Érica vio como el joven miliciano que la había empujado para salvarla estaba abrazándose con su familia en la tienda médica.
Tenía una hija y una mujer, Érica a pesar de que estaba agradecida todavía seguía pensando en cómo era posible que la empujara arriesgando su vida para salvarla.
Había tantas razones para no arriesgarse de ese modo.
"¿Te preguntas por qué lo hice?" Preguntó el joven miliciano mientras tenía a su hija en sus brazos al ver su expresión.
Érica asintió.
"En realidad nunca lo pensé, solo lo hice." Respondió el joven miliciano y advirtiendo que su esposa le estaba dando una mirada punzante, tal vez por su imprudencia, tosió y comentó. "Pero creo que lo hice porque ustedes nos protegieron antes. Te he visto luchar y arriesgar tu vida para protegernos. Esto fue igual."
Una respuesta bastante simple.
Los voluntarios que vinieron en la caravana eran personas que trabajaban duramente con el objetivo de ayudar.
Era cierto, obtenían beneficiosos y ahora con la eliminación de las últimas hordas y esta obtendrían una buena ganancia, sin embargo, al final eran voluntarios que arriesgaban su vida.
Ponían su vida en peligro en una misión que ganarían una miseria comparada a otras misiones.
"Te dejaré que descanses, Okello." Dijo Érica con un suspiro ante esa respuesta.
Se guardó que estaba pensando en recompensarlo con algo que necesitara.
Tal vez lo hizo por su propia voluntad, pero Érica necesitaba hacer algo para devolver el riesgo que el joven hombre había tomado, una 'recompensa' sería su forma de agradecimiento.
Saliendo a la carpa médica, Érica observó los alrededores.
No hubo muertos, sin embargo, eso no significaba que no hubiera heridos.
Las situaciones cambiaban y no importa cuán experimentado fuera un usuario de habilidad, siempre estaba la posibilidad de que salieran heridos.
Caminando por los alrededores Érica pudo advertir como algunos heridos tenían cortes en su cuerpos o mordeduras y entre ellos había algunos con heridas más graves e incluso mutilados sin parte de sus miembros.
Era increíble que para una misión voluntaria las personas se arriesgaran tanto en proteger a otros.
Lo peor era que no había medios de comunicación que estuvieran presentes como para extender sus acciones y terminarían como las veces anteriores en las que Érica escuchó sobre misiones las misiones Arcas.
Pasarían desapercibidos… Al igual que pasaban desapercibidos los refugiados en la ciudad Nakuru.
Si bien no se necesitaba dar fama, el punto importante era la distribución de la información y de sus acciones para que otras personas se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo.
Tal vez afuera de sus hogares, afuera de sus camas y de sus cómodos sillones, situaciones como esta, estaban ocurriendo.
Quizás no cambiaran en nada y todo siguiera igual, pero tal vez algunos abrieran sus ojos al igual que ella, que estuvo en la ignorancia durante bastante tiempo.
Abrir los ojos para darse cuenta de que los héroes no solo estaban en las grandes ciudades, era más ni siquiera se autodenominan héroes… Eran simples personas que ayudaban a otros.
Sin títulos llamativos, sin noticias importantes o simplemente sin popularidad.
Érica suspiró pesadamente y luego abriendo su reloj holográfico hizo su pedido.
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En la sala de enfermería hubo un silencio cuando varios individuos observaron un aventurero.
"No me miren de esa forma, solo perdí un brazo." Comentó un aventurero con una media sonrisa.
"¿Estás bromeando? ¡Harás trabajar demasiado a la Cardenal Brousseau!" Regañó Vázquez con un tono frío.
La actitud jovial fue lo que causó que Vázquez regañara y la respuesta fue…
"Era perder mi brazo o que un gato me arrancara el cuello. Elegí el mal menor." Respondió el aventurero con una sonrisa tonta.
A pesar de que ahora ese aventurero no tenía un brazo y estaba pálido por la pérdida de sangre y el dolor, estaba dando una sonrisa que dejaba ver que su humor no era tan malo.
"Todavía nos sigues debiendo la cerveza por decir que podíamos 'asediar' a una criatura de Rango SS." Dijo Vázquez agitando su cabeza al dar un suspiro.
Esta vez la expresión del aventurero cambio de forma más evidente que antes.
Aurora que estaba observando, agitó su cabeza y siguió caminando por los alrededores de la enfermería.
Hubo bastante heridos, algunos con rasguños, mordeduras o huesos quebrados que se consideraban menores y luego estaban aquellos quienes sufrieron heridas más graves, como perdidas de miembro o mutilaciones.
Siete personas perdieron sus miembros en combate o perdieron la funcionalidad de alguno de ellos.
Garras que cortaron un ojo, mordeduras que terminaron arrancando un brazo o simplemente algún hechizo de alguna bestia mágica con afinidad de atributo que terminó dañando parte del cuerpo.
Aurora estaba pasando por todas las tiendas de enfermería y se acercaba a hablar con aquellos en peores condiciones.
Como la líder de la caravana era su deber encargarse de ellos.
Eran voluntarios que la habían seguido y Aurora había aprendido a cuidar de los suyos.
Esta vez no fue diferente.
Se acercaba y hablaba de sus situaciones, informándole sobre las posibilidades que ofrecía la ciudad.
Perder un brazo no era algo fatal o de gran preocupación.
Ya sea la curación mágica o el avance médico, ambos estaban muy desarrolladas logrando que se combinara la magia con las tradicionales técnicas médicas.
Así que recuperar un brazo era fácil para un curandero de Rango S o por medio de algunas técnicas avanzadas de curación relacionadas con la tecnología.
Por supuesto, la curación mágica estaba más avanzada, ya que 'Terra nova' de donde la mayoría de la humanidad aprendió el conocimiento mágico, era un mundo muy desarrollado en cuanto a las magias.
Ahora la Ciudad Zerzura tenía programas para aquellos que lucharon por la ciudad.
Ese programa incluía la regeneración de partes perdidas del cuerpo y a la vez que en el periodo de espera y post recuperación mantener un subsidio.
Tal vez no fuera lo suficiente como para compararlo a lo que ganaban en otras misiones, sin embargo, era lo suficiente como para permitirse unas cortas vacaciones mientras esperaban a que su cuerpo volver estar completado.
Agregando que los individuos que se encargaban de la curación era la Iglesia del Tiempo y el Espacio, los resultados llegaban bastante rápido.
Ya que la misma Cardenal Brousseau regeneraba miembros perdidos de forma gratuita en su iglesia para ayudar a las personas y dentro de la iglesia, había múltiples magos de curación muy capaces.
En tan solo un mes era posible que estuvieran de vuelta para hacer lo que desearan, recuperados completamente.
Esa información no era clasificada y era de conocimiento público.
No obstante, Aurora se encargaba de informarles para mantener su tranquilidad o ver cómo podían ayudar de otras formas, ya que a veces algunos tenían sus propias circunstancias personales.
Si bien hubo casos de emergencia en donde se encontraban en situaciones fatales, los miembros de apoyo pudieron estabilizarlo y enviarlo por el portal, recibiendo atención médica inmediata en su llegada.
Era por eso que la atmósfera del área médica no era pesada, sino que muy agitada.
La misión ya estaba llegando al final y no hubo muertos… Desde ese punto todo lo demás podía tratarse con calma.
Los heridos podían curarse, los miembros perdidos podían regenerarse y los traumas podían tratarse.
Estando cerca de salir del área médica cuando notó a Nicole y Clémentine ayudando.
A pesar de que se veía exhaustas llevaban algunos materiales médicos o platos de comida para todas partes.
Aurora no dijo demasiado solo les sonrió mientras abandonaba el área médica.
Tras ver a Leslie ayudando a servir platos de comida, ya que era el mediodía, Aurora recibió el mensaje de Érica sobre sacar fotos y permitirle a distribuir la información sobre la misión.
Como no había problemas, Aurora aceptó con tranquilidad.
Sabía que tanto los aventureros del gremio Orisha Oko y la Iglesia del Tiempo y el Espacio también se encargaban de usar estos eventos para atraer contribuciones benéficas o aumentar su imagen y atraer miembros.
Hasta el mismo ejército daba publicidad de su reclutamiento con estas misiones.
A Aurora no le importaba, ya que las repercusiones nunca llegaban lejos y principalmente… Siempre pedía que se les diera más importancia a las otras personas.
La primera razón era que no le gustan los medios de comunicación y los periodistas que siempre podían amontonarse en busca de cualquier noticia e incluso llegando a tergiversarla.
La otra razón era que prefería mantener una vida tranquila.
Dirigiéndose hacia la carpa principal entró y advirtió a Alice que estaba recostada en el sillón comiendo papitas.
"Jefa. Hemos analizado los objetos que el Smilodon Fatalis llevaba, no tienen ninguna marca de compañía o de herrero, fue especialmente diseñado por algún humano sin dejar su marca." Informó Liam que también estaba presente.
"Los humanos entablando relaciones con un Smilodon Fatalis que son reconocidos por ser enemigos de la humanidad. Eso se escucha problemático." Murmuró Akira frunciendo el ceño.
"Bienvenida a áfrica." Respondió Aurora y con una sonrisa, preguntó. "¿O debería decir bienvenida al bosque mágico?"
Ella sabía que el bosque mágico tenía su propia sociedad de bestias mágicas que también era igual de caótica como la sociedad humana.
La Reina del Bosque Mágico era fuerte y bajo de ella tenía otros subordinados, sin embargo, las bestias mágicas eran muy variadas y el bosque mágico grande.
Al igual que el Smilodon Fatalis que literalmente era marcado como un enemigo a primera vista, había otras bestias mágicas inteligentes iguales de peligrosas.
E incluso había bestias mágicas con la que estaban en paz que tenía una mala relación con los humanos.
Era normal que hubiera conflictos cuando los humanos seguían entrando al bosque mágico por sus recursos y para cazar a todo tipo de bestias mágicas sin distinguir criaturas irracionales de bestias mágicas pacíficas.
La relación del bosque mágico con Zerzura era la de una amistad, pero con respecto a los otros humanos, dependía de como actuaban.
Aquellos que venían a cazarlos no salían del bosque y aquellos que pasaban con su permiso hasta eran ayudados.
A otros niveles, las tribus de bestias mágicas mantenían sus propias relaciones con diferentes organizaciones internacionales y el bosque mágico en general, era igual.
Relacionarse con algunas tribus era un desafío, ya que por lo general las bestias mágicas no confiaban demasiado en los humanos.
Después de todo, antes de que Zerzura apareciera la situación era muy conflictiva y las tribus estaban en guerras contra los humanos y algunas veces entre ellas.
Incluso ahora era normal que algunos humanos hicieran tratos con bestias mágicas peligrosas para obtener ganancias del bosque mágico.
Ya sea recolectar alguna planta mágica que valdría millones o permitirle adentrarse a una mazmorra natural con recursos de gran valor e incluso obtener los materiales de otra bestia mágica.
Para algunas personas todo se trataba de beneficios así que una situación como alguien proveyendo objetos a una bestia mágica, era tristemente común.
Aun así…
"Me encargaré de que la Empresa Apicius informe de la situación a las autoridades del Bosque Mágico. Estoy segura de que los 'Guardias de la Reina' también informaran." Comentó Aurora sin darle tanta importancia.
Ciertamente, era peligroso que una bestia mágica de Rango S tuviera artefactos mágicos, y si bien esta vez era uno, se complementó con la capacidad del Smilodon Fatalis para reunir bestias.
Además, no se trataba de una bestia mágica de Rango A, sino que de un Smilodon Fatalis de Rango S… Una bestia que si no era tratada con cuidado podría ser muy peligrosa.
Si hubieran atacado a otra caravana en vez de su grupo que tenía rangos S y apoyo de Zerzura, entonces la situación podría haber sido completamente diferente.
"Por cierto, me quedaré con la carne." Informó Alice y mirando a Aurora, declaró. "Quiero usarla para cenar el 27 de julio."
La expresión de Akira tembló tan simple y Aurora por su parte, asintió aceptándolo.
El 27 de julio se festejaba el aniversario de Zerzura, y comer algo con su hermana era bastante agradable para Aurora.
Aunque ella ocultó el hecho de que probablemente, alguien tendría que asistir a la fiesta de aniversario de los altos mandos… Y ese alguien no deseaba ser ella.
"El ejército se encargará de acompañarnos el resto del viaje. Me gustaría llegar para hoy a la noche a Yuba y para mañana a la tarde estar en Wau para volver a Zerzura." Comentó Aurora con un suspiro ligeramente agotado.
Había algunos heridos y cansados, así que Yuba que estaba a unas horas de viaje era lo más lejos que podrían llegar hoy.
Lo bueno era que se podía usar el portal para enviar a los heridos y el Coronel Makeba se había ofrecido para encargarse de la protección de la caravana para que la fuerza principal pudiera descansar.
Aurora no desaprovecharía esa oportunidad.
"Por fin. Quiero llegar a Zerzura y darme un largo baño." Murmuró Akira con un largo suspiro.
Aurora asintió tranquilamente, estando de acuerdo.