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83.33% Proyecto Estigma: Origenes / Chapter 4: Capítulo IV “Mataré a mis enemigos cuando vengan a mi”

章節 4: Capítulo IV “Mataré a mis enemigos cuando vengan a mi”

El suelo gris se manchaba con gotas de sangre, su sangre, el sonido de las alarmas era obstruido para sus oídos gracias a la canción que sonaba en su reproductor de música, allí estaba él, un hombre cubierto por una capa vieja y destrozada, la barba sobresalía por debajo de la capucha, su mano izquierda sostenía su teléfono celular, en su lista de contactos aparecía una "K", la duda carcomía su cabeza, parecía querer llamar a ese número, sin embargo algo lo detenía. Bajo su cuerpo se formaba un charco de sangre, una leve risa salió de su boca, su cabeza se enfocó en el cielo, tras de él una enorme cantidad de soldados se movilizaba por cada rincón posible, el lugar parecía un puerto, un enorme contenedor de color rojo era lo único que lo separaba de aquellos que lo buscaban sin descanso, la canción en sus oídos se intensificó mientras las luces de las linternas se acercaban al lugar donde descansaba.

Los ojos del hombre se enfocaron en su hombro derecho, un dolor indescriptible venía de ese lugar, las voces y órdenes de los soldados se hicieron más fuertes, dos hombres se acercaron peligrosamente a su ubicación, sin embargo, a lo lejos el sonido de una explosión llamó su atención, el fuego se elevó formando un enorme árbol de ceniza y humo, ambos corrieron a la ubicación del siniestro ignorando el contenedor, dando un poco más de tiempo a aquel sujeto. Los segundos pasaban como horas, el sudor de su frente se combinaba con la tierra, la sangre y el polvo que le ensuciaba, pero la sonrisa en su rostro no desaparecía, finalmente lo decidió, nuevamente tomó con fuerza su teléfono, se dirigió a sus contactos, escribió un mensaje y lo envió.

-Solo queda esperar. -

El hombre sacó una cadena de su bolsillo, en la placa de la misma se veían unas iniciales, "L.M", este la agarró con fuerza y se vio como sus ojos se humedecieron un poco.

-Es gracioso todo lo que puede pasar en unas horas. - sonrió. - Creo que tendré que romper la promesa que te hice, mis ojos se sienten cansados, no creo que vaya a aguantar mucho más… -

La voz del sujeto tartamudeaba mientras veía dicha cadena, sus ojos se cerraban continuamente y un pequeño hilo de sangre salía por su boca.

-Veo que no podré s-ser mejor que tú… tú te-tenías que e-estar en mi lugar, seguramente hubieses s-sabido qué hacer-

Nuevamente el sonido de unas botas resonó cerca del lugar, el hombre detuvo su monólogo y sacó su reproductor, observó que la canción se había detenido, así que nuevamente oprimió el botón del centro y la puso en marcha, la melodía de una guitarra retumbó en sus oídos, lentamente subió el volumen a tope y se levantó casi sin fuerzas.

-Es cierto… no tengo tiempo para temer, tú no temías ¿no es cierto?, porque estabas ciega para ver el miedo. -

Dos soldados salieron por ambos lados del contenedor y le apuntaron al instante. para el sujeto todo se detuvo por unos segundos, la melodía suave se adornó de una voz masculina, sus ojos se abrieron y sin ver a su alrededor dijo algo que los soldados no pudieron entender; Estos, alertados por el movimiento del hombre se prepararon para presionar el gatillo, pero antes de que esto sucediera 4 tiros retumbaron en los alrededores, los cuatro soldados se desplomaron mientras en la mano del sujeto su S&W Magnum aún expulsaba un poco de humo, la canción se intensificó al mismo tiempo que las fuerzas militares alertadas por el ruido corrieron al lugar, una, dos balas más salieron del arma dejando tras ellas dos cadáveres adicionales, los 6 cartuchos cayeron al suelo mientras este volvía a ser rellenado. Como un asesino experto se mezcló con las sombras antes de que los demás refuerzos se hicieran presentes. Más de 10 hombres llegaron al lugar observando como sus compañeros tenían un agujero en la frente, las luces se enfocaron en el lugar, pero antes de cualquier reacción, el metal de los contenedores se estiró y creó varias púas que terminaron con la vida de los refuerzos en un abrir y cerrar de ojos.

El hombre corría cojeando mientras un rastro de sangre caía tras él, varios disparos rozaron su cuerpo desde lo lejos, sin embargo, los contenedores se deformaban haciendo barricadas para él mientras se movía. Varias motocicletas salieron en su búsqueda, mientras tanto sobre las montañas comenzó a acercarse un jet que aterrizó a un par de kilómetros de su ubicación.

-Volvieron… creo que me tomó más tiempo del que esperé. -

-Creí que ya habías muerto… Miirik. - dijo una tenue voz femenina.

-No me esperaba escuchar tu voz de nuevo. -

Desde las sombras una joven de unos 16 años aproximadamente le apuntaba con un revólver idéntico al que él portaba, su cabello rojizo casi ocultaba su rostro debido al fuerte viento, la luz de los reflectores solo logró delinear el azul de sus ojos. Su vestido blanco se movía frenéticamente dejando ver el tono blanco de sus piernas. Jasson quedó totalmente inmóvil mientras una gran cantidad de soldados se acercaban a la zona.

- Entonces esto quiere decir que te has rendido, ¿cierto? -

-N-no he te-tenido la fuerza, al parecer es mi fin. - titubeo.

-El fin solo llega en el momento en el que nuestro espíritu no quiere seguir luchando. -

El timbre del celular del hombre le tomó desapercibido, este lo sacó de su bolsillo y lo observó con cuidado, la mujer permanecía estática, pero accedió a que este contestara la llamada. Este deslizó su dedo para aceptar la llamada, era el número al que insistentemente había tratado de comunicarse y al que en último momento envió un mensaje. Aunque era un momento problemático para contestar, daba un sentimiento de alivio al ver que la comunicación hubiera podido establecerse.

-Sabes que odio que me hagan esperar. -

Al otro lado de la línea una voz femenina respondió.

-Lo sé, sin embargo, no puedo dejar que ella sepa nada aún. -

"Dos horas antes"

El jet encargado de llevar a Rebecca se estaba alejando en el horizonte, era el momento de actuar, Miirik ajustó su cinturón y comenzó a correr a gran velocidad hacia la base. Según su informe, el personal militar que quedó custodiando la zona era de bajo nivel y sería sencillo llegar a su objetivo sin ser descubierto. Los reflectores iluminaban su entrada cada 5 segundos. Pan comido, el hombre de un solo salto cubrió varios metros logrando quedar tras algunas rocas justo antes que la luz diera aviso de su movimiento, estaba confiado, sus habilidades de batalla y espionaje habían sido pulidas durante años, parte de su profesionalismo y habilidad para pasar desapercibido era lo que le había otorgado el título de "Algo". Pocos conocían su verdadero nombre y la mayoría de los que sí lo hacían, dudaban que realmente fuera el correcto. El reflector volvió a darle el espacio, ahora de una voltereta llegó al alambrado y colocó un pequeño artefacto cilíndrico, el cual empezó a llenar un indicador de color rojo hasta el punto que un pequeño estallido dejó sin electricidad esa zona por unos segundos. Rápidamente dejó un cadáver de comadreja cerca de la reja y haciendo uso de unos alicates abrió un pequeño trozo para ingresar a las instalaciones.

Ahora un árbol fue su aliado para ocultarse de la luz, mientras sacaba una pequeña pistola, esta era usada por las fuerzas militares para unir materiales en emergencias usando un pegamento de secado rápido. Cuando de nuevo tuvo el lapso de tiempo, uso esta para cerrar levemente la grieta causada. Al mismo tiempo dentro de las instalaciones los miembros de seguridad ya habían alertado la zona para enviar un equipo de reconocimiento, debían encontrar la causa del pequeño apagón de energía del alambrado, usualmente animales causaban cortos por toda la base, sin embargo, era una orden estricta verificar cualquier movimiento extraño mientras el general estuviese en el recinto, cosa que Algo desconocía.

En menos de cinco minutos un escuadrón de 6 soldados llegó a verificar el problema en compañía de uno de los electricistas de la base, Jasson rápidamente se ocultó tras unas cajas de munición y esperó a que la guardia de reconocimiento se separara. Su plan estaba funcionando, al ver el cadáver del animal se reportó que la falla había sido causada por una comadreja, se solicitó un reinicio de sistema para probar la conexión de energía y durante unos minutos todo en 100 metros a la redonda se sumió en la oscuridad. Uno de los soldados se alejó para encender un cigarrillo mientras se restablecía la luz, este retiró su casco, el cual le cubría completamente el rostro y justo en ese instante Miirik salió por su espalda y puso un cuchillo en su garganta.

-No hagas ruido, ¿entendido? -

-No importa que me mates, ya estas… - El traqueo de su cuello torciéndose detuvo su frase.

- ¿Albert, qué demonios fue eso? - cuestionó uno de los soldados.

- Tranquilos solo pisé un caracol. -

Jasson había copiado el tono de voz del hombre que acababa de asesinar y aprovechando su gran velocidad ya estaba dejando su cadáver desnudo detrás de las cajas, su ropa ahora era el uniforme de aquel soldado y el casco le daba la primera parte para pasar desapercibido.

- ¿Qué no ibas a fumar? -

-He perdido las ganas con tu estúpida pregunta. -

-Más bien te dio miedo la oscuridad. -

-Lo que digas, ¿ya hemos terminado aquí? -

-Solo un momento. - respondió el electricista.

Unos treinta segundos después la luz volvió y las rejas no presentaron ninguna avería, todo iba según el plan excepto por qué una voz de tono grueso los detuvo antes de que dejaran aquel lugar, todos giraron para encontrarse con aquel hombre de traje militar lleno de insignias, automáticamente todos tomaron posición de saludo incluido Jasson.

-Saludos General. -

-Informe de la situación. -

-Un animal, presuntamente un tejón ha intentado roer el alambrado y ha quedado atorado provocando un corto, es bastante común por el bosque señor. -

-Perfecto. Buen trabajo. - El hombre se dio la vuelta y se dispuso a retirarse, sin embargo, algunos pasos adelante se detuvo en seco y preguntó. - ¿El cadáver que yace detrás de esas cajas, también es causado por el tejón? -

Una sensación fría recorrió la espina de Miirik. ¿Había sido descubierto?, ¿Pero cómo?, fue entonces cuando se dio cuenta de que algo estaba mal en sus datos, quizás por su confianza o quizás porque ver a través de ese casco era algo incómodo, todos acababan de saludar a un general. Se suponía que el único alto mando de aquella base en esa fecha sería Rebecca, entonces ¿Por qué estaba allí aquel hombre?, ya eso no importaba, uno de los soldados vio tras las cajas y encontró el cadáver del verdadero Albert, antes de que este desenfundara su arma varios tiros silenciaron sus bocas, Miirik sostenía aquel revólver humeante mientras el pelotón caía de rodillas inerte, sin esperar al movimiento de Demian, tomó una tarjeta del cadáver del electricista y comenzó la huida subiendo las cajas de municiones. El aire se tornó denso mientras corría, el miedo y la excitación recorría su cuerpo, el hecho de que los planes estuviesen cambiando ponía un toque interesante en la misión, sin embargo, aquel hombre que le descubrió no era un hueso fácil. Él lo sabía.

Un estruendo tras de él llamó su atención, sus sentidos se cegaron unos segundos, se vio a sí mismo volando hacia uno de los muros cercanos, las cajas que anteriormente había escalado estaban cubiertas en llamas y de estas se dibujaba la silueta de Demian. Su espalda paró el golpe, un poco de sangre salió por su boca y finalmente cayó al suelo mientras su enemigo se acercaba, Miirik había sido derribado. Aquel hombre caminaba lentamente hasta él, sin embargo, el golpe había sido fuerte, "Algo" intentaba ponerse de pie, pero al parecer una de sus costillas se había fracturado con el impacto.

-Eres un hombre valiente al entrar solo en estas instalaciones, a menos que no seas el único aquí.

¿Dime muchacho, cuántos más se infiltraron? -

Jasson tomó un respiro y de un impulso se puso de pie, su equilibrio aún estaba fallando, la pared evitaba que nuevamente se fuera al suelo, sin embargo, el dolor de su costilla le hizo emitir un pequeño gemido.

-No tienes opciones, dame información y te mostraré algo de piedad… niégate y haré que tu estadía aquí sea muy dolorosa. -

Pocos metros separaban a los dos hombres, un silencio abrumador adornaba la danza de las llamas, los pasos de Demian no se detenían y Miirik seguía luchando por volver en sí, sin duda la situación empeoraba cada segundo.

-Bueno es hora de moverse… o morir- susurro Jasson.

- Tú lo has pedido pequeño hombre. -

El puño derecho del general se levantó y al instante se dispuso a impactar el rostro de Jasson, un estallido retumbó en la zona, pero el impacto no había dado en el blanco, la pared que antes había servido de apoyo para él, ahora se desmoronaba como arena, un agujero de más de dos metros de diámetro se veía donde segundos antes se recostaba Miirik y una sonrisa de frustración se dibujó en el rostro de Demian.

-Así que eres rápido... - refunfuñó mientras se daba la vuelta.

A unos pocos metros Miirik observaba con seriedad a su atacante, era extraño que se hubiese dado cuenta de su posición tan rápido, pero era un general, él sabía que no podía esperar menos de un alto rango del ejército.

-Y tú perspicaz al parecer. -

Sin mencionar palabra el hombre corrió hacia él y se dispuso a golpearlo, nuevamente el golpe falló, pero sin esperar, esta vez pateó el suelo rompiendo el concreto bajo sus pies, este se resquebrajó como cascarón y creó un cráter de varios metros de diámetro. Miirik esta vez se encontraba en el aire, segundos después cayó sobre algunas rocas sosteniendo su tórax, el dolor disminuyó debido al calor de la pelea, sin embargo, no era algo que pudiera ignorar con facilidad.

-Ya veo… no es velocidad, es traslación. -

El rostro de Jasson palideció.

-Por lo que veo no puedes hacerlo a más de 5 metros, sino ya hubieses escapado. -

-Debes ser Demian… -

-Vaya, vaya… ¿Me conoces? -

Miirik quedó en silencio y nuevamente desenfundo su arma, una bala golpeó directamente en la frente del hombre destrozándose al impacto, inmediatamente el hombre lanzó una patada al aire, las rocas en las que se encontraba Jasson se destrozaron, ahora su posición estaba cerca de una de las instalaciones aledañas. Por primera vez en el encuentro Demian corrió hacia él y comenzó a lanzarle golpes que con dificultad podía esquivar, nuevamente Jasson disparo, esta vez la bala dio en su abdomen, sin embargo, nuevamente se desintegró al golpear, al segundo siguiente un puñetazo rompió el suelo bajo ambos.

-No puedes trasladarte en menos de unos 30 segundos. Interesante. -

-Aparentemente tú piel se endurece al impacto… quiere decir que no es siempre indestructible. -

Respondió recostado sobre un muro tras de Demian.

-Casi, muchacho… pero aún estás lejos. -

Jasson sacó una granada de su chaqueta mientras su enemigo se acercaba, el rostro de Demian se mostraba inexpresivo y los dedos de sus manos se movían con impaciencia, sus labios se movían levemente contando los segundos, esperaba el momento para atacar y justo cuando se encontraba a unos cuantos pasos de él, se abalanzó para golpearle pero frente a su puño solo vio aquella granada, Miirik se había trasladado nuevamente y en su lugar una explosión destruyó los alrededores. Una risa hizo eco en todo el lugar, el polvo causado por el estallido de la granada se dispersaba lentamente, entre el polvo y la luz de las llamas se lograba visualizar la silueta de un hombre, sus carcajadas no paraban y Jasson ubicado tras algunos de los escombros esperaba inerte mientras el sudor caía por su rostro.

-Esto es muy divertido, ha pasado mucho tiempo desde que alguien ha logrado que una batalla me inspire, eres especial y solo por eso lucharé con todo lo que tengo. ¡Sal de ahí muchacho! -

Demian contrajo sus músculos y luego una enorme onda de viento salió de su cuerpo, todo a su alrededor se hizo trizas, el polvo que le cubría desapareció dejando ver sólo su cuerpo semidesnudo, toda su ropa había sido destrozada por la explosión, pero su cuerpo se veía en perfecto estado. Una sonrisa se pintaba en su boca, sus manos se apoyaron sobre su cabeza y una carcajada retumbó en el área, las alarmas comenzaron a escucharse en toda la base, una gran cantidad de soldados se movilizaron hacia aquel punto, el tiempo se agotaba, Miirik debía hacer algo y debía hacerlo ahora.

-No tienes súper fuerza… - replicó Jasson mientras salía de su escondite y recargaba su arma.

- ¿Ah no? -

Jasson disparo a una de las piernas de Demian, la bala solo rebotó nuevamente al impactar, sin embargo esta vez no esperó, comenzó a descargar su arma mientras el general caminaba lentamente hacia él, sus músculos se contraían y las balas parecían pequeños papeles al tocarle, nuevamente el ataque de Demian fue un puñetazo, el aire parecía haberse resquebrajado al impacto, Miirik ya no estaba en su camino, un disparo se escuchó al mismo tiempo que el hombre atacaba, este cayó de rodillas mientras la bala atravesaba su muslo izquierdo. Los ojos de "Algo" habían cambiado su color a un tono verde claro, él, ahora parado justo detrás de su oponente disparó nuevamente ahora apuntando a su nuca, sin embargo, la bala volvió a rebotar, la sonrisa de Demian se borró mientras la de Jasson tomó su lugar.

-Interesante… - gimoteo Demian mientras se intentaba poner de pie.

-Absorbes la fuerza de los golpes, cuando dos fuerzas iguales chocan da un equivalente a cero, es por eso que mis balas no te tocaban, por eso la explosión no te mato… es por eso que tu fuerza aumenta, al liberar lo que absorbiste, eres vulnerable… -

El general aplaudió con ironía, Miirik preparó su arma nuevamente pero antes de que pudiese disparar escuchó como varios pasos le rodeaban, unos veinte soldados estaban ahora a unos 10 metros de su posición apuntando con armamento pesado.

-Es una bella coincidencia… después de ese día hace 10 años pensé que jamás vería nuevamente ese Estigma, tu hermana hizo bien… pero ahora tú vienes a entregarlo voluntariamente, su sacrificio fue en vano, ¿no, Miirik? -

La expresión del rostro de Jasson se transformó, recuerdos golpearon su mente, una pequeña granja se dibujó en ella, fuego por todas partes, se veía a sí mismo llorando en los brazos de una jovencita de no más de 20 años, militares abanderando a la confederación, matando al ganado y turnándose para violar a una mujer de edad avanzada, el fuego se dibujaba en sus ojos y se confundía con el que lo estaba rodeando en ese momento en el presente, una voz dulce y tenue le susurraba en su oído, esas palabras eran tan reales como si estuviesen ocurriendo en ese mismo instante. La joven, sonreía, aunque sus ojos se cristalizaron llenos de lágrimas, "no temas hermanito, todo estará bien, tú debes correr, no mires atrás… no vuelvas, solo corre", los dientes de Miirik se incrustaron en su labio inferior.

- ¿Entonces es cierto?, ¿eres el niño de aquella foto? … ¡jajajajaja! -

Esto interrumpió levemente los recuerdos de Jasson, los soldados estaban preparados para disparar, pero antes de que cualquiera intentara algo, este desapareció. Varios soldados ubicados a la espalda de aquella última posición fueron incinerados mientras sus gritos alertaron a los demás, Demian miró perplejo ese último movimiento, "¿qué fue eso?, ¿acaso no está solo?", una voz respondió en su oído, todo el tiempo un comunicador había estado en su oreja y del otro lado varios hombres estaban estudiando el comportamiento de la batalla. Un momento de silencio aumentó la tensión del general hasta que de pronto del otro lado respondieron, "fue él señor… él ha producido fuego". Los cadáveres carbonizados cayeron al suelo mientras la figura de Jasson aparecía desde las sombras, al instante todos los demás iniciaron una balacera hacia la posición del sujeto, sin embargo, las balas comenzaron a rebotar antes de tocarlo, asustados continuaron hasta que descargaron sus cartuchos, pero él seguía de pie, sin ninguna herida, y las balas caían al suelo a unos 40 cm de su cuerpo.

-Señor, su cuerpo está actuando de manera irregular, es como si tuviera más de un Estigma en su cuerpo. -

-Es él… -

Los soldados se dispusieron a recargar sus armas, pero antes de que lo lograran Jasson gritó y de sus brazos salieron dos llamaradas que comenzaron a incinerarlos uno a uno, su mente estaba confundida, el fuego se combinaba con sus recuerdos, esa chica de cabello castaño y cuyo rostro no podía recordar con exactitud le sonreía desde su mente, todo se tornaba oscuro, su corazón palpitaba con rapidez y la sangre le hervía intensamente.

- ¿Estás molesto mocoso? - recalcó Demian. -

-Te he buscado… -

-Veinte años para hacerlo, nada mal. -

-Estás muerto. -

- ¿Ah sí? … ¿Exactamente por qué? -

-Sabes muy bien por qué. -

-Oh vaya, quiere decir que sí estabas en ese lugar… lograste escapar, debo aplaudirte, aunque quizás debas darle las gracias a tu hermana… ¿verdad? -

-No te atrevas… - Miirik lo miró lleno de ira.

-Ella tenía lo que buscábamos, la abrimos como a los demás cerdos… obviamente luego de divertirnos con sus lindas piernas. -

Miirik sacó una espada corta de la parte trasera de su uniforme y luego disparó, Demian detuvo la bala con su palma y usando sus dedos la impulso de vuelta a su origen. Jasson se tele transportó justo a su lado antes de que la bala saliera e insertó el filo de su arma en su hombro.

-Te haré sufrir… desearás la muerte cuando termine contigo y te la negaré. -

-Prueba. - Replicó Demian con una sonrisa.

Nuevamente Jasson intentó usar su revólver, Demian detuvo el impacto y al tratar de golpearle fue herido nuevamente, esta vez en la parte baja de su espalda, varias repeticiones dejaron al gran general de rodillas y Miirik tomó distancia de nuevo, sin embargo, la sonrisa del hombre no se borraba.

-Veo que tienes buena memoria, esos lugares fueron nuestros primeros focos para buscar el Estigma de tu hermana, lastimosamente, aunque la partimos en pedazos no pudimos encontrar dónde estaba. -

-Pagarás lo que hiciste… -

- ¿En serio es mi culpa?, tú fuiste el que se llevó lo que buscábamos ¿no?, huiste mientras se cercenaba a tu madre y tu hermana para buscar algo que nos pertenece por derecho. Si hubieses sido un hombre y te hubieses quedado a pelear no habrían tenido que sufrir tanto. -

Demian comenzó a caminar hacia el lugar donde había estallado la granada.

-Eres un monstruo, tú y todos los de tu orden morirán. Ya conozco tu habilidad, no tienes oportunidad. -

-Dime chico, los otros dos estigmas que mostraste hace un momento… ¿los robaste de otros indefensos moribundos? -

Nuevamente el rostro de Miirik se llenó de ira, esta vez desapareció y se dispuso a clavar su espada en el rostro del sujeto, pero esta se destrozó en pedazos al impactar, al ver su primer intento frustrado intento disparar, el sonido de la bala saliendo del cañón de su arma hizo que su mente se nublara un instante, un estallido de sangre cubrió el rostro de Demian, Jasson dio unos pasos hacia atrás mientras su revólver caía al suelo aún sostenido por su mano derecha. Su brazo había sido cortado desde el hombro y Demian se levantaba lentamente sosteniendo lo que parecía ser la empuñadura de una daga, pequeños trozos de un material transparente caían al suelo desde su pierna.

- ¿No lo entiendes?, te lo explicare… este era un cuchillo hecho de diamante, ¿sabes lo que eso significa? -

Miirik giro su vista hacia su hombro tratando de encontrar el brazo que acababa de ser separado de su cuerpo.

-Te dije que estabas muy cerca, sin embargo, la fuerza no es lo único que puedo absorber pequeño. -

Sin dudarlo Jasson comenzó a correr mientras una esfera de fuego salía de su mano, rápidamente la puso en su herida para frenar la hemorragia.

- ¿Es en serio? ¿Ahora corres?... pero si esto acaba de empezar, ¿no te ibas a vengar?-

Miirik no había notado que después de la explosión parte del armamento que cargaba Demian permanecía intacto, justo antes de que él golpeara, el general había tomado esa daga y voluntariamente había golpeado su pierna, esta vez no había absorbido su fuerza, absorbió su resistencia, por eso la espada y la bala no habían podido atravesarlo, acto seguido usando su propia mano como filo y aprovechando de que no podía tele transportarse nuevamente había cortado el hombro de Jasson como mantequilla.

-Le he subestimado… he dejado que mi ira me controle, ahora me he jodido a mí mismo, qué pedazo de estúpido. - Se repitió a sí mismo mientras corría.

Mientras tanto Demian volvió a comunicarse con aquel que observaba la pelea.

-No dejen que escape envíen todos los refuerzos que encuentren, voy a la torre de control… tengo que ver el análisis del sujeto. -

-Señor, pero él es muy fuerte. -

-Dejó su brazo atrás, perdió mucha sangre, ¿en serio son tan inútiles como para no poder detenerle? -

-No señor, enseguida doy la orden. -

-Bien, cambió y fuera. -

Jasson sacó la tarjeta de acceso que había robado y logró meterse en una de las instalaciones, las cámaras le seguían y un número cada vez mayor de soldados corrían en su búsqueda. Varios médicos y soldados llegaron al lugar donde se encontraba Demian, le revisaron y comenzaron a curar sus heridas, las alarmas sonaban por toda la base, este sonido se intensificó y retumbó en la cabeza de Miirik quien continuaba corriendo, este saco un aparato similar a un celular de su bolsillo, en él se podían ver los mapas del lugar y a unos 300 metros al este un punto de color rojo titilaba mostrando su objetivo, sabía que no podía seguir más tiempo en ese lugar, su error y confianza no solo había causado que fuese mutilado, sino que además el cegarse con las palabras dichas por Demian lo había puesto en desventaja. "Como pude ser tan estúpido… yo mismo le he dicho quién soy, yo mismo me he puesto en este maldito predicamento", se dijo, "tengo que terminar esto, mi error no puede arruinar nuestro plan", continuó su camino mientras quemaba todas las cámaras, algunos soldados trataron de detenerle, pero quedaron como carbón antes de siquiera poder disparar.

Su cabeza seguía caliente, los recuerdos presionaban su mente, aquel hombre había aparecido en su vida y le había arrebatado todo lo que en aquel entonces amó, todo para conseguir lo que en ese momento lo mantenía a salvo, su estigma. El olor de su sangre chamuscada le mareaba, pero paso a paso se acercaba a su destino, debía conseguir la información que en aquel búnker se guardaba, una guerra se acercaba y sabía que era de los pocos que podían hacer una diferencia. Jamás habría creído que justo ese día se encontraría con la persona que más odiaba, sin embargo, su furia era mayor hacia sí mismo, todos esos años entrenando para dejar que justo en el momento más importante sus sentimientos le traicionaran, él sabía que tarde o temprano tendría su venganza, pero ese no era el día, ya había obtenido información que antes no tenía, sin embargo, había pagado un costo enorme por dejarse llevar.

Con precaución retomó su compostura y comenzó a destruir las cámaras desde lejos, creó patrones de ruptura aleatorios para despistar a los guardias, las alarmas continuaban sonando mientras los militares corrían por todos lados, las órdenes eran claras, detenerle vivo o muerto, la única restricción, su cuerpo debía estar en el mejor estado posible. Los médicos lograron estabilizar las heridas de Demian, este junto con ellos llegó a la sala de control desde donde había estado recibiendo la información durante el enfrentamiento, una vez allí comenzó a estudiar la situación.

-Muy bien caballeros, ¿qué tenemos? -

-Encontramos patrones interesantes sobre las restricciones que tiene al tele transportarse, una de ellas es que no parece poder atravesar superficies sólidas, aunque pudo escapar a través de los muros, no lo hizo. -

- ¿Hay referencias de ese Estigma? -

-Una miembro de las fuerzas de la revolución, su nombre es desconocido, pero tiene la habilidad de trasladar materia. -

- ¿Algo sobre el Estigma de fuego? -

-Existen muchas variantes, pero controlarlo de esa manera es algo que no habíamos visto hasta ahora. -

- ¿Cómo funcionan? -

-Cada Estigma funciona de manera diferente, se evidenciaron varios parásitos dentro del sujeto. -

- ¿Quiere decir que en efecto es él? -

-Tiene que serlo, no hay datos de ningún otro Estigma capaz de replicar a otros y entender su funcionamiento, si nuestras teorías son ciertas, la razón por la cual al diseccionar a aquella chica y no encontrar el por qué no tenía rastros de su parásito, es el hecho que al conocer el funcionamiento base del Estigma este puede extirparlo y traspasarlo a un nuevo portador cuyo ADN sea compatible. -

-Esa chica sigue sorprendiéndome incluso luego de morir… -

-Señor, parece que tenemos otro problema. -

- ¿Qué sucede? -

-La base en Colombia, al parecer han reactivado el flujo y él qué lo hizo es el doctor Raúl Laurens, según el sistema, ha estado accediendo a datos de la investigación primaria del Estigma, además ha desactivado la criogenización de los sujetos Nioh y Laira. -

- ¿Ya han contactado con él? -

-No acepta las llamadas y los sistemas de seguridad dieron acceso a un total de 26 hombres cuya información está actualmente inaccesible. -

-Vaya, vaya… un ataque conjunto a instalaciones sin altos rangos, bien, procedan a un protocolo de reinicio, limpien el sistema y eliminen toda muestra de vida en aquel laboratorio. -

- ¿Señor y los experimentos? -

-Si están abandonados en ese lugar es por qué no valen la pena… procedan. -

- ¡Enseguida general! -

Mientras tanto, Jasson se encontraba frente al bloque de seguridad en donde se guardaba su objetivo, su herida dolía con intensidad, estaba exhausto, pero no era el momento para detenerse. Esquivó a los guardias que venían hacia él usando su habilidad y luego entró rápidamente al búnker, en él se encontraban una gran cantidad de servidores, la información importante no estaría almacenada en ese lugar, pero era un claro acceso al lugar donde sí estaba. Miirik sacó un dispositivo y accedió a una de las máquinas, desplegó un holograma que simulaba un teclado, con presteza comenzó a acceder a la terminal, código viajaba por la pantalla de aquel artefacto a gran velocidad, Jasson trataba de no perder el ritmo, sin embargo, escribir con una sola mano hacía más difícil su tarea.

La seguridad estaba siendo fácilmente vulnerada gracias al punto de acceso directo, sin embargo, no pasó mucho para que la intrusión alertara a todos los sistemas. Alertas globales en las máquinas de los Silver Fangs, aparecían accesos en todos los servidores para despistar a la seguridad, una violación de seguridad llamó la atención de todos los altos mandos, sus ingenieros comenzaron a buscar e informar la intrusión, incluyendo la base en la que Miirik accedía.

-General, se han encontrado más intrusiones, esta vez con datos aleatorios de muchas personas, no sabemos el punto fijo. Estamos recibiendo llamadas de todas las bases, ninguna sabe lo que está pasando-

El rostro de Demian se tornó pensativo.

- ¿El seguimiento de ese D. Miirik cómo va? -

-Hemos perdido su rastro exacto, las cámaras han sido destruidas de forma aleatoria impidiéndonos ver dónde está, sea quien sea, tenía información avanzada de nuestra seguridad. -

- Detenga el protocolo de limpieza en Colombia, el problema no está en esas bases… -

- ¿Señor? -

- Envíen todos los guardias disponibles al búnker de servidores, esa rata nos está saboteando, digan a las demás bases que revisen sus salas y por ningún motivo destruyan la información aún. -

-Señor, sí señor. -

- Nuevamente intenten contactar al Doctor Laurens. -

- El protocolo evaporó los niveles 13A hasta el 9C, dudo que el doctor haya sobrevivido señor. -

- Demonios… maldita rata. -

-General, el transporte de Rebecca reportó que le recogió en estado de inconsciencia, en este instante se dirige a la base. -

- ¿Qué?, ¿cuál es su estado? -

-Está estable, pero una bala le hirió. -

- ¿Tiempo de llegada? -

-Aproximadamente unos 30 minutos señor. -

-Iré al hangar, manténganme informado de la situación… encuentren a ese hombre. -

-Como ordene general. ¡Liberen a los híbridos! -

Un gran número de soldados rodeó el búnker de los servidores, Miirik continuaba tratando de romper y pasar los protocolos de seguridad, los pasos y las armas se escuchaban a su alrededor, su posición aún no era descubierta, pero el tiempo se le acababa, su brazo desgarrado le producía un dolor intenso, el olor a carne quemada que emanaba de su hombro y el calor del lugar empeoraba su concentración, "hace mucho no sentía tanta emoción, debo darme prisa o esta será la última vez", se dijo a sí mismo. Sus pensamientos se hacían lentos y la seguridad cada vez se tornaba mayor, uno de los militares giró hacia el lugar de su posición, al instante Jasson volteó y disparó sin esperar, el cadáver del hombre se arrodilló y finalmente cayó boca abajo. Miirik continuó, pero el sonido del disparo alertó a todos en el lugar, empezaron a rodearlo, su saliva paso por su garganta mientras las voces enemigas se acercaban cada vez más.

En la pantalla de su aparato se obtuvo acceso a un nivel prometedor, archivos y planes de guerra aparecieron en ella, protocolos de seguridad, armamento e información sobre súper humanos. El objetivo había sido encontrado. Miirik procedió a copiar los archivos a un dispositivo de almacenamiento remoto ubicado en su pantalón, ocultó su máquina tras el servidor al cual accedió y se levantó para alejar a los soldados de dicho lugar. Nuevamente comenzó a correr, las balas no se hicieron esperar, había sido descubierto.

Uno de los radios dio la ubicación exacta, todos los refuerzos disponibles se dirigieron a dicho punto, Miirik usó su habilidad y se transportó a uno de los peldaños y todos los soldados en ese lugar fueron incinerados, al instante todos los demás ubicados en diferentes posiciones comenzaron a disparar. Ocultándose tras uno de los muros metálicos trató de pensar en qué haría ahora, sin embargo, los números estaban fuera de sus posibilidades, cada vez más enemigos entraban al búnker, no podría enfrentarlos a todos, menos sin uno de sus miembros, observó su dispositivo y vio que faltaba poco más de la mitad para finalizar la copia, "bueno… todo o nada", dijo luego de un suspiro, tomó unos pequeños artefactos esféricos de su cinturón y dejó uno de ellos en su posición actual, acto seguido comenzó a correr golpeando los barandales metálicos con su mano para llamar la atención de todos en el lugar. Una lluvia de balas destrozó aquel sitio, pero él ya no estaba, usando su poder comenzó a dejar dichas esferas por cada rincón que encontró, la descarga casi estaba completa, sin embargo, algo que no estaba en sus planes llegó rompiendo uno de los muros.

Un hombre muy delgado se asomó por aquel agujero, sus brazos y piernas eran más largos de lo normal, media poco más de los dos metros, su cara estaba cubierta por una especie de máscara en forma de lobo y sus manos estaban cubiertas por unas enormes garras metálicas, Miirik asombrado continuó corriendo, sin embargo dicho sujeto giró su mirada justo hacia el lugar donde este se encontraba, un rugido salió de su boca y de un solo salto llego al peldaño donde él se encontraba. Una de sus garras rozó el rostro de Jasson, la velocidad de aquel sujeto era inhumana, nuevamente usando su habilidad logró alejarse unos metros de la bestia, pero esta arrancó un pedazo del muro como si de papel se tratara, al instante lo lanzó casi impactando en la posición donde Miirik estaba apareciendo.

- ¿Pero qué demonios… qué es eso?-

-Hemos encontrado al sujeto, uno de los híbridos está en su persecución ahora mismo. - informó uno de los soldados.

El sonido del metal desgarrándose acallaba las balas de los soldados, aquel monstruo perseguía a Miirik con agilidad, incluso cuando se transportaba, aquel sujeto parecía saber a dónde se dirigía. Jasson continuó dejando las esferas por el lugar, la carga de los datos estaba finalizando y su cuerpo parecía estar perdiendo fuerza mientras huía.

- ¡Ven amigo!, estoy esperándote… -

Jasson tomó su revólver y disparó en varias ocasiones a las extremidades de la bestia, esta se desplomó y terminó arrastrándose por el suelo debido a la velocidad que llevaba, no obstante esa cosa solo estuvo en el suelo unos segundos, con algo de dificultad comenzó a sostenerse con los objetos a su alrededor, Miirik nuevamente se dispuso a correr, pero la pared a su lado se destrozó y un brazo enorme le tomó por el torso, una criatura deforme se asomó por el agujero, el brazo que sostenía a Jasson estaba lleno de costuras y cicatrices, por otro lado, su estatura no era tan grande como la del sujeto delgado, sin embargo su contextura física era robusta y deforme, este sujeto también tenía una máscara metálica, solo que esta era similar a las usadas para evitar ataques con gases.

La mano del sujeto se apretaba con fuerza, los huesos de Miirik parecían estar a punto de ceder, el sujeto delgado se acercaba lentamente mientras cojeaba debido a sus heridas, los refuerzos comenzaron a ingresar por las puertas y agujeros rodeándolo por completo.

-058 no le mates aún, debemos llevarlo con vida. - Dijo uno de los soldados al sujeto de brazos enormes.

Un gruñido salió de su boca, sin embargo, no se movió más, por otro lado, la criatura delgada se acurrucó al lado de la enorme mano que sostenía a Jasson, parecía olfatear con algo de ira, un soldado le ordenó que se detuviera y este accedió, quedando completamente inmóvil.

- ¿Parece que ya te rendiste, no es cierto inútil?-

Miirik sonrió.

- ¿Qué te parece gracioso, bastardo? -

La mano que le sostenía se cerró con fuerza, pero él ya no estaba ahí, el sujeto que le olfateaba giro su mirada lentamente viendo como Jasson aparecía fuera del bunker, a unos metros de distancia, los soldados notaron esto y al dirigir sus miradas hacia ese lugar, observaron como Miirik se despedía. Lo primero en explotar fue la mano del sujeto que antes le apretaba, en su palma había quedado una de las esferas que minutos antes posicionó por todo el lugar cuidadosamente, en cadena cada una de estas comenzó a estallar cubriendo todo el bunker en llamas, el lugar fue reducido en segundos evitando que cualquier cosa dentro pudiera siquiera reaccionar. "Debo seguir", pensó Miirik mientras los pedazos de metal y carne quemada volaban por los aires.

Su herida nuevamente se había abierto, las alarmas estallaron y todas las luces se enfocaron en el lugar de la explosión, había matado una enorme cantidad de soldados, pero sus pasos y armas aún se acercaban, su sangre comenzó a manchar el suelo gris bajo sus pies, el dolor era insoportable, pero debía seguir, mientras huía, comenzó el envío de los datos haciendo uso del dispositivo de transferencia de datos, luego de unos minutos su misión se había completado.

Imágenes pasaron por su mente, todo lo anterior se repetía una y otra vez, más soldados aparecieron, sus balas siguieron atravesando sus cuerpos, su camino continuó y cuando por fin tuvo un momento de calma realizó una llamada, era corta y concisa, deseaba decirle a esa persona que estaba en problemas, deseaba despedirse, deseaba hacerle saber sus sentimientos, sin embargo, algo se lo impidió, dejándolo en un momento de silencio incómodo. Del otro lado del teléfono estaba alguien a quien no quería perder y acababa de enterarse que mientras él estaba ahí, ella estuvo al borde de la muerte, ahora Miirik estaba en la misma posición, pero no le iba a arriesgar, era mejor que no supiera lo que pasaba, la misión había sido cumplida, pero él aún seguía en la base.

-Lamento no haber estado, si tan solo… - dijo Miirik.

-No es tu culpa, estabas en una importante misión y escuché que lo lograste. - respondió la voz femenina al otro lado del teléfono.

-En efecto, los datos están en mi mano. -

- ¿Qué sigue? -

-Habrá un revuelo por esto, debemos permanecer ocultos y aprovechar el tiempo para reclutar. -

-No te preocupes, yo me encargaré de la niña. -

-Lo sé, confío en que lo harás bien. Tengo que irme. -

-Cuídate… -

-Tú igual. -

Luego de colgar el teléfono Miirik quedó petrificado viendo la pantalla, estaba cansado, no podía seguir por mucho tiempo adicional, contó sus balas restantes y luego observó nuevamente a la chica pelirroja que le apuntaba con el arma. Una sonrisa salió de los labios de Jasson, unos ojos claros se vieron a través de los cabellos de aquella mujer y una pequeña risa le fue devuelta, los focos encontraron su posición, un gran número de soldados se dirigió a ese punto, sus botas golpeaban el suelo creando una sensación de temblor, solo tres balas quedaban, no era suficiente.

-Creo que es el fin, ¿no es cierto? - cuestionó Miirik

- ¿Realmente lo es? - respondió la mujer.

-Tres balas, un enorme número de soldados… creo que no tengo oportunidad. -

- ¿Quién eres? - Preguntó algo molesta.

- ¿Quién soy?, tú lo sabes, ¿por qué lo preguntas? -

-Prometiste que vivirías, ¿lo recuerdas? … el Miirik que conozco no rompería una promesa, tú no eres él. -

-Creo que tendré que romper esa promesa… lo siento. -

-No te disculpes, después de todos los muertos no tenemos que hacerlo. -

La chica se acercó y puso el arma en la frente de Miirik, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras la ropa de la pelirroja se empezaba a desvanecer, una sonrisa humilde salió de su boca al mismo tiempo que gotas de sangre caían por su frente, un recuerdo atroz revolvió sus entrañas.

-No te vayas Emily… -

-Entonces vive hermanito, si no lo haces ¿cómo me recordarás? -

-Pero… -

-Nada de peros, solo vivo en tu recuerdo… mantenme ahí. -

La mano de la chica pasó su dedo pulgar por la mejilla de Miirik, en ese momento su mente volvió en sí y vio que quien sostenía su arma en su frente no era ella, sino él mismo. En pocos segundos sería rodeado, estuvo a punto de quitarse su propia vida, pero él sabía que era muy pronto, había encontrado el asesino de su hermana, no podía simplemente rendirse, tenía que luchar. Se escondió tras uno de los contenedores y esperó, sin embargo, al momento de ver su situación, nuevamente perdió la esperanza, cientos de soldados le apuntaban con sus armas, el número era mucho mayor al que esperaba y era consciente de que sus fuerzas no iban a ser suficientes, sin munición, sin apoyo, sin fuerza, estaba perdido.

-Desearía ser tan fuerte como tú… no sé qué hacer, lamento decepcionarte, creo que hoy nos veremos de nuevo. -

Luego de dar estas palabras en voz alta, Jasson tomó su revólver y salió de su escondite dispuesto a disparar, una orden fue hecha en consecuencia, todos los gatillos incluyendo el de Miirik fueron apretados, el sonido de las ráfagas de balas hizo eco en el lugar, cada rifle le apuntaba, cada bala se dirigía hacia su posición, sin embargo en su rostro podía verse una expresión de paz, aunque su promesa se fuese a romper, al menos le vería de nuevo, dejaría de ser una ilusión el poder llorar en su hombro. Cerró sus ojos y levantó su único brazo, espero la muerte, pero esta no llegó.

Un largo silencio envolvió el momento, "¿ya estoy muerto?", pensó, no obstante, no había sentido dolor, no sintió el sin fin de balas agujereando su cuerpo, ni siquiera el sabor a sangre en su garganta, entonces, ¿qué había sucedido? Nuevamente sus párpados se abrieron, no estaba muerto y las balas no habían llegado a impactarle, como si de un sueño se tratara, todas las balas permanencias estáticas en el aire a tan solo unos metros de él.

Un sentimiento de alivio recorrió su cuerpo, ahora entendía por qué el tiempo parecía haberse distorsionado mientras estuvo en aquella base, desde el inicio se había equivocado, jamás estuvo solo en aquel lugar, su refuerzo estuvo allí para ayudarle y mantenerlo con vida, sin embargo, jamás hubiese imaginado que fuera ella. Todo a excepción de él, permanecía inmóvil, un estigma capaz de romper el tiempo, un estigma perteneciente a la mujer más poderosa de la revolución, Cassandra Ivanov.

Esa mujer le estaba salvando, pocos le conocían y menos habían visto su poder en acción, sin duda alguna, algo digno de temer. Jasson se giró y sobre uno de los contenedores le vio, esta permanencia elevada en el aire, su cabello blanco ondeaba con el viento y el metal de sus ropas de cuero, brillaba con la luz de la luna.

-Es hora de irnos Miirik. -

-Como ordene, mi lady… - respondió aliviado.


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