Mientras Número 184 veía a Emilia ponerse la ropa interior mientras movía sus manos y pies, de repente dejó salir un largo suspiro.
_Emilia: ¿Pasa algo malo?
_Número 184: …No, simplemente estaba pensando que eres muy hermosa. Tus manos y piernas delgadas, la piel blanca y el cabello largo y plateado, especialmente.
_Emilia: ¿—? Gracias. Incluso si no lo dices en serio, me alegra. Sólo Subaru y Anne me dicen cosas así.
_Número 184: Subaru… Un hombre, ¿verdad?
_Emilia: Sí, mi caballero. Creo que estará muuuy preocupado por mí. Por eso quiero saber dónde estoy rápidamente…
Probablemente esto le causaría a él una gran preocupación.
En la mente de Emilia, no había ninguna preocupación de que Subaru hubiera sido asesinado. Él tenía a Beatrice y la idea de que Subaru se viera involucrado en una situación en la que muriera no llegó a la imaginación de Emilia en primer lugar. Subaru lo superaría de alguna manera.
Entonces, en la mente de Emilia, ser capturada sin poder decirle nada a Subaru era realmente patético.
_Número 184: Ese hombre al que llamas Subaru… no se lo menciones nunca al Honorable Esposo.
_Emilia: ¿Eh? ¿Por qué?
_Número 184: Tomando prestadas las palabras del Honorable Esposo, podría sospechar que tu mente no es virgen.
_Emilia: De nuevo se trata de esa "virgen".
Dar como razón un término, sin siquiera explicar lo que significaba, lo volvía realmente confuso.
Sin más explicación que esa a la ya enfurruñada Emilia, Número 184 tomó un vestido blanco del armario y lo sostuvo cerca del cuerpo de Emilia.
Era un vestido precioso con adornos elegantes, de aspecto brillante.
_Emilia: Pero… parece difícil moverse con ese vestido.
_Número 184: No quejarse también sería prudente. Ahora debes vestirte.
Preguntándose con la cabeza ladeada si un traje tan maravilloso le quedaría bien, Emilia empezó a ponerse cuidadosamente el vestido blanco, tal y como le había ordenado Número 184.
_Regulus: —Aah, simplemente es grandioso. Como pensé, el blanco te queda bien.
_Emilia: …Gracias.
Dijo Regulus con voz alegre cuando vio que Emilia se había cambiado de ropa.
Desde su reunión en el pasillo justo antes, él también se había cambiado de ropa. La expresión de Emilia sugería que ella lo había notado y Regulus se arregló el cuello de su propio traje.
_Regulus: Una boda es importante, ¿sabes? Normalmente, pienso que no debo estar vestido como tal, pero no quisiera avergonzarte con una terquedad poco divertida. Es ideal que los esposos muestren consideración el uno por el otro, sin pensar en ello como algo incómodo. No quiero cargarte con pensamientos preocupados sobre toda la consideración que te he mostrado por este nivel de trabajo, simplemente quiero que sepas que, si es por tu bien, soy un hombre que puede aceptar hacer algunos cambios. Y con respecto al lugar de celebración, estará listo pronto, en poco tiempo.
_Emilia: El lugar de celebración… ¿Quieres decir aquí?
Vestido muy formalmente con un esmoquin blanco, Regulus giró la cabeza y siguiendo su mirada, Emilia también miró alrededor del espacio en el que se encontraba.
Era una catedral—para ser exactos, era una catedral usada sólo para la importante tarea de celebrar una ceremonia de boda.
Después de haber sido cambiada de ropa por Número 184, Emilia salió del edificio por primera vez y rápidamente se dio cuenta de que había estado descansando en una habitación dentro de una de las torres de control. Emilia había sido conducida por Número 184 directamente a esta catedral, justo al lado de la torre de control.
El exterior de la catedral estaba lleno de siluetas que trabajaban a toda prisa para terminar los preparativos de la boda, las cuales continuaban metódicamente. Y sin palabras, llevando a cabo inexpresivamente la preparación del lugar, dondequiera que uno mirara, había mujeres hermosas y vestidas elegantemente.
_Regulus: Estas chicas son mis esposas, ellas están en la misma situación que tú. Todas juntas, son 291 en total… Es triste, pero muchas de ellas murieron. Aun así, para aquellas que todavía están conmigo, derramo mi amor sobre ellas por igual. Eso es obvio. Favorecer y amar a una sola persona me parece un principio demasiado distorsionado para ser apropiado para lo que llamarías un esposo. Yo nunca hago cosas tan absurdas. Reparto un amor fijo, en una cantidad fija, de una manera fija. Sin favoritismos, ni desigualdad, ni injusticia. Alégrate, porque yo también te amo de la misma manera.
_Emilia: Lo que estás diciendo… ¿no es—
_???: —Honorable Esposo. Tengo… algo que decirle.
"¿No es raro?", era lo que Emilia estuvo a punto de decir antes de que fuera interrumpida.
Desde enfrente, Número 184, que había estado esperando a su lado, le habló a Regulus. Escuchando a Número 184, Regulus frunció el ceño ligeramente.
_Regulus: Oye… Estoy hablando con ella ahora mismo, ¿no lo ves? ¿No crees que estás envenenando la situación al interrumpirme ahora, justo mientras compartimos la crianza del brote de amor entre nosotros dos, sólo ella y yo? ¿O eso no está en tu mente? Creo que son muy importantes las pequeñas cortesías entre marido y mujer. ¿No te lo he dicho siempre? Y, sin embargo, al seguir estorbando, estás desperdiciando mi pequeño deseo. ¿Qué opinas, Número 184?
_Número 184: Lo siento mucho. Sin embargo, esto es importante. Sé que es presuntuoso, pero sólo estoy actuando por preocupación por el Honorable Esposo. Le pido humildemente que escuche mis palabras.
Las palabras de Regulus se aceleraron y signos de peligro surgieron de todo su cuerpo. Sin embargo, incluso expuesta a esa mirada aguda, la actitud decidida de Número 184 no se doblegó y ella le aconsejó que la escuchará.
Naturalmente, al ver esto, Regulus retiró la expresión malhumorada.
_Regulus: …Bien. Habla. Brindar un poco de bondad para la esposa es la generosidad del marido. No soy tan mezquino como para no hacer ni siquiera eso.
_Número 184: Estoy muy agradecida. Bueno, es con respecto al mensaje de la transmisión de hace un rato… ¿No habrá ningún problema con eso? Si, potencialmente, un disturbio ocurriera en la boda…
_Regulus: ¿La transmisión? Ah, la que hizo la voz temblorosa que no conozco. ¿Acaso importa realmente? Si esa persona sólo habla, no es un problema en absoluto. Es algún cobarde lleno de quejas que ni siquiera puede hablar de sus propias habilidades y que enumera algunas palabras adecuadas, eso es todo lo que me parece. No sé si es Capella, o Sirius, o es esa basura… Pero no me importa. ¿O es que no confías en mi fuerza? Entonces, como esposa, ¿acaso dudas de las habilidades de tu marido?
_Número 184: No, yo creo en sus habilidades. Si Honorable Esposo está aquí, entonces no tenemos nada de qué preocuparnos. Sólo esperaba que las palabras del Honorable Esposo eliminaran mis preocupaciones, eso es todo. Por favor, perdone a una esposa que falló en confiar en usted.
Con una respuesta aparentemente preparada, Número 184 intentó eludir la pregunta de Regulus. Con palabras propias de una niña débil y un rostro y una voz sin emociones, Número 184 abocó por su perdón. Ante eso, Regulus agitó la cabeza como impresionado por sus palabras.
_Regulus: ¿Así que era eso? Yo mismo no lo pensé, lo siento. Aunque no me lo pidieras, debería haber notado tus pensamientos de preocupación. Uno debe considerar los pensamientos de los demás, incluso si no se expresan en palabras. Qué egoístamente he actuado, ¿no? Voy a reflexionar sobre mí mismo.
_Número 184: Más bien soy yo quien lo siente profundamente. Las palabras del Honorable Esposo me han dado valor. Yo también me pondré en marcha de inmediato para ayudar a preparar el lugar de celebración.
_Regulus: Ah, hazlo, por favor.
Al despedirse, Número 184 le dio la espalda a Regulus. Al mismo tiempo, se encontró con los ojos de Emilia y le hizo una especie de guiño furtivo. Eso fue, probablemente, una advertencia a Emilia sobre el descuido de sus palabras de antes de que fuera interrumpida.