Andrés se quedó en silencio mientras recibía la mirada de su jefa Serena.
A diferencia de cuando jugaba o cuando hablaba de cambiar la contraseña por otra cosa que tuviera 'gatitos' en ella, ahora Serena llevaba una expresión solemne.
"Ya he visitado a Giselle, se encuentra bien. Las heridas fueron curadas y solo se encuentra un poco temerosa por lo sucedido, pero es una chica fuerte, mejorará. Aunque por ahora se le evitara esta clase de trabajo." Informó Serena sin cambiar de expresión y mirando a Andrés, comentó. "Felicidades por tu ascenso."
Ascenso… Si, cuando despertó, se dio cuenta de que había ascendido de rango y ahora era un Rango A.
Su capacidad mental aumentó y le dio un sentimiento de entendimiento sobre toda máquina o aparato electrónico que se conectaba y ni hablar de su IA principal.
Ahora podía estar conectada a ella y trabajar con calma mientras hacia otras cosas, no como antes en donde tenía que esforzarse para lograrlo.
Sin embargo, era difícil decir que estaba feliz.
"Disfruta tu ascenso por ahora, pero no creas que este error sea fácilmente olvidable." Dijo Serena y dando una mirada fría, agregó. "Hiciste bien para moverte, pero cometiste demasiados errores para ser felicitado… No voy a felicitarte por los errores."
Andrés se quedó en silencio ante la seriedad de Serena y en el fondo pudo comprenderla.
Que todo terminara bien no significa que hizo las cosas bien… De la misma manera que actuara correctamente en el momento, no quitaba que habían cometido errores.
Felicitarlo por cualquiera de los dos era como decirle que estaba perdonado, cuando no era de esa forma, ya que esto era un trabajo.
Un trabajo en donde ponían su vida en riesgo.
"Tu error fue ayudar a Giselle a pesar de que sabía que lo que estaba haciendo estaba mal." Reveló Serena y con una mirada fría, anunció. "Pero sobre todo ustedes dos cometieron el peor error… No me avisaron."
Andrés se quedó aturdido y Serena continuo.
"¿Crees que en este trabajo dejamos morir a nuestros compañeros? Los ideales de todos valen y nos tratamos de ayudar entre nosotros. Si me hubieran avisado que se moverían de esta forma, hubiera ido para ayudarlos." Dijo Serena y soltando un suspiro, gruñó. "No me subestimes."
Serena era una Rango S y a pesar de su personalidad cuestionable y su actitud extravagante, era un individuo que podía estar al mando de un gremio de tamaño mediano.
En ese sentido era igual que Liam, que parecía poco confiable, pero en realidad era personas que ocultaban bastante poder.
"Lo siento. Pensé que lo que estábamos haciendo estaba mal." Dijo Andrés con un suspiro.
Si hubiera sabido que esto sucedía, incluso si perdía la oportunidad de ascender de rango, entonces trataría de evitarlo.
Si bien no conocía a Giselle desde hace demasiado tiempo, si él podía evitar que ella saliera dañada, entonces lo haría sin dudarlo.
Quizás él no era un héroe con altos ideales como sus compañeros, pero Andrés era como cualquier persona que protegía a la gente cercana.
"Giselle me pidió que no te culpara. Dijo que te oculto lo que iba a hacer hasta el último momento, ya que parecías muy 'estricto'." Murmuró Serena con una pequeña risa.
Andrés solo pudo dar una sonrisa a medias ante esas palabras.
Él no mencionó que Giselle lo hizo a último momento y no le dio oportunidad de pensarlo y de cierta manera, estaba en lo correcto.
Si hubiera conocido de antemano que su superiora iba a actuar de esa forma, la hubiera delatado.
Después de todo, él sabía lo que era estar cerca de la muerte y tal como pensaba realizar ese tipo de acciones podían convertirse en errores mortales.
"Bien. Luego hablaremos cuando vuelvas. Hay muchas cosas que solucionar y bastantes actitudes, labores problemáticas que corregir." Dijo Serena y mirando a Andrés, que estaba vestido con un traje, comentó. "Disfruta la fiesta."
Andrés suspiró cuando finalizó la llamada.
Era un suspiro de alivio al saber que Giselle estaba a salvo.
¿En cuanto a los problemas y el regaño de su jefa?
Lo asumió completamente sin tratar de dar excusas.
"¿Terminaste?" Preguntó una voz al otro lado.
La voz era de Cristian, quien se dio cuenta de que la conversación laboral había terminado.
Andrés se levantó y arreglándose el traje, abandonó la habitación.
A pesar de lo sucedido en la tarde no se canceló la fiesta y ahora estaban por asistir a ella.
"¿Cómo fue?" Preguntó Cristian con curiosidad.
"Mi jefa me regaño por mi actuación, pero al menos no me despidieron." Bromeó Andrés sonriendo entretenido.
Cristian soltó una risa y ambos salieron al pasillo.
Dirigiéndose al ascensor, Andrés pudo notar que el grupo de siempre estaba en la entrada de la habitación de Aurora y Alice.
Cithrel, Venali, Leslie, Nicole, Érica y Clémentine junto a Alice estaban afuera.
Cada una llevaba un vestido distinto revelando un encanto diferente.
Cithrel llevaba un vestido largo de gala y daba una sensación más formal que expresaba la elegancia de una princesa.
Leslie, por su parte, no llevaba un vestido, sino que una chaqueta y pantalón formales que le daba una sensación más única que combinaba con su expresión seria.
No al estilo masculino de Venali, que podía ocultarse como un hombre engañando a cualquiera, sino que un estilo más formal como una oficinista.
Érica y Clémentine eran dos estilos muy diferentes.
La primera llevaba un vestido de fiesta que liberaba un encanto único, mientras que Clémentine también llevaba un vestido, pero dando la sensación de elegancia que ella siempre tenía.
Nicole estaba vestida de manera encantadora, logrando que todos olvidaran que tras ese vestido 'lindo' se encontraba una luchadora capaz de estremecer veteranos.
Alice, al último, llevaba un vestido negro que liberaba un encanto fascinante que solo era atenuado por la bolsa de papitas en sus manos.
"¿Sucede algo?" Preguntó Andrés dejando salir un poco de preocupación.
Sabía que Aurora, Érica y Cithrel asesinaron a maleantes por lo ocurrido.
No sabía si Aurora o Cithrel estaban 'acostumbradas', pero entendía que su antigua jefa se tomaba los asuntos con seriedad y era alguien más madura de lo normal.
Eso no quitaba que no estuviera preocupado por alguna reacción inesperada.
"Sí." Respondió Cithrel con un tono serio y ante la mirada de Andrés, explicó. "Aurora no quiere usar su vestido que tan amablemente elegí para ella."
"…" La expresión de Andrés se rompió a pedazos y abriendo o cerrando su boca, no pudo decir nada.
Nicole, Leslie, Érica y Clémentine le dieron miradas de entendimiento con sonrisas a medias, pero eso fue todo.
"No voy a usar estos vestidos… Son… Son… Demasiado para mí." Dijo Aurora del otro lado de la puerta.
"Vamos, ¡no son para tanto!" Exclamó Cithrel y como si se sintiera aliviada por escuchar esa respuesta, agregó. "Tienes vestidos de estilo de princesa, estilos sexys y estilos normales… Serás el centro de atención."
Su tono se escuchaba como si le hubiera dado diferentes vestidos para elegir, siendo muy 'amable', pero…
"Los estilos están bien, pero… ¿Por qué tienen joyas? Hay algunos con diamantes por todas partes… Estos no son vestidos que se pueden comprar en la tienda local." Dijo Aurora del otro lado con un tono de voz ligeramente difícil de aceptar.
Esta vez todos miraron a Cithrel de este lado.
Si algo que podían entender de Aurora era que su estilo de vestir era la 'simplicidad' y sobre todo elegía las cosas que no eran llamativas.
No se trataba de ser 'tacaño' o algo de ese estilo, sino que su forma de vida parecía simple.
Para alguien que tenía un gremio de mercenarios con un portal en su sótano y una sala de entrenamiento, con la capacidad presupuestaria para mantener varios estudiantes y darle la posibilidad de obtener toda clase de equipo, ella a nivel personal era bastante modesta.
En ese sentido, no era de demostrar la riqueza y eso se expresaba en muchos aspectos de su vida.
Darle vestidos lujosos obviamente se ganaría su negativa.
La sonrisa de Cithrel creció al escuchar esas palabras y dio la impresión de que estaba feliz, de que todo siguiera normalmente.
Andrés estuvo de acuerdo con esas emociones.
Si él era sincero se arrepintió de pedirle ayuda a Aurora y Alice, confiaba demasiado en ellas, pero no era como si quisiera llevarlas a que pasaran un mal momento.
"Vamos. Te dejaremos para que elijas sabiamente. Cuando acabes tu elección, avísame y vendré a buscarte." Dijo Cithrel con una sonrisa entretenida.
Era evidente que se estaba burlando de Aurora y lo estaba disfrutando, pero Andrés y todos los demás sabiamente ignoraron esa parte.
Uniéndose a su grupo, Andrés lo siguió hasta la sala.
Entonces, con todo el grupo de la academia, Cithrel lanzó un hechizo de magia espacial y llegaron a la misma entrada de la mansión del otro día.
Si bien estaban asistiendo temprano y todavía faltaba para que todo iniciara oficialmente, pudieron ver a muchas personas entrando.
Pasando por la gran puerta, al momento siguiente llegaron al 'Palacio Blanco' solo que esta vez a diferencia de la última vez era más agitado y era en otro lugar.
En una enorme sala del trono de altos pilares con el trono al final del pasillo, ahora estaban muchos estudiantes disfrutando y divirtiéndose a su manera.
A diferencia de antes no era tan solemne y serio, había varios músicos tocando con tranquilidad, mientras que los pasillos estaban abiertos creando portales que dejaban ver el otro lado.
A salas de museos, salas de entrenamiento e incluso el enorme jardín y el patio trasero estaban disponibles para visitar.
"¿Por qué lleva una máscara de héroe?" Preguntó Nicole al señalar a un estudiante con una máscara blanca con tintes negros y al ver que otros tenían ese tipo de máscaras, ella dudó.
"Hoy habrá un pequeño concierto. Ya saben, grupos famosos del mundo vendrán a cantar de manera privada aquí y luego creo que en otra área de la ciudad." Precisó Edward y al ver que Nicole lo miraba con ojos emocionados, recordó. "También 'Serafín' es uno de los individuos presentes."
Una psiónica altamente conocida en el mundo del espectáculo y a pesar de su juventud era altamente famosa como una cantante y tenía fans por toda parte del mundo.
Su voz y su música era de primera, pero cuando se le agregaba su capacidad de trasmitir emociones por su voz, entonces todas sus canciones eran obras maestras que podían llevar a su público en un frenesí de emociones.
Andrés habían asistido al concierto en áfrica y la verdad que todos se sintieron impresionados en ese momento.
"Bien. Iré a ver si logro conseguir un autógrafo." Declaró Nicole con mejillas rojas de emoción y sin importarle las miradas, pidió una máscara a un mozo y luego fue al jardín.
Esa luchadora tan frenética reveló un lado de ella que no concordaba con el lado tan salvaje, amante del combate.
Todos se separaron sintiéndose igual de emocionados por la atmósfera.
Habían dejado la seriedad de que este era un evento solemne y empezaron a mostrar una soltura típica de unos jóvenes a su edad.
Cuando Andrés se quedó solo se acercó a Érica, que estaba en la misma posición mirando la fiesta con una bebida en su mano.
"¿No se siente maravilloso ser un Rango A?" Preguntó Érica al verlo acercarse.
Al igual que él ascendió recientemente, Érica reveló a de todos que también había logrado ascender a un Rango A… Bastante antes que todos los demás.
"Lo mantuviste bien escondido." Murmuró Andrés como respuesta, logrando que Érica se riera.
"A diferencia de las otras profesiones, un mago al ascender tiene que aprender muchos nuevos hechizos y aunque logremos aumentar nuestra fuente de energía mágica, recién cuando entendemos esos hechizos podremos decir que somos un Rango A. O si no solo tendremos un aumento de fuerza en los hechizos básicos." Explicó Érica con un tono simple.
El tono sonaba como estuviera, dando una excusa por haberlo mantenido en secreto, logrando que esta vez fuera Andrés quien se riera.
Andrés comprendía que era tal como Érica mencionaba, no obstante, no podía negar que fue una hazaña bastante impresionante y lo guardó por bastante tiempo.
Luego de reírse, él permaneció en silencio durante un segundo y luego exhaló.
"Gracias por salvar a mi superiora… Yo…" Dijo sin poder continuar con sus palabras.
¿Qué se decía en este momento?
No podía formular sus palabras.
Debido a su pedido de ayuda, Érica terminó en una posición difícil y acabó asesinando a dos personas.
Andrés nunca había asesinado a alguien y si bien podía decir muchas cosas ahora, la verdad era que como cualquier persona cuando se encontrara en esa posición, sería difícil.
Esta vez era la segunda y tercera vez para Érica, y Andrés, a pesar de que no la conocía perfectamente, se sintió culpable por empujarla.
Encontró que, al igual que el trabajo de 'campo', estar al otro lado de la pantalla resultaba ser complicado a su manera.
Érica soltó un largo suspiro turbulento.
"Se siente como una mierda." Reveló Érica, pero mirando a Andrés seriamente, comentó. "Pero no me arrepiento… La salvamos y eso es suficiente para mí."
Era normal que se sintiera mal, pero todas las dudas y todas las posibles preguntas o todos los pensamientos sobre si podía cambiar las cosas desaparecían cuando pensaba que salvo al rehén.
La prueba definitiva que la hizo dar cuenta de que este resultado era el que deseaba.
Tan solo pensar en el resultado hizo que no se arrepintiera.
Andrés se quedó en silencio y Érica continuo.
"Es por eso que no necesitas preocuparte. Ayude a Aurora por mi cuenta. Asesine personas por mi propia decisión." Intervino Érica y palmeando el hombro de Andrés, agregó. "Eso es todo el confort que necesito."
Con esas palabras se fue con Clémentine, que estaba lejos charlando con los estudiantes de la Academia Cernunnos.
Se podía decir que Érica tenía más coraje que él… Y eso hizo que Andrés se riera debido a que era lo correcto.
Después de todo, a diferencia de Érica, él no era sincera con sus propios sentimientos.
Respirando hondo, Andrés dejó que todo saliera.
Dejó salir su alivio de haberle pedido ayuda a Aurora y Alice… Independientemente de lo que llevo a que hicieran, sabía que ellas podrían traer el mejor resultado.
Era hipócrita estar preocupado y a la vez estar aliviado, pero esa era parte de la naturaleza humana… La imperfección y el choque de emociones que a veces parecían imposible estar en una misma persona.
"Andrés, ¿quieres darme una mano?" Preguntó Cristian que se acercó rápidamente y al ver que lo miraba seriamente, murmuró. "Le prometí a Leí Ming que la invitaría a bailar, pero ahora está con una amiga y necesito un compañero para que me dé una mano."
Andrés parpadeó ante el murmullo de su amigo y al ver la expresión de ese hombre, se rio suavemente.
"Bien, vamos… Como ya te ayudé a conseguir su número, no importa continuar un poco más." Comentó Andrés y con una sonrisa, bromeó. "Pero espero que cuando estés de novio, no me pidas que piratee su teléfono. Esa clase de 'toxicidad' no va conmigo."
Cristian al escuchar sus últimas palabras casi tropieza ante esa broma que extrañamente sentía que sucedía a menudo.
"Sí. En la compañía de seguridad hay varios de estos casos." Señaló Andrés con una risa entretenida.
Hombres creyendo que sus esposas lo engañaban, mujeres pensando que sus maridos tenían aventuras, padres sobreprotectores que interceptaban las conversaciones de sus hijas… Los trabajos de ese tipo eran frecuentes de una manera extraña.
Cuando estuvo caminando a la dirección de Leí Ming y su amiga, notó que ellas miraron hacia otra parte junto a la mirada de todos.
Andrés siguió la mirada y notó a un joven acercándose mirando alrededor de la Academia de Héroes.
Un joven de rasgos delicados y finos, que debido a su seriedad y a su mirada tan indiferente parecía maduro y distante.
Sus ojos de color zafiro pasearon por los alrededores con calma buscando a alguien y luego su mirada fue a parar a Alice y a Cithrel que estaban con los demás.
Acercándose paso a paso, llamando la atención de todos, dio una sonrisa cordial.
"¿Saben si Aurora vendrá hoy?" Preguntó el joven hombre en calma.
Andrés notó que la mirada de Alice se entrecerraba en un momento y el hombre ignoró la mirada punzante de esa glotona.
Extrañamente, Andrés sintió que la mirada de Alice se parecía a esas personas que veían a un pervertido por la calle y lo miraban con asco y repugnancia, pero también con enemistad como si no deseara que se acercara a sus seres queridos.
Cithrel estaba por responder cuando su reloj holográfico vibro.
Al mismo tiempo también lo hizo el del joven y momentos después todos los relojes holográficos vibraron al mismo tiempo.
La información del mensaje llegó a la mente de Andrés gracias a la conexión con su IA y como si no creyera lo que leyó, abrió su reloj holográfico, incrédulo.
Los portales abismales dejaron salir algo que no era humano.
******
El portal negro que liberaba un sentimiento ominoso tembló y un camarógrafo cercano grabó esa extrañeza.
Sin embargo, al momento siguiente la expresión del camarógrafo se llenó de incredulidad y miedo cuando vio que una criatura empezaba a salir.
Alto y grande con piel de color verde y orejas largas.
Dientes amarillentos y un rostro que podía ser considerado feo.
Musculoso y corpulento, llevaba una armadura de cuerpo completo con una gran espada en su mano derecha, mientras que en su mano izquierda llevaba una cabeza humana.
Cuando el camarógrafo observó la cabeza de manera inconsciente, su expresión solo se llenó de terror… Al darse cuenta de que era del líder de la expedición que se había adentrado días antes.
"…"
Antes de que pudieran reaccionar, la criatura levantó su espada en alto.
"¡Grrr!" Decenas de lobos salieron del portal abismal con pequeñas criaturas verdes montándolo mientras otras criaturas de igual tamaño que el primero empezaron a salir.
Los disparos resonaron y la cámara se volvió negra cuando una flecha la golpeó, pero los gritos, gruñidos y disparas resonaron.
Mostrando que los portales abismales habían estallado de la peor manera posible.