentro de la choza. Siento un alivio enorme correr por mi cuerpo al escucharlo.

—¿estas segura de que quieres caminar sola por la carretera a estas horas?— me pregunta el vigilante. Ahora suena más amable que antes.

—Sí, no hay problema— le digo despreocupada.

—Esta no es una zona de fiar, ten mucho cuidado— me dice mientras hace señas para que abran la gran puerta metálica.

La puerta chilla por el óxido mientras los vigilantes halan unas cuerdas con esfuerzo. No le respondo al vigilante, simplemente asiento a modo de gratitud y salgo al otro lado de la valla, la puerta se cierra a mis espaldas y mis ojos solo ven oscuridad, todo está negro apenas puedo saber si estoy caminando en línea recta, enciendo mi iophone para tener un poco de luz. Camino a lo largo de la carretera intentando calcular un kilómetro, pues Gretel me advirtió que se estacionaria en el lago Hut, que se encuentra maso menos a esa distancia de la frontera. Mientras sigo caminando llegó a ver unas luces blancas entre la yerba, algo me dice que es Gretel, pero la desconfianza me gana y me acerco con sumo cuidado lista para atacar.

—¿Emma?— escucho decir.

—Si soy yo— respondo.

—Apresúrate y vayámonos de aquí antes de que alguien nos vea— me dice Gretel a la que no puedo ver aun.

Empiezo a correr hacia las luces, hasta que al fin veo el híbrido blanco de Gretel estacionado al borde de la carretera y a ella parada al lado.

—¡Hola hermosa, me alegra verte!— me dice entusiasmada – ¡sube, sube!— me ordena.

Me subo al lado del pasajero a la par que ella y apenas me ajusto el cinturón de seguridad, pone en marcha el vehículo, siento una presión en el estómago cuando el híbrido se eleva en el cielo, pero eso es normal ya que hace mucho no volaba en uno de estos. Gretel es de las pocas que aun los conserva, ella dice que son más rápidos que lo nuevos modelos, pero la verdad es que yo no noto diferencia alguna.

—Oh Emma, ya pareces una de ellos— me dice mientras se ríe a carcajadas.

—¿Por qué lo dices?— le pregunto desconcertada

—Por esa ropa y ese pelo descuidado— me dice aun riendo. Por alguna razón su comentario me molesta.

—¿Tienes idea de lo difícil que es vivir en ese lugar?— le pregunto intentando no sonar grosera.

—No, no tengo idea y tampoco quiero tenerla— me responde recorriéndome con sus ojos de pies a cabeza — ¿tan duro es?— me pregunta seria.

—Sí ¡lo es!, de verdad es demasiado traumaste, solo comen arroz, todos los días desayuno, almuerzo y cena, no tienen aire acondicionado, solo tiñen un iophone por familia y además con saldo limitado — Gretel hace cara de disgusto.

—¿Cómo pueden vivir así?— me pregunta asqueada – bueno, hay que pensar en que fue su decisión, no tenemos por qué juzgarlos— Gretel hace una pausa y mira al camino un momento— y ¿qué te parece mi atuendo hoy?— me pregunta sin quitar sus ojos del camino.

— Pues el vestido blanco y corto hace resaltar tus curvas y también tus lindos ojos oscuros— Gretel sonríe cuando me escucha— y tu pelo recogido hace un contraste perfecto— finalizo diciendo.

—No sabes cómo extrañaba tus observaciones sobre mi estilo— me largo a reir.

—Pero apenas son dos días que no nos vemos— le digo aun riendo –aunque yo también extrañe pasar tiempo contigo.

—Em, no te sientas mal, te prometo que vendré por ti siempre que necesites e iremos a comer tus comidas favoritas o a donde tú quieras. No porque estés en esta misión tienes que sufrir el castigo que ellos eligieron por idiotas y además estar alejada de tu mejor amiga— me dice Gretel acariciándome el pelo— ¿está bien?, prométeme que me avisaras si te sientes mal para que venga por ti.

—Es que Gretel, no es así de fácil es una misión supuestamente secreta, si alguien te ve por ahí conmigo y descubren que eres de la orden, danos por muertas a las dos— le digo suspirando.

—Sé que es peligroso Em, pero podemos arreglárnosla para vernos sin que se den cuenta de nada yo haría cualquier cosa por que tu estés bien, incluso arriesgar mi vida, pero no sé porque estas tan asustada, si tú ya eres profesional en esto de pasar desapercibida, si hasta me entere que estas quedándote en la casa de ese Lider Derek, ¿Cómo lo has conseguido?— me pregunta entusiasmada.

—Si te contara como lo he conseguido, no me lo creerías nunca— estoy dudando de si contarle o no todo lo ocurrido con Derek, si se lo cuento y esto sale mal, la estaría haciendo parte del crimen y nunca me perdonaría hacerle eso a mi mejor amiga.

—Pues cuéntamelo, tenemos tiempo— me insiste.

—No, es mejor que no. Son cosas de la misión que Gwen me ha pedido no se lo comenté a nadie— me odio por estar convirtiéndome en una mentirosa y lo peor con mi mejor amiga a la que nunca le he guardado un secreto.

—Bueno, si Gwen lo ha ordenado así... no me meto más en el asunto— me dice.

—Gretel, ¿puedes llevarme a mi casa antes de ir a IVA?, necesito darme un baño— Cambio de tema para romper con el silencio, Gretel asiente sonriente.

—Claro que sí, tienes que ponerte hermosa esta noche, ¡pues es noche de juego!— me dice entusiasmada

Después de unos minutos llegamos a mi casa, le pido a Gretel que me espere. Me siento entusiasmada de volver a casa, por eso me apresuro a llegar a la puerta de entrada, cuando la abro el olor a limpio me penetra, son tan solo dos días que estuve fuera, pero siento como si hubieran pasado meses. Como ya va a ser media noche seguramente mis padres están dormidos, me gustaría mucho poder saludarlos pero prefiero no hacerlo, puede que tengan una reunión importante por la mañana.

Subo a mi habitación, al entrar siento que la extrañe demasiado, no me demoro mucho en pensar como me siento y elijo la ropa que me voy a poner, luego me doy un baño rápido, me visto lo mas rápido, salgo de la casa.

—Esa es la Emma que conozco— me dice Gretel entusiasmada, cuando entro en el híbrido.

—Opiniones sobre mi atuendo— le digo entusiasmada.

—Tu vestido rojo, acampanado resalta a la perfección tu pequeña cintura y el color contrasta a la perfección con tus ojos color miel— me dice moviendo las manos alegóricamente— y ese peinado medio recogido te queda divino— hace una voz simplona en la frase final y ambas empezamos a reír.

—Vamos a la fiesta de una vez, que tengo que volver antes del amanecer— le digo poniéndome le cinturón de seguridad sin dejar de reír.

Gretel me hace caso y pone en marcha el hibrido. En un cuarto de hora ya estamos haciendo fila para entrar en el club.

— Espero que esta noche vengan muchos chicos guapos— Gretel se muerte el labio mientras me mira entusiasmada – es por eso que Lían a elegido venir a IVA, siempre llega carne nueva—al escuchar a Gretel hablar me entran las ganas de jugar, me doy cuenta que no lo he hecho hace mucho.

—Esta noche estoy lista para ganarles a todas— le digo poniéndome lápiz labial.

—Eso lo veremos— me desafía mientras la mujer que vigila la puerta revisa nuestras huellas dactilares en la máquina de la entrada del club.

—Pueden pasar— nos dice abriendo la puerta.

Al entrar la música esta tan alta que retumba en el interior de mi cuerpo y hay luces de colores como flashes revoloteando por todas partes, el club está completamente lleno, apenas hay espacio para caminar. Lían nos hace señas desde el fondo, es fácil verla ya que las protectoras siempre tenemos una mesa en la zona V.I.P y solo entra quien queremos que entre. En la mesa están las amigas de Lían, son protectoras mayores que Gretel y yo, pero aun así las conocemos muy bien, ellas fueron nuestras mentoras este último año.

—Chicas, llegan justo a tiempo para jugar— nos dice Lían

—¡Sí!, no sabes la odisea que pasamos para llegar aquí— le doy un abrazo al saludarla —¡felicidades!— le digo. Ella me agradece y me entrega un vaso con bebida. Es un líquido de color morado que creo es Vodka pero no estoy segura. Aun así me lo bebo de un trago.

—¿Vas a jugar esta noche Emma?— me pregunta Lían, entregándome otro vaso.

—Sí, ¡claro que sí!— le digo bebiéndome el segundo vaso.

— Pues entonces comencemos— me dice, llamando al resto de las chicas con la mano para que se aproximen a nosotras. —¿Quién quiere ser la primera?— pregunta cuando todas están a su alrededor.

—Yo— le dice Gretel. Lían asiente orgullosa.

—Serás tú, contra Tania y jugaran por....— Lían hace una pausa para levantar la cabeza y mirar a su alrededor— por ese rubio de allá, el de la camisa blanca— el rubio está bailando con un grupo de amigos, no parece ser un tipo muy seguro de sí, pero es bastante lindo.

Gretel y Tania se aproximan a él, todas estamos atentas a ver cuál de las dos se lo gana primero, Gretel se acerca y se presenta con una amable sonrisa y luego lo invita a bailar, Tania imita su acción, pero el chico termina negando su invitación y se queda bailando con Gretel. Tania viene hacia nosotras algo molesta.

—Creo que tu hermanita gano – le dice a Lían y se siente en uno de los sofás que están detrás de nosotras.

—No tan rápido, tenemos que ver el beso— le responde Lían sin perder la vista de Gretel.

Gretel está abrazada del chico mientras bailan muy cerca el uno del otro y al parecer él está muy cómodo con ella entre sus brazos. ¿Quién no lo estaría con una chica tan linda?.

—Ahí viene el beso— anuncia Lían. Pongo más atención a la pareja y me doy cuenta que Lían lleva razón, están a punto de besarse.

—¡Lo hizo!— grita Ros, una de las amigas de Lían. Ella se da la vuelta y mira a Tania.

—Tienes razón, mi hermanita te gano— le dice orgullosa. Tania vuelca los ojos.

Gretel, besa al chico una y otra vez y sigue bailando con él, de verla disfrutar así ya me dieron ganas de jugar.

—Lían, ahora yo quiero jugar— me tomo un quinto vaso de esa sustancia morada.

— ¡Así me gusta Em!, pues tu jugaras contra Ros— Ros se mueve entre las chicas y se para a mi lado— y conquistaran a esa preciosura vestida de rosa— nos dice señalando a un chico de pelo oscuro y ojos grandes que esta sirviendo unos tragos. Me tomo un sexto vaso y me aproximo a él junto con Rose.

—Ni creas que me vas a ganar esta— me dice Rose acomodándose el pelo.

No le respondo nada, en lugar de eso me apresuro para llegar antes que ella donde el chico. Cuando ya estoy cerca de él, tropiezo al propósito y le doy un ligero empujón, el voltea molesto pero apenas me ve su expresión cambia.

—Disculpa— le digo fingiendo inocencia— es solo que el piso esta resbaladizo— me excuso lanzándole una sonrisa tímida.

—Oh tranquila, no pasa nada— me dice devolviéndome la sonrisa.

—Déjame compensarte comprándote un trago o con un baile— al escucharme lanza una risita.

—Creo que prefiero el baile— me dice tomándome de la cintura. Tomo su mano y me lo llevo a la pista. Rose me mira a corta distancia con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos.

— ¿Viniste sola?— me pregunta el muchacho.

—No, estoy con unas amigas— le digo, esperando que no me pregunte nada más para que pueda besarlo de una vez.

—Y ¿Cómo te llamas?— pregunta.

—No te interesa saberlo— le digo aproximando mi rostro al suyo.

—Sí, tienes razón creo que no me interesa— me dice acercándose aún más mientras seguimos bailando.

—Eres muy lindo— le digo tomándolo del cuello, al instante él me toma de la cintura. Ya lo tengo.

—Tú también eres muy linda— me dice acercando mi cuerpo al suyo con sus manos. Lo miro directo a los ojos y sin más rodeos le doy un beso. Sus labios son suaves y saben a alcohol y tabaco, cierro los ojos para sentir el beso con más intensidad, la música sigue resonando en mi cuerpo y mis manos acarician su cabello mientras el beso se hace más intenso. – Que bien besas— me dice tomando un respiro. Abro los ojos y cuando estoy a punto de agradecerle, veo a Kalem parado a unos metros de mí.

Pierdo la noción del momento por un segundo, me quedo pasmada y me pongo nerviosa.

—Disculpa, me tengo que ir— le digo al muchacho. El me mira desconcertado.

—Pero apenas empezábamos, no seas aguafiestas ¿tan mal beso? — me pregunta sin soltarme.

—¡Suéltame!— grito empujándolo. El me suelta de inmediato levantando las dos palmas en el aire. De inmediato me siento mal por tratarlo así, pero los nervios me consumen.

—Tranquila— me dice asustado. No le respondo y me dirijo hacia mis amigas.

Camino lo más rápido que puedo intentando no mirar atrás para que Kalem no pueda verme.

—Muy bien Em, le ganaste a Rose— me dice Lían cuando llego a donde están —creo que la siguiente ronda será entra tú y Gretel ambas le han ganado a mis mejores chicas— me dice divertida. Pero casi no tomo atención a sus palabras, estoy ocupada buscando con los ojos a Kalem.

Estoy casi segura que era el, o ¿estaré siendo paranoica?, ¿Qué debería hacer si es realmente el?, ¿debería hablar con todas y explicarles que si alguien pregunta por mí no digan que soy protectora?, pero ¿Qué haría Kalem en un lugar como este?, no dejan entrar protestantes. Es prácticamente imposible que sea el, pero de todas formas no puedo correr el riesgo, tengo que hablar con las chicas a fin de cuentas son como mi familia.

—Lían, tengo algo importante que decirles antes de que sigamos con el juego— le digo seria y preocupada, Lían cambia su sonrisa sabe que hablo enserio.

—Chicas, todas vengan escuchen, Emma tiene algo importante que decirnos— anuncia ella y todas se acercan para poder escucharme.

—No sé si todas saben que estoy en una misión— algunas asienten otras se quedan inmóviles escuchándome— acabo de ver a alguien involucrado en esa misión y no puede saber que soy protectora, así que si vienen a preguntarles por mí, ustedes lo único que saben es que son mis amigas porque fuimos a la misma escuela y nada más, ¿de acuerdo?— todas asienten a mi petición.

—¡Sabía que eras tú Cleo!— escucho a mis espaldas, es la voz de Kalem. Mierda al parecer si era el a quien vi, tenía la esperanza de que no.

—Hola Kalem— le digo nerviosa después de voltearme — ¿Qué haces aquí?— le pregunto forzando una sonrisa.

—Lo mismo me pregunto sobre ti— me dice levantando una ceja – ¿tu primero o yo?— me pregunta poniéndose las manos en los bolsillos.

—Yo pregunte primero— le digo.

—Y, yo te descubrí primero— me responde.


Load failed, please RETRY

每周推薦票狀態

Rank -- 推薦票 榜單
Stone -- 推薦票

批量訂閱

目錄

顯示選項

背景

EoMt的

大小

章評

寫檢討 閱讀狀態: C20
無法發佈。請再試一次
  • 寫作品質
  • 更新的穩定性
  • 故事發展
  • 人物形象設計
  • 世界背景

總分 0.0

評論發佈成功! 閱讀更多評論
用推薦票投票
Rank NO.-- 推薦票榜
Stone -- 推薦票
舉報不當內容
錯誤提示

舉報暴力內容

段落註釋

登錄