Luego él limpió suavemente sus lágrimas, levantó su cuerpo y la llevó al sofá.
_Lo siento, dijo, mirando a Alesha con una mirada de pesar.
Mientras tanto, Alesha se inclinó mientras seguía sollozando.
En realidad lloró no solo por George sino también porque sintió mucho lo que había hecho.
Muy ridícula, una tontería, pero sintió que ya no era pura.
El primer beso que debería ser solo para la persona que amara algún día y lo había dado voluntariamente a otro.
Sintió que ya no era apropiado ser amado.
Y pensar en eso lo hizo llorar más.
George, que había estado tratando de calmarlo, entró en pánico cuando Alesha lloraba cada vez más.
Ya no sabía qué hacer para que la niña dejara de llorar.
Esta vez fue solo su vida cuando vio a la niña llorar y lo puso muy preocupado.
A menudo hacía llorar a muchas mujeres, pero no le importaba, pero esta chica realmente lo asustaba.
De repente apareció la idea.
Una idea que podría hacerle perder a la chica.
Pero ya no le importa.
_Sí, no llores más. Perdón por ir demasiado lejos. Pero realmente no tengo intención de forzarte. Miró a Alesha con esperanza. Alesha todavía sollozaba como si no le importara lo que George dijo.
_Cancelaré el contrato, siempre y cuando dejes de llorar.
De repente, Alesha dejó de sollozar, con los ojos rojos y húmedos por las lágrimas que miraban fijamente a George.
_¿En serio?, Preguntó con incredulidad.
George solo asintió con la cabeza.
_Y puedes irte a casa ahora, una vez más, me disculpo por ese incidente.
Al escuchar eso, sus dulces labios sonreían maravillosamente, su rostro brillaba y se alegraba nuevamente. Rápidamente se levantó de su asiento. cargando su bolso y luego caminó hacia la puerta.
Pero antes de que él abriera la puerta, la chica se volvió y le sonrió a George.
_Gracias, dijo, luego desapareció detrás de la puerta dejando a George que solo estaba en silencio al ver la partida de Alesha, su corazón de repente se sintió vacío y vacío.
Luego se levantó de su asiento y entró en la habitación y se acostó en la cama. No hace mucho, él también se durmió.
Mientras tanto, Alesha, que acababa de llegar a su departamento, fue directamente a la habitación y se arrojó a la cama.
Intentó dormir pero no pudo, muchas veces intentó cerrar los ojos, pero la escena con el príncipe había seguido imaginándose en su mente.
Recordando cómo respondió salvajemente a la misteriosa sonrisa y eso lo hizo sentir muy avergonzada y feliz al mismo tiempo.
Como si eso fuera lo más correcto que había hecho, tampoco entendió sus sentimientos cuando George la dejó ir, su corazón se sintió un poco decepcionada como si no quisiera dejar al príncipe, pero debido a su vergüenza y culpa entonces dejo ese lugar.
Parecía sentirse perdido cuando vio a George por primera vez.
Un yo que ya no podía entender, un yo que al imaginar al príncipe siempre le hizo querer sonreír, un yo que siempre quiso seguir cerca del príncipe.
Pronto la niña ya estaba en su sueño.