Lisa
—¿Cómo les fue?
—Bien, mamá.
—¿Dónde está tu papá?
—Lo llamaron del trabajo.
—Entiendo. Te preparé las cosas del baño, mi amor. Espero que descanses.
—¿Estás bien, mamá? Te ves extraña.
—Si, mi amor. Dulces sueños— subí a la habitación. No quería preguntar nada más, pues sé que no me va a responder. Al menos llegó bien. Quisiera hablar con Akira. No quiero que la situación entre nosotros se complique más. Quizás si lo hablo con él, podamos arreglar los problemas que estamos teniendo. Espero que regrese a la casa, trataré de esperarlo.
Akira
—¿No piensas despertar, vieja sucia?— derramé un balde de agua fría por encima de ella.
—¿Quién eres?— preguntó tosiendo.
—El padre del niño que intentaste llevarte, bruja.
—No sé de qué hablas, señor.
—De nada sirve que quieras ocultarte detrás de esa máscara, vieja sucia. Conozco todos tus secretos y artimañas. Verás que llevo tiempo observándote— tiré las fotos al suelo—. ¿Vas a decirme que esa no eres tú? Tengo grabaciones de voz y vídeos también, ¿Quieres verlo?
—¿Qué es lo que quieres?
—Es muy simple. Te tengo una buena propuesta.
—Yo no tengo que aceptar ninguna propuesta de alguien como tú. ¿De dónde saliste?
—Ese negocio de tráfico de menores y los ingresos que recibes de tus colegas, contando a tus clientes es muy interesante. Me gustaría saber qué sucedería si le entrego toda esa información a la policía. Si te entrego ganaría una recompensa muy alta, en cambio a ti te van a encerrar de por vida sin ninguna oportunidad de salir y te romperán el culo allá, ¿Eso quieres?— se quedó en silencio—. Voy a decirte lo que necesito, es muy simple. Estás asociada a con alguien que me debe unas cuentas. Shion, ¿Te suena el nombre?
—¿Y qué con eso? ¿Qué gano ayudándote?
—Tu libertad, además voy a unirme en el negocio también. Puedo hacerte ganar muchísimo dinero para tu asqueroso negocio. Suelo ser muy generoso cuando me dan resultados. Solamente necesito que me presentes como un miembro más, yq luego me encargo de tu socio.
—No voy ayudarte, te equivocaste de persona.
—Si tanto prefieres ir a la cárcel y perder todo el negocio que te a costado tanto tiempo y esfuerzo levantar, no tengo ningún problema. Puedo conseguir alguien que si me sirva entonces. Kuro prepara el auto, vamos a llevar a esta cerda a su nueva casa — caminé a la puerta.
—Espera— gritó—. No tienes que llegar a esos extremos. Si hago lo que dices, ¿no le dirás a nadie de tus nuestro trato?
—No, no diré nada.
—¿Y qué me asegura que sea cierto? Ni siquiera te conozco.
—No tienes más opciones, ¿O si?
—Suelta estas cadenas, me molestan.
—No cabe mencionar que si no cumples con tu parte del trato, te va a ir muy mal, bruja.
—Solo suéltame.
—Suéltala, Kuro— le ordené—. Te daré todos los detalles.
—¿Puedo saber quién eres?
—¿Eso importa?
—No sé si pueda confiar en ti.
—Lo mismo digo. Será mejor así, no soy un imbécil que puedas engañar fácilmente, así que espero no cometas ninguna estupidez o no sabes lo mal que la pasarás. ¿Fui claro?
—No tienes que amenazarme nada más.
—Solo lo estoy advirtiendo. Atiende lo que te voy a decir. Te diré sobre mis planes y seguirás al pie de la letra todo lo que te voy a ordenar. ¿Estamos claro?
—Si.
Lisa
Me quedé esperando a Akira toda la noche, pero no llegó, ni siquiera el auto del chófer estaba. Supongo que aún está molesto conmigo. ¿Por qué las cosas tienen que ser así siempre? Tampoco me atrevo a llamarlo para interrumpirlo. No me llamó ni me escribió en toda la noche. Tendré que usar el otro auto, tengo que llevar a los niños a la escuela y luego ir directo al trabajo. Levanté a los niños para vestirlos y llevarlos a la escuela. Hice todo lo más rápido posible para que no se les hiciera tarde. Dejé a Kaori en su escuela y me despedí de ella. En el camino Lin no dejó de mirarme por el retrovisor.
—¿Sucede algo, mi amor?
—Papá no llegó anoche, ¿Verdad?
—No, mi amor. Supongo que el trabajo estuvo fuerte.
—No dormiste nada, vi la luz de tu cuarto encendida casi toda la noche.
—¿No pudiste dormir tampoco, Lin?
—No mucho, mamá. Tengo un examen hoy y quise estudiar lo más que pude.
—Esfuérzate, mi amor. Buena suerte.
—Tu también esfuérzate, mamá. No dejes que papá se salga con la suya. Sé que debe ser difícil soportarlo, pero con un poco de paciencia se puede.
—¿De cuándo acá recibo consejos de este tipo de mi hijo?— reí. Es imposible que pase por alto una—. ¿Te ha estado dando problemas tu padre, Lin?
—No, al contrario, papá es genial.
—Ya llegamos, cariño. No sabes lo feliz que me hace que ambos se lleven tan bien.
—Gracias por traerme, mamá. Te amo— Lin me tiró un beso y se bajó del auto. Sentía ganas de llorar, no sé qué me está pasando. He estado muy sentimental con toda esta situación. Quizás estoy exagerando con mi preocupación respecto a Akira y Lin. Será mejor que deje de pensar mucho en eso. Debo buscar la forma de acercarme a Akira, tengo que arreglar mi situación con él, no quiero que estemos distantes.