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72.56% Re: zero arco 3, 4, 5. / Chapter 365: El Demonio de la Espada bajo la luna

章節 365: El Demonio de la Espada bajo la luna

En esa cena, todos olvidaron sus rivalidades.

Después de cenar, Subaru se retiró a su habitación, en la cual había dos futones preparados por los empleados del ryokan. Mientras miraba ambos futones colocados uno al lado del otro, Subaru sintió que su admiración por el ryokan seguía aumentando. Como en los hoteles, los empleados siguieron la costumbre de ordenar las toallas, mantas, futones, etc., cuando el huésped desocupaba la habitación.

Aunque siempre ha pensado que dicha práctica hace que la gente se sienta indefensa.

_Beatrice: Subaru, parece que mientras no estábamos aquí, unos individuos tuvieron el descaro de colarse en nuestra habitación, de hecho. ¡—!

_Subaru: Sí. Parece que los futones y toallas que estropeaste fueron reordenados o reemplazados.

_Beatrice: ¡Eso es...! Sí, es definitivamente una trampa para engatusar a Betty, supongo. Se esconden bajo el pretexto de ser personas amables, de hecho.

_Subaru: A veces la gente simplemente tiene buenas intenciones, ¿no crees? Aunque, este servicio no es gratuito.

Beatrice estaba siendo innecesariamente cauta y diligente a pesar de que apenas podía mantener los ojos abiertos. Subaru rápidamente la llevó a la cama.

Desde que formaron oficialmente su contrato, Subaru y Beatrice habían dormido en la misma habitación. Aunque Anastasia le ofreció a Beatrice tener su propia habitación, Beatrice iría a la habitación de Subaru de todos modos, así que, amablemente, rechazaron su ofrecimiento.

Pero eso no quería decir que Beatrice fuera una niña que no pudiera dormir por sí sola, sino que Beatrice usaba su contacto nocturno con Subaru para eliminar el exceso de maná de su puerta defectuosa.

_Beatrice: Betty no ha venido porque quiera estar cerca de Subaru, de hecho. No lo malinterpretes, supongo.

Beatrice, quien originalmente ideó los términos del contrato, estaba ahora hablando de esa manera.

Pero eso ya daba igual. Subaru se había acostumbrado desde hacía mucho tiempo a quedarse dormido con el sonido de la respiración de otra persona.

_Beatrice: …Esa cosa verde era tóxica, de hecho. Es inaceptable, supongo...

Moderadamente complacida y agotada, Beatrice se cubrió con el futón y se durmió rápidamente pensando en el wasabi que la había traumatizado en la cena.

Acariciando el ceño fruncido de Beatrice, Subaru observó su bello rostro dormido hasta quedar completamente satisfecho y, entonces, se puso en marcha.

_Subaru: Y ahora… Yo también me voy a bañar, hoy toca relajarse largo y tendido.

Junto a la almohada de Subaru había un yukata. Si no hubiera sabido cómo ponérselo, podría haberle preguntado a un empleado del ryokan. Obviamente, Subaru había usado yukatas en su mundo original, así que no le suponía un problema utilizar esa prenda de vestir.

_Subaru: Si Ferris y Anastasia no estuvieran por aquí, podría haber preparado el yukata de alguna de las chicas.

Obviamente le habría gustado preparar el yukata de Emilia. Las demás candidatas a la Elección Real eran señoritas hermosas, pero si Subaru pudiera modificar la ropa de Emilia y vestirla, entonces podría asegurarse de que ella nunca fuera inferior a las demás en lo más mínimo.

_Subaru: Bueno, qué se le va hacer... Supongo que me conformaré con haber podido hacerle las trenzas a Emilia después de la cena.

Aunque ella se soltó el pelo antes de acostarse, le quedó un «¡Hairstyle ondulado de trenzas!» luego de que ella deshiciera el trenzado, tal como Subaru había planeado. El pelo largo y ondulado por defecto, como el de Anastasia, también era encantador; pero Subaru consideraba que el cabello largo y plateado de Emilia era el más llamativo.

_Subaru: Tanto las trenzas como el ondulado de trenzas son peinados preciosos. Emilia es una mujer astuta, desde luego. Nunca podría hacer algo así con Beatrice.

Inexplicablemente, el cabello de Beatrice siempre permanecía con el mismo peinado en tirabuzones.

Quizás era por ser un espíritu artificial. Cambiar su peinado era posible, pero siempre volvía a su forma original tan pronto como las manos de Subaru soltaban su pelo. Era tan fascinante que incluso había jugado con él varias veces.

Mientras esperaba con ansias la mañana siguiente, Subaru recogió su yukata y se dirigió a los baños, pisando con cuidado para no despertar a Beatrice. Teniendo en cuenta con quiénes compartía el ryokan, Subaru creía innecesario estar en alerta. Más bien se compadecía de cualquiera que se atreviera a iniciar cualquier daño.

_Reinhard: Aunque dudo mucho que pase algo, sabré enseguida si algo anda mal. Espero que todos puedan pasar la noche en paz.

Esas fueron las palabras tranquilizadoras de Reinhard al salir del comedor. La sensación de seguridad no se limitaba sólo al ryokan, sino a toda la región. Conociendo a Reinhard, no sería una exageración sentirse a salvo incluso en toda la ciudad.

Por ahora, Subaru podía vagar por el ryokan sin tener que tomar ninguna precaución. Aunque era lamentable que el hotel no tuviera ningún baño al aire libre, Subaru seguía emocionado porque la hora del baño era, según él, lo mejor de alojarse en cualquier ryokan.

_Subaru: …

Subaru se detuvo, y su relajada expresión cambió mientras miraba a través de un pasillo hacia el patio, donde ocurrió la lucha entre Reinhard y Garfiel. Por la noche, dicho patio emitía un ambiente diferente y más bien agradable.

Una luna llena flotaba en el cielo oscuro, cubierta de gruesas nubes que daban a la escena un encanto fascinante. Un viento fresco soplaba por el jardín, donde había una figura solitaria.

_Subaru: ¿Wilhelm-san?

Espalda robusta y pelo largo y blanco. De un vistazo, Subaru pudo ver que la silueta vestida de yukata era la de un anciano y sólo conocía a un hombre que encajaba en ese perfil.

_Wilhelm: Subaru-dono, ¿le he asustado?

Probablemente siendo consciente desde hace tiempo del movimiento que había detrás de él, Wilhelm se dio la vuelta para saludar a Subaru, con una suave mirada en sus ojos.

Estaba de pie con las manos metidas en las mangas del yukata de baño. Subaru se preguntaba por qué le resultaba tan natural verlo con esa postura en el jardín de estilo japonés.

_Wilhelm: ¿Va a ir después a los baños?

_Subaru: Sí, eso es lo que estaba planeando hacer. Por cierto, vine a ver el jardín por la noche, no porque me haya perdido.

_Wilhelm: Eso no le ocurriría a Subaru-dono. Yo también vine a disfrutar de la belleza del jardín, así que creo que puedo entender su estado de ánimo, Subaru-dono.

_Subaru: ...Todavía se siente extraño ser tratado con tantos halagos.

Subaru se volvió, avergonzado, mientras Wilhelm, sin ningún rastro de exageración, hablaba de él con una confianza inquebrantable.

Wilhelm era la persona a la que Subaru había llegado a respetar más desde que llegó a este mundo.

Había gente con la que Subaru quería estar, y gente con la que quería competir; pero la única persona a la que Subaru miraba sin nada más que respeto era Wilhelm.

Tanto como persona como figura masculina, Wilhelm era el ideal de Subaru.

_Wilhelm: Si Subaru-dono ha venido por la noche a este jardín en busca de paz y solemnidad, entonces mi presencia aquí debe ser frustrante.

_Subaru: En absoluto. Más bien, ver al Demonio de la Espada en este jardín con viento es tan perfecto que quiero grabar esta imagen en mi corazón para siempre. Me gusta ver a la gente iluminada bajo la luz de la luna.

Subaru opinaba que la belleza de Emilia era sin duda la más acorde con una noche de luna.

Su largo cabello plateado era diferente del resplandor del sol. La belleza de Emilia recordaba a la luz de la luna y Subaru quería ser las estrellas flotando alrededor de la ella.

Entonces, ver al Demonio de la Espada de pie bajo una noche de luna era algo que Subaru había estado deseando ver.

_Wilhelm: ...Subaru-dono, no debe desperdiciar esas palabras tan sinceras en un anciano como yo. Pero si las susurrase a la mujer que ama, seguramente llamaría su atención.

_Subaru: Si actúo de esa manera sería como echar insecticida a todas las mariposas encantadoras que he atraído. Y, de todos modos, la persona a la que me gustaría decirle esas palabras no las entendería.

_Wilhelm: Tratando de sacar a relucir la perfecta sonrisa de su amada, buscando las palabras perfectas... Ese ansioso sentimiento es uno de los placeres del amor, Subaru-dono.

Al escuchar el tono claro de Wilhelm, Subaru se encogió de hombros relajadamente.

_Subaru: ¿Oh? Parece que te refieres a tu antigua historia de amor. ¿Alguna vez pasaste por eso, Wilhelm-san?

_Wilhelm: ¿Le gustaría oírlo?

_Subaru: Cuéntame todos los detalles.

Subaru hizo una reverencia ceremonial y respetuosa, y la actitud de Wilhelm denotó un «Qué remedio» mientras mostraba una mirada de alegría.

_Wilhelm: Cuando yo era joven, se me daba tan mal formular frases como ahora. Nunca quise hablar de otra cosa que no fuera espadas, ya que no tenía ningún interés aparte de la esgrima. Seguramente aburrí muchísimo a mi esposa cuando nos conocimos.

_Subaru: Pero, a tu esposa no le disgustaba hablar contigo, ¿verdad?

_Wilhelm: Era una mujer de mente abierta. En nuestras charlas nunca discutimos cosas como el agobio de un corazón por perder una gran responsabilidad ni evitar un deber omitiendo los pensamientos de los demás. Nació siendo una persona amable y cálida.

Wilhelm cerró los ojos con una sonrisa melancólica, mientras que Subaru se inclinó en silencio en el pasillo y se dispuso a seguir escuchando los recuerdos del anciano.

_Wilhelm: Como yo era una persona tan poco sociable, mi esposa siempre me sonsacaba temas para hablar durante nuestras conversaciones. Y para colmo, al principio no me di cuenta de lo atraído que estaba por ella. Cada vez que hablaba con ella, evitaba enfrentarme a la gran agitación que tenía en mi corazón.

_Subaru: Así que a Wilhelm-san también se le daba mal hablar con las mujeres, ¿eh?

_Wilhelm: Desde luego, me ofrecí en cuerpo y alma a la espada. Cuando agarraba mi espada, olvidaba todo lo demás, como si el movimiento de mi espada me diera la fuerza para sobrevivir. …La persona que me recordó por qué utilizaba la espada fue mi esposa.

_Subaru: ¿Fue entonces cuando te diste cuenta de que la amabas?

_Wilhelm: ...Parece que has visto a través de mí, Subaru-dono.

Wilhelm se quedó en silencio y Subaru hizo lo mismo.

Wilhelm seguramente no era consciente de la expresión que mostraba él mismo ahora mismo; pero al ver dicha expresión, Subaru sintió un fuerte orgullo.

La mirada de Wilhelm, las arrugas de su cara, el tono de su voz… todo indicaba que él todavía amaba igual de fuertemente a su esposa, Theresia Van Astrea.

Su expresión, su actitud y su existencia misma transmitían el amor que sintió y que seguía sintiendo por su esposa.

Sea quien sea que lo viera, sin duda alguna verían inmediatamente que Wilhelm estaba enamorado.

Incluso si todo el mundo se marchitara y se desvaneciera, ni una sola persona sería incapaz de entender la profundidad de esa emoción.

Ésta era la magnitud del amor que sentía Wilhelm, claramente algo de lo que sentirse orgulloso.

_Subaru: …

Mientras Subaru miraba la cara de Wilhelm, sus ojos se llenaron de lágrimas inconscientemente.

Sentimientos insoportables surgieron espontáneamente y se acumularon en sus ojos. No sabía que le afectaría tanto; y se preguntó por qué su corazón se sintió tan afectado al ver a alguien enamorado.

Llorar en una situación así molestaría a Wilhelm.

_Wilhelm: Como dijo Subaru-dono, ahí fue cuando me di cuenta de mis sentimientos por mi esposa.

Subaru bajó su rostro, fingiendo que se rascaba la cabeza mientras escondía sus lágrimas. Seguramente Wilhelm notó que Subaru estaba llorando, pero, aun así, continuó hablando.

Subaru no estaba seguro de si Wilhelm estaba tan sumergido en su pasado o si sólo fingía no darse cuenta de la reacción de Subaru, así que guardó silencio y siguió escuchando.

_Wilhelm: La espada era todo para mí, pero sólo era una parte de lo que yo era. Fue mi esposa quien hizo que me diera cuenta de esta obviedad, así que cada vez que empuño mi espada, me acuerdo de ella.

_Subaru: ¿Incluso ahora?

_Wilhelm: …Ahora más que nunca.

Wilhelm se tomó un momento para formular una respuesta.

Finalmente, dando la espalda a la luz de la luna, Wilhelm se volvió hacia Subaru. Los sentimientos que aparecieron en la cara del anciano eran tan complejos que Subaru no podía descifrarlos todos.

Se podría decir que era una mezcla de orgullo, remordimiento, dudas, entusiasmo, lástima y coraje.

—Pero todos ellos se debían a su amor.

_Wilhelm: Hago todo lo que puedo para seguir sosteniendo mi espada, para poder seguir recordando a mi esposa. Ni siquiera la muerte pudo arrebatármela de la memoria y, cuando llegue mi hora, quiero morir con una espada en la mano. De esa manera estaríamos juntos por siempre.

_Subaru: …

Wilhelm describió el amor que sentía por ella de esta manera torpe y directa, ya que no podría expresarlo de otro modo.

Subaru tragó saliva repetidamente a la vez que respiraba hondo para aflojar la presión de su corazón y el entumecimiento de su lengua, hasta que finalmente supo que era capaz de volver a hablar.

_Subaru: Dices que cuando mueras y todo eso, pero por favor, no hables de esas cosas que no tienen ninguna probabilidad de que vayan a suceder por el momento. Wilhelm-san es, sin ninguna duda, definitivamente, totalmente, absolutamente e indiscutiblemente más joven que un superjoven, por lo que pensar en tu retiro va a suponer un problema para la gente.

_Wilhelm: ¿Subaru-dono?

_Subaru: Crusch y Ferris dependen mucho de ti, Wilhelm-san. La amnesia de Crusch es un asunto muy serio, y Ferris, que la está apoyando, no ha expresado esto, pero estoy seguro de que se está empleando a fondo. ¡Así que sería un desastre si Wilhelm-san no ayudase! ¡Y yo también!

_Wilhelm: …

_Subaru: A mí también me gustaría hablar con Wilhelm-san de muchas, muchas cosas. Obviamente estamos en facciones distintas, así que tal vez eso sea insensato, pero, yo...

A Subaru le parecía increíble Wilhelm.

Wilhelm, quien había aferrado su corazón con el amor de su esposa y su venganza por ella, era alguien a quien Subaru realmente respetaba. Incluso si eso no hubiera sucedido, incluso si su relación hubiera permanecido sólo como una tutoría de diez días, aun así, Subaru seguiría respetado profundamente la fuerza y determinación de Wilhelm.

Escuchar a Wilhelm, a quien tanto respetaba, hablar sobre "morir" era espantoso para Subaru.

Subaru era mucho más sensible ante la idea de que las personas importantes para él murieran. Esto se debió tanto a su contrato con Roswaal como al cambio de opinión de Subaru sobre el Retorno de la Muerte.

También había una parte de él que siempre estaba secretamente preocupada por Emilia y Beatrice.

_Wilhelm: …Como siempre, se me da mal formular frases.

Al escuchar las palabras obstinadas y desesperadas de Subaru, Wilhelm sonrió.

El anciano dirigió una cálida mirada a Subaru, cuyas respiraciones aún eran agitadas, y habló.

_Wilhelm: Fue terrible de mi parte preocuparle tanto. A pesar de mis primeras palabras, no siempre pienso en la muerte. Aunque es una verdad inevitable, ya he superado el desafío más difícil.

_Subaru: …Ah.

Subaru se relajó un poco al darse cuenta de que Wilhelm estaba hablando de la Ballena Blanca.

Wilhelm se enfrentó a un sacrificio considerable en aquella batalla contra su gran enemigo. En aquel momento, él seguramente era consciente de la posibilidad de que pudiera morir. Pero al final, prevaleció y—

_Wilhelm: Creo que estoy en buenas condiciones. Cumplí mi deseo más importante y sobreviví, así que ahora puedo vivir libre de vergüenza.

_Subaru: Wilhelm-san...

_Wilhelm: Hice lo que tenía que hacer, y creo que no hay nada más honorable que eso. Antes y ahora, aparte de solamente blandir mi espada, mi pecho tiembla con la persecución de una felicidad. Tengo gente a la que he prometido mi apoyo y también he visitado la tumba de mi esposa. He recibido tantas bendiciones…

¿Eso… es todo? ¿De verdad eso es todo? ¿Wilhelm no hará nada irrazonable?

Subaru, al ser joven y superficial, le resultaba imposible ver a través de la sonrisa firme y tranquila del anciano. Pero esa sonrisa no era falsa o irónica.

Wilhelm no era irrazonable. E incluso en el improbable caso de que éste fuera el caso, no habría contado semejante larga historia a Subaru.

Sin embargo, desde un principio, ¿acaso Subaru no fue arrogante por intentar que Wilhelm revelara sus pensamientos?

_Wilhelm: Subaru-dono. …Esto es una virtud, pero también una debilidad.

_Subaru: …

Mirando al atormentado Subaru, Wilhelm habló en voz baja.

No había ninguna sonrisa en su voz, pero tampoco crítica alguna. Más bien, esa manera de hablar recordaba a un abuelo moralizando a su nieto.

_Wilhelm: Mi esposa tenía el mismo mal hábito de descuidar y dejar a un lado sus propios sentimientos mientras se concentraba en los de la gente que la rodeaba.

_Subaru: ¿Mal hábito? …No, no soy tan buena persona. No busco algo como la felicidad de todo el mundo. Sólo quiero que las personas que considero cercanas sean felices.

_Wilhelm: El alcance de las personas que consideras cercanas también es un problema. Aunque mi esposa no lo deseaba, ella tenía una gran cantidad de poder y terminó afectando a mucha más gente de la que ella nunca quiso.

La esposa de Wilhelm, Theresia, fue la anterior Santa de la Espada.

A pesar de la falta de cultura general de este mundo, Subaru había oído hablar mucho de ella durante este último año. Fue la Santa de la Espada quien dio fin a los disturbios civiles que ocurrieron en el reino de Lugnica, que llegaron a ser conocidos como «La Guerra Demihumana».

Lo que ella logró con su fuerza indebida fue la salvación de la estabilidad del país. Natsuki Subaru nunca podría compararse con un héroe así.

_Subaru: Entiendo lo de tu esposa, pero no puedo competir con ella de ninguna manera.

_Wilhelm: Mi esposa era una mujer normal y corriente que admiraba las flores. Aunque ella era una heroína, no siempre actuó como tal. Subaru-dono, su reputación es buena, y su influencia es grande. En el futuro, su alcance seguramente aumentará, y usted podrá hacer más y más.

_Subaru: Ese tipo de cosas...

_Wilhelm: Estoy convencido de que cualquier cosa que Subaru-dono no pueda lograr en solitario, trabajará junto con otras personas para lograrlo y se convertirá en una gran persona respetada.

_Subaru: …

Sin palabras.

Wilhelm lo estaba sobrestimado muchísimo, y eso dejó a Subaru sin palabras.

Subaru se preguntaba si realmente podía creer que era alguien que pudiera hacer grandes hazañas.

Él era frágil y débil, su intelecto era deficiente y sus ideas a menudo eran pobres e ilógicas.

Como él era una persona que no podía hacer nada por sí mismo, lo único que podía hacer era confiar en otras personas para resolver sus problemas.

Desde luego, ese método tenía defectos. Hasta el momento, apenas ha logrado seguir adelante, pero tarde o temprano tendría que enfrentarse al fracaso. Y cuando llegue ese momento, Subaru decepcionaría a muchísima gente.

_Wilhelm: Me disculpo por repetir las mismas palabras. Debe molestarle oírlas una y otra vez, constantemente.

_Subaru: Wilhelm-san, yo...

_Wilhelm: Puede que haya pocas personas conscientes de ello, pero es algo que todos entenderán algún día.

_Subaru: Solamente soy un niño inmaduro y torpe en todo.

_Wilhelm: Bueno, este niño inmaduro y torpe en todo es alguien a quien tengo mucho aprecio.

Después de un momento, Wilhelm asintió satisfecho.

_Wilhelm: Y la gente que piensa eso seguramente cambiará de parecer de ahora en adelante.

Subaru volvió a mantenerse en silencio, como si las palabras de Wilhelm le hubieran conmovido profundamente.

Una parte de él estaba abrumada y quería apartar esa idea de su mente. Sin embargo, debido a que la idea había surgido nada más y nada menos que de Wilhelm, Subaru no podía renunciar a ella tan fácilmente.

En lo más profundo de su corazón, no podía creer en sí mismo hasta ese punto.

Pero tampoco podía descartar las palabras de Wilhelm sobre él.

Subaru decidió mantener ocultos estos sentimientos provocados por Wilhelm hasta que los superase.

Subaru era muy consciente de sus propios fallos. Así que decidió cargar con todo sentimiento, anhelo o palabras.

Y así fue como decidió tratar las palabras de Wilhelm.

Subaru, que estaba ordenando desesperadamente sus sentimientos, no se dio cuenta de la tierna mirada de Wilhelm.

_Wilhelm: …Hablé demasiado y le mantuve aquí durante mucho tiempo, mis disculpas.

Estimando que Subaru había terminado de luchar consigo mismo, Wilhelm habló. Aceptándolo, Subaru juzgó que la escena de esa noche terminaría pronto.

_Subaru: Yo también, siento haberte pedido tanto, pero realmente quería escuchar tu historia de amor con tu esposa.

_Wilhelm: No se disculpe, ha pasado mucho tiempo desde que tuve el placer de hablar de mi esposa. Últimamente, Crusch-sama y Félix han estado ocupados.

_Subaru: ¡Además de escuchar una historia de amor, también he descubierto detalles sobre las acciones de otra facción!

_Wilhelm: Es una historia bastante sentimental. Escuchar a un viejo como yo divagar tanto es increíblemente aburrido.

Los ojos azules de Wilhelm se iluminaron de afecto mientras sonreía ligeramente. Subaru no se dio cuenta de esa emoción fugaz, sino que se concentró en lo que estaba sucediendo.

Al principio, Wilhelm estaba solo en el jardín.

Le había dicho a Subaru que había venido a disfrutar del jardín por la noche.

La mejor ubicación para disfrutar de la vista del jardín era el pasillo donde Subaru se encontraba actualmente.

De hecho, estar de pie justo donde estaba Wilhelm impedía ver gran parte del paisaje del jardín iluminado por la luna.

Quizás Subaru le estaba dando demasiadas vueltas.

Pero, si hubiera algo más que pudiera atraer a Wilhelm al jardín, sería—

_Subaru: …Allí, es donde estaba Reinhard.

_Wilhelm: …

La ubicación de Wilhelm, donde había estado parado todo el tiempo, era el área en la que Reinhard y Garfiel lucharon.

Ese pedazo de grava era el lugar donde el apuesto espadachín pelirrojo había estado de pie con una inmovilidad inquebrantable.

Era perfectamente natural que Wilhelm sintiera los disturbios en esa zona y hubiera ido a confirmarlo. Sin embargo, sólo Wilhelm sabía la razón de por qué aún no se había ido de ese sitio.

_Subaru: Wilhelm-san. No quiero entrometerme en los asuntos de otras personas, y he dejado de ser alguien que insiste en escuchar todo lo que ha pasado para satisfacer mi propia curiosidad, pero...

_Wilhelm: Adelante, siéntase libre de preguntar.

_Subaru: ¿No te llevas bien con Reinhard? ¿A pesar de que obviamente son familia?

El abuelo y el nieto, y las complejas relaciones que hay en la familia Astrea.

Aunque entendía que podría estar destruyendo la confianza que se había acumulado entre él y Wilhelm, Subaru seguía pinchando el tema.

Podría haber elegido no hacerlo si no hubiera hablado antes con Wilhelm en el jardín. Pero después de su interacción, ¿cómo podía abstenerse de preguntar?

Subaru observó el perfil de Wilhelm, quien pasaba por alto los pasos de su propio nieto.

_Wilhelm: Mientras hablaba con usted, Subaru-dono, estuve preguntándome—

_Subaru: …

_Wilhelm: —por qué no puedo hablar de este modo con mi propio nieto.

Estas palabras de angustia vinieron directamente del corazón de Wilhelm.

La cara de Wilhelm se derrumbó. No tenía expresión, pero ciertamente albergaba emociones. Estaba reprimiendo sus sentimientos para esconder sus lamentos detrás de un duro caparazón.

Lo que Wilhelm poseía ahora era puro arrepentimiento.

_Wilhelm: Soy un hombre con muchos remordimientos, pero hay tres en particular sobre los que no puedo hacer nada. Uno de ellos es la distancia entre mi nieto y yo.

_Subaru: Pero te arrepientes de eso, ¿no, Wilhelm-san?

_Wilhelm: Ni siquiera arrepentirse debería estar permitido. Las críticas que le hice a mi nieto... a Reinhard, fueron muy duras. Es algo imperdonable y estúpido que ya no se puede arreglar.

Wilhelm, que seguía ocultando sus sentimientos bajo un disfraz de inexpresividad, parecía estar ardiendo con una emoción, una llama, que había consumido a Wilhelm durante años. Era una de ira y arrepentimiento, a la que siempre se había aferrado.

_Wilhelm: Utilicé mi cruzada contra el asesino de mi esposa como excusa para evitar enfrentarme a ese remordimiento y, después de haber aplastado con éxito al enemigo, reconozco que debo empezar a buscar una forma de reconciliarme.

_Subaru: ¿Pero te falta valor?

_Wilhelm: Soy realmente patético. Mi nieto está resentido conmigo ahora. Pensando en eso, no puedo dar un paso adelante.

Wilhelm suspiró profundamente de decepción, pareciendo encogerse. Subaru se quedó boquiabierto y finalmente, sin darse cuenta, se rio.

_Wilhelm: ¿Subaru-dono?

_Subaru: Lo siento, no quise reírme, eso fue inapropiado.

Wilhelm miró incrédulo a Subaru, quien se sorprendió ante esa mirada y se preguntó cuántas veces le sorprendería Wilhelm esta noche.

_Subaru: Wilhelm-san, pareces estar pensando que no estás cualificado para ser el abuelo de Reinhard...

_Wilhelm: Sí, es justo eso. Comparado con mi nieto, me paralicé después de darme cuenta de mis errores. Él es demasiado amable con la persona cobarde que soy...

_Subaru: Aunque digas eso, yo sólo veo a un abuelo que tiene miedo de ser rechazado por su nieto.

_Wilhelm: ...Ah.

Wilhelm se sacudió su tristeza y miró a Subaru a la cara.

Subaru agitó su mano, aún luchando contra el impulso de reír.

_Subaru: No entiendo del todo los motivos de la mala relación entre Wilhelm-san y Reinhard, así que podría equivocarme, pero… desde la perspectiva de un tercero, Wilhelm-san quiere reconciliarse con Reinhard y parece que realmente quiere disculparse, así que pedirle disculpas sería una buena idea.

_Wilhelm: Pero Reinhard no me perdonará.

_Subaru: Si no te perdona al principio, sigue disculpándote hasta que lo haga. No te vas a disculpar para ser perdonado, sino por arrepentimiento, ¿verdad? La persona que se disculpa no tiene nada de qué preocuparse, porque no están obrando mal.

_Wilhelm: …

Esta vez, le tocó el turno a Wilhelm de quedarse boquiabierto ante las palabras extremas de Subaru.

Subaru sabía que estaba siendo muy obstinado, pero, aun así, él creía que era necesario seguir insistiendo.

Para motivar a Wilhelm. Para que se enfrente a Reinhard.

Naturalmente, después de haberse llevado mal durante tantos años, una disculpa repentina haría que pensase «¿Qué es lo que le pasa?». Sin embargo, si se disculpase muchas veces, entonces el «¿Qué es lo que le pasa?» cambiaría a «Qué remedio» o «Esto es demasiado molesto».

_Wilhelm: Creo que las cosas se deteriorarían.

_Subaru: Pero al menos cambiarían. ¿No crees que cualquier cambio es mejor que seguir atascado en el peor de los casos?

Todo el mundo sabía que Subaru había causado una terrible impresión inicial.

Romper las barreras interpersonales no era nada para Subaru.

_Subaru: Después de unos años, si le das algo de dinero del bolsillo, podrás suavizar inmediatamente su actitud hacia ti. Aunque des una mala impresión, si haces algo bueno por él, ¿no pensará que eres una buena persona? Es increíble tratar con Reinhard, e incluso yo me convertí en su amigo de inmediato.

_Wilhelm: Pero... no será tan simple con Reinhard—

_Subaru: —Reinhard dijo que quería escuchar sobre la batalla contra la Ballena Blanca.

Subaru habló en un tono humorístico y, poco a poco, Wilhelm pareció relajarse.

Subaru le contó a Wilhelm lo que Reinhard le había dicho fuera del salón de té, y entonces Wilhelm de repente abrió sus ojos azules.

_Subaru: No sé si la Ballena Blanca está relacionada con vuestra mala relación, pero si lo está, entonces Reinhard está definitivamente preocupado por ello. Obviamente, ha oído hablar de cómo Wilhelm-san destrozó a la Ballena Blanca, y estoy seguro de que quiere saber cómo vengaste a su abuela después de diez años.

_Wilhelm: …

_Subaru: Seguramente él también desea cambiar esa rígida relación entre ustedes.

Subaru no conocía de verdad a Reinhard.

Subaru siempre había considerado que Reinhard sobrepasaba la perfección, y nunca antes lo había asociado con la impotencia o la ignorancia.

Pero eso no era cierto.

Reinhard también era humano. Tenía preocupaciones como todo el mundo.

Incluso el hombre que Subaru había considerado sobrehumano —Wilhelm— era, en el interior, un hombre común y un abuelo común, lleno de problemas y defectos comunes.

No sería ninguna sorpresa si lo mismo se aplicara a Reinhard.

Las palabras de Subaru acababan de sorprender a Wilhelm, quien cerró los ojos como si estuviera pensando en ellas. El tiempo parecía pasar como el viento, en calma.

Después de un momento de silencio entre los dos, Wilhelm volvió a abrir los ojos.

_Wilhelm: Mi nieto... Reinhard, ¿me escucharía?

_Subaru: Moléstalo con un saludo al principio, y recupérate si te rechaza. Eso me ha pasado con todas las chicas que he conocido, aparte de Emilia.

_Wilhelm: De verdad...

Después de escuchar la respuesta de Subaru, Wilhelm agitó la cabeza.

Entonces, el anciano levantó la vista, inclinando la cabeza hacia atrás y fijando los ojos en la luna que brillaba en el cielo.

_Wilhelm: Subaru-dono es invencible.

Las palabras se pronunciaron como si estuviera sonriendo.


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