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62.82% Re: zero arco 3, 4, 5. / Chapter 316: La próxima vez sin duda tendremos una fiesta de té.

章節 316: La próxima vez sin duda tendremos una fiesta de té.

— Ella estaba viendo el futuro.

_???: —Te vas sin nada, ni siquiera puedes blandir una espada. ¡¡Ladrón!!

_???: Atestigua. Sigo siendo la ganadora.

_???: Subaru, Emilia-neesama, sé que ustedes dos deben estar muy agotados. Lo lamento. Pero yo también voy a terminar siendo una carga. Lo siento… Nunca podré agradecérselos lo suficiente…

— Cada vez que Emilia tocaba una luz de color, presenciaba un futuro diferente.

_???: Y pensar que, a quien yo tenía tantas ganas de matar, en verdad era una persona tan amable. Vaya pesadilla.

_???: Hay sentimientos que nunca deberían decirse. ¿Te satisface que hayan sido revelados ahora?

_???: ¿Esto te hace sentir que has cumplido tu promesa? Si es así… si es así, ¡entonces habría sido mejor quedarme atado y muerto en esa cueva! ¡Si iba a ver este amanecer, entonces debería haber acabado conmigo! ¡Mierda, mierda!

_???: Lo siento tanto. Por ser tan débil, lo siento tanto. Por no haber asesinado, lo siento tanto. Ahora ▒▒▒ estará sola para siempre. Siento tanto ser tan débil…

— Aflicción, ira, muerte, renacimiento, despedidas, encuentros, el futuro venía a ella de diferentes formas.

_???: Sí… mi querida nieta… parece haber crecido bien…

_???: ¡No voy a morir por algo tan absurdo como una maldición!

_???: Simplemente me di cuenta de algo... Que todos los días hasta hoy, nu~nca he caminado sólo.

_???: ¡¿Por qué… no hay ningún alma dentro?!

— ¿El destino tiene que estar teñido en desesperación? ¿Sólo hay dolor y sufrimiento?

_???: ¡Tal y como prometí, te mataré, 'stúpido! ¡¿Eh?! ¡¡NATSUKI SUBARUUUUU!!

_???: ¿Toy siendo ta' codiciosa? ¿Toy diciendo algo ta' indulgente? Nadie muere, nadie llora... ¿Qué tiene de complica'o eso?

_???: Después de todo, debemos sangrar hasta nuestra última gota para poder expiar nuestros errores, ¿verdad?

_???: Lo bueno y lo malo, y el bien y el mal, son un montón de mierda. Vas a parar justo ahí. Di que es el Dragón o di que es la Bruja, si me bloqueas el camino, entonces yo... entonces nosotros te aplastaremos.

— Entonces, ¿fue culpa suya el elegir este camino? ¿Ella estaba equivocada al desear algún favor?

_???: Creo que rezar por favores es ser arrogante. Las oraciones son para cuando buscas el perdón.

— En el mundo de la última luz, una joven que Emilia nunca había visto despierta o hablando, dijo eso.

Me gustaría tener una buena conversación con ella, pensó Emilia.

Ese sentimiento resultó ser más que suficiente para que Emilia negase el rechazo de todo.

※ ※ ※ ※ ※

La vista de Emilia se aclaró, dándose cuenta de que se encontraba en un prado donde soplaba una brisa ligera.

Era una colina con una mesa blanca. Emilia se sentó en una silla blanca, incapaz de recordar lo que había sucedido unos segundos atrás. Pero de lo que sí estaba segura, era de que estaba en un mundo de sueños.

_Emilia: ¿Echidona?

Si alguien iba a saludarla al final de la Prueba, esa iba a ser la supervisora de la misma, la cual era Echidna. Emilia miró a todas partes buscándola.

Pero, a pesar de que ella alcanzaba a ver hasta donde terminaba el horizonte, no había rastro de refugio o algo que indicara la presencia de otras personas. Y si dejaba la mesa para ir a buscar, quizás terminaría perdiendo de vista la mesa para no volver a encontrarla jamás.

Ella definitivamente estaba exactamente donde debía estar, pero le daba la sensación de que podía caerse por el borde del horizonte.

Emilia respiró profundamente varias veces hasta calmarse, y decidió empezar a moverse si no había nadie alrededor.

Quizás había una salida en algún lugar. Ella la encontraría y entonces saldría de allí. No lograría nada perdiendo el tiempo sentada en ese lugar.

_???: Ha sido siempre de esta manera — haa — pero, ¿por qué estas situaciones — huu — siempre me terminan tocando a mí — haa? No puedo decir que estoy entusiasmada con esto.

_Emilia: …auh.

Viendo una maraña de pelo aparecer de repente al otro lado de la mesa, Emilia se quedó perpleja.

Ella miró a esa cosa enfrente suya en estado de shock, aún a medio camino de levantarse.

Y tragó saliva.

_???: Mmm… Una reacción entendible — haa — y la correcta — huu. Seguramente el niño de antes era un poco obtuso — haa.

_Emilia: …

Cada una de las frases que provenían de esta persona venían mezcladas con suspiros abatidos.

Ella se veía como una mujer bastante apática, con un pelo magenta abrumadoramente largo, usando un vestido negro. Los comentarios que lanzaba no parecían espinosos en absoluto, y se veía bastante relajada.

— Aun así, Emilia podía sentir la abrumadora presión que emitía, sintiéndose estrangulada por ella.

Si esta persona lo quisiera, Emilia sería degollada en un instante.

Emilia había recuperado los recuerdos de su pasado, y ahora podía manipular una gran cantidad del mana que su cuerpo no podía contener.

A pesar de que sus habilidades como luchadora solitaria habían mejorado mucho, podía sentir que no tenía ninguna posibilidad contra esta mujer.

La mujer podría matar a Emilia como si de una mosca se tratase — y Emilia era consciente de eso.

_Mujer: No necesitas ser tan cautelosa — huu. No quiero herirte, ni salir herida — haa. Ya que eso sería un fastidio — huu. Pero Echidona no quiere verte, así que ella — haa — me obligó a venir aquí.

_Emilia: Y-Ya veo…

Emilia asintió tímidamente.

La presión que emanaba esa mujer no daba signos de desaparecer. Nada había cambiado sobre su capacidad de decapitar a Emilia en un solo instante. Pero, si nada iba a cambiar sobre el hecho de que esa mujer podía matar a Emilia siempre que quisiera, entonces todo seguiría igual aun si ella estuviera asustada o no.

Emilia inhaló, mantuvo el aliento, y exhaló. Haciendo esto, se forzó a calmarse.

_Emilia: Estás aquí en lugar de Echidona… así que, ¿también eres una Bruja?

_Mujer: …Ya veo — haa — así que eres más valiente de lo que pensaba— huu. Que no seas tímida durante los momentos críticos — haa — podrías haberlo sacado de tu madre — huu.

_Emilia: ¿Sabes algo de mi madre?

_Mujer: No puedo decirte nada, pero sí — haa.

La inesperada relación hizo que Emilia tragase saliva, pero la mujer se veía tan ridículamente cansada después de hacer ese comentario, que probablemente no conseguiría nada si intentara preguntarle sobre su madre.

Pensando para sí misma "Algún día", Emilia decidió archivar temporalmente el tema de su madre. Ella había visto su propio pasado, un futuro imposible, y ahora, la luz de Juice y Fortuna permanecía brillando en su corazón.

Por ahora, eso era más que suficiente.

_Emilia: ¿Cómo te gustaría que te llamara?

_Mujer: Es tan agradable cuando los niños no hacen rabietas — huu — Ojalá Typhon aprendiera una lección de ti. — haa. Mi nombre es Sekhmet — huu. Como has adivinado, soy la Bruja de la Pereza — haa.

Sekhmet apoyó su cuerpo sobre la mesa, mirando hacia arriba, sonriendo levemente.

Las ojeras que tenía bajo sus ojos y la palidez de su apariencia poco saludable no parecían ser preocupantes, aunque sus rasgos eran atractivos, y también era una mujer hermosa. Aun así, la palabra "Bruja" y la espantosa aura que emanaba indicaban que definitivamente no era alguien ordinario.

_Sekhmet: No me podría — huu — importar menos cómo son tratados nuestros nombres como brujas en la actualidad — haa — así que eso no importa — huu. Lo único que quiero es terminar esta petición — haa — y volver a asentarme en este sueño tan autoindulgente — huu.

_Emilia: Emm, si esto es tanta molestia para ti… ¿no podía haberlo hecho otra persona? No tiene por qué ser Echidna si no quiere hacerlo… pero, ¿no hay más brujas?

_Sekhmet: Eso es porque no conseguirías — haa — una conversación con ninguna más — huu. Minerva sería la única que actualmente podría tener una conversación aquí — haa — y ella no puede mostrar su rostro ante ti — huu.

_Emilia: Minerva…

Sekhmet hablaba con un ritmo bastante desagradable debido a las pausas a mitad de las frases para suspirar. Pero escuchar que ella ofrecía mejor conversación que el resto de brujas hizo que Emilia se aterrorizara imaginando como debían ser las demás.

Pero incluso ese sentimiento era sobrepuesto por los fuertes sentimientos que tenía Emilia hacia la palabra "Minerva".

_Emilia: Minerva…

Murmuró Emilia mientras ladeaba la cabeza.

Esa palabra se sentía horriblemente nostálgica, como algo que estimularía sus recuerdos. Pero Emilia no recordaba haber escuchado ese nombre hasta ahora, ni siquiera en sus recuperados recuerdos.

Aún así, era un nombre misterioso, que podía evocar pensamientos de alguien muy cercano a ella.

_Sekhmet: No tiene sentido hablar de alguien que no está aquí — haa. De todos modos, solo estoy aquí para darte un mensaje de parte de Echidona — huu. Entonces te dejo a ti que se te ocurran ideas para poder terminar la Prueba — haa — Un trabajo bastante fácil para mí — huu.

_Emilia: Emm, entonces… ¿Buen trabajo?

_Sekhmet: Voy a pretender que eso es suficiente — haa. Ahora, escúchame atentamente — huu.

Sekhmet llamó a la preocupada Emilia, y apoyó la cabeza sobre la mesa. Miró a Emilia y, con un suspiro, puso también su mano derecha sobre la mesa.

_Sekhmet: En la tercera Prueba — haa — habrías visto el futuro — huu. Esos futuros son diversas posibilidades de lo que puede acontecer más adelante — haa — en este futuro donde decidiste enfrentarte a esta Tumba — huu.

_Emilia: Posibles futuros…

_Sekhmet: Quizás todos ellos ocurran — haa — o, por el contrario, quizás ninguno de ellos ocurra — huu. Aunque, teniendo en cuenta la personalidad de Echidona — haa — incluso yo puedo suponer que esos futuros que viste no fueron de los más agradables — huu.

¿Qué pensaban de Echidona las demás brujas? Al menos, parecía que Sekhmet consideraba a Echidona una persona cruel. Emilia no podía concluir mucho a partir de eso. 

La opinión que tenía Sekhmet sobre Echidona en realidad era un poco peor de lo que Emilia se imaginaba, pero a Emilia difícilmente se le ocurriría una opinión peor que "Bruja cruel". 

_Sekhmet: El futuro se divide en vías infinitas, y por lo tanto deriva en infinitas posibilidades — haa. Pero los futuros que viste fueron todos semillas de tragedias — huu. Después de que se dispersen y broten, ¿qué flores saldrán de ellas…? haa. ¿Estás preparada para andar sobre un camino de espinas que quizás deje a todo el mundo infeliz…? huu.

_Emilia: …

Guardando silencio, Emilia se quedó mirando a Sekhmet seriamente.

Sekhmet se veía fatigada después de haber dado un comentario tan largo. Pero frunció el ceño cuando se dio cuenta de la mirada de Emilia.

_Sekhmet: …Estoy muy segura de que ya te he dado la pregunta, haa.

_Emilia: ¿Eh? ¿Qué? ¿Esa fue la pregunta? Si respondo a eso, ¿la Prueba terminará?

_Sekhmet: Eso es lo que ocurriría — huu… Pero, considerando tu propósito, podrías considerar que la Prueba terminó en el instante en que llegaste aquí — haa.

Lo que dijo Sekhmet sonó como si esto de ahora fuera una ronda extra; ante lo cual, Emilia sonrió amargamente.

Emilia no quería decir nada incómodo, pero el tema era tan banal que la sorprendió. 

Después de todo, era obvio cómo respondería.

_Emilia: Mundos que terminan de forma trágica para todos. No, no estoy preparada para verlos en absoluto.

Ella tuvo que pensar en los recuerdos que le desgarraban el corazón, y en los gritos que desgarraban sus oídos.

En ese mundo de oscuridad, en medio de esas luces de colores, Emilia escuchó esos lamentos una y otra vez.

_Emilia: En esos futuros quizás todos tengan un final triste. En el oscuro mundo antes de esto, vi un montón de ellos. Donde todos estaban llorando, sufriendo, enfadados. No sé los detalles de lo que podría haber pasado, pero no quiero ver un futuro como ese.

_Sekhmet: …Pero te aseguro que, si sigues el camino por el que estás ahora mismo, — huu — es muy probable que pasen esas cosas — haa. ¿Abandonarás este camino porque no te gusta? huu.

_Emilia: No. Precisamente porque no me gusta, lo enfrentaré.

Sekhmet entrecerró sus ojos mientras Emilia negaba con la cabeza y sacaba pecho.

La abrumadora presión amenazaba con consumirla, pero el espíritu de Emilia no cedería.

Si ella estuviera a punto de perder el ánimo, los recuerdos de su padre y de su madre la apoyarían. Si ella estuviera cerca de darse por vencida, ella tenía alguien que la motivaría a seguir adelante.

_Emilia: Nosotros correremos tan rápido, que esquivaremos los futuros tristes. Pero, si hacer eso no funciona, nos impulsaremos para elevarnos sobre ellos. Si las personas caen en el salto, pondremos todo de nuestra parte y las levantaremos. Y si seguimos haciendo todo eso, podremos limpiar cada lágrima que derramen.

_Sekhmet: Desde luego estás muy confiada como para actuar de forma tan temeraria — haa. Si sólo hablas con meros idealismos y de lo que más te convendría, te quebrarás en el instante en que tropieces — huu. ¿No crees que eso pueda ocurrir? Haa.

_Emilia: Si estuviera sola, tal vez.

Emilia respondió sin miedo a las declaraciones burlonas de Sekhmet.

De alguna manera, la postura de Emilia implicaba depender de otros. Pero esa era la única opción que le quedaba a Emilia, luego de nunca haber sido capaz de elegir ni una sola cosa por sí misma.

_Sekhmet: …

Y Sekhmet lucía completamente impactada.

Ella inmediatamente inclinó su rostro hacia la mesa, haciendo que su cabello ocultase la expresión en su rostro. Y luego,

_Sekhmet: Pfff, khaah… ¡jaah, jajajaja! ¡Ahh, sí! ¡Por eso es! ¡Lo sabía, sabía que responderías eso! ¡Ahhh, qué hilarante!

_Emilia: ¿En serio es tan gracioso?

_Sekhmet: Me parto de risa — haa. ¿Entiendo? huu. Así que, Echidona, sí — haa. Ella es una completa demente incluso después de la muerte — huu — que disfruta ver cómo sufren en soledad los desafiantes de la Prueba a causa de sus pasados, presentes y futuros — haa. Tan sólo pensar que sus planes serían destruidos, y además de esta manera… ahh, no tiene precio — huu.

Sekhmet se reía de forma muy ruidosa, apenas logrando respirar mientras hablaba animosamente. Levantó la cabeza y se sentó derecha, recargándose en el respaldo de la silla para ver a Emilia directamente.

Los ojos de Sekhmet alojaban un leve brillo de nostalgia mientras sonreía,

_Sekhmet: La Prueba asume que la estás tomando en solitario — haa — y tú vas y respondes diciendo que no enfrentarás tus desafíos sola. — huu. Si Echidona escuchara esto, jamás admitiría la derrota y se pondría a inventar excusas desesperadas, y todo esto viéndose extremadamente seria — haa.

_Emilia: Oh. Con que así es como me hubiera contestado... Sí, me hubiera gustado muuucho ver esa expresión.

_Sekhmet: Ella es una muy mala perdedora, así que dudo que te fuera a permitir verla de esa forma— huu. Ese es un privilegio reservado sólo para las que habitamos en este sueño — haa.

_Emilia: Qué injusto.

Emilia hizo pucheros, lo cual hizo que la expresión de Sekhmet fuera todavía más alegre.

Si alguien ajeno las observara, el armonioso deleite que emanaban podría hacerlas lucir como amigas que se conocen desde hace décadas.

_Sekhmet: Pero, a cambio, te otorgaré los resultados de tu Prueba — haa. Naturalmente, no hay nada que objetar. De hecho, pasaste con una estrellita dorada — huu.

_Emilia: ¿De verdad debería ser tan fácil?

_Sekhmet: ¿Querías una respuesta más intrincada, o alguna clase de discurso dramático — haa? Me disculpo, pero te estarías equivocando al esperar algo así de mi — huu. Ahora mismo yo soy la supervisora, y mis palabras son definitivas — huu. —La Prueba ha terminado con toda seguridad — haa.

Tomando un profundo respiro, Sekhmet chasqueó los dedos. Pero no logró hacer que sonaran al primer intento… ni al segundo, pero al tercero finalmente logró crear aquel sonido característico — y fue entonces cuando una brisa comenzó a soplar detrás de Emilia.

Ella volteó en dicha dirección, con su cabello plateado sacudiéndose, para observar que una puerta había aparecido en la base de la colina. No parecía que llevara a algún lugar, pero Emilia por intuición supo que esa puerta era la salida de este mundo de sueños.

_Emilia: ¿Me estás diciendo que… una vez que cruce esa puerta, la Prueba habrá terminado?

_Sekhmet: Eso mismo — haa. Felicidades — huu. En los cuatrocientos años — haa — desde que esta tumba fue creada y las Pruebas de Echidona  dieron inicio, nadie había logrado vencerlas — huu. Pero bueno, tampoco es que hubiera habido una gran cantidad de desafiantes para empezar — haa.

_Emilia: ...Sí. No muchas personas han llegado al Santuario y, lograr cumplir con las calificaciones para quedarse atrapado en este lugar, es sorprendentemente complicado.

_Sekhmet: También está eso, pero… en fin, realmente ya no importa — huu. De todas formas, todo esto ya terminó — haa.

Emilia empezaba a sentirse un poco fastidiada por cómo Sekhmet empezó a hablar con cada vez menos claridad, pero decidió no profundizar al respecto. Pero, por encima de eso, Emilia estaba exaltada por escuchar que la Prueba había terminado.

La verdad era que ella aún no tenía esa sensación de logro. Había luchado tanto contra la primera Prueba hasta llegar casi al punto de quiebre, que había empezado a pensar que todas las Pruebas como conjunto eran algo insuperable.

Ella sentía que había llegado aquí con la determinación de no perder, pero, incluso así…

_Sekhmet: No pareces estar muy convencida — huu.

_Emilia: Ehm, bueno, sólo un poquito. Pero, aun así, no puedo dejar de darle vueltas en mi cabeza.

_Sekhmet: Echidona no presenta problemas que no puedan resolverse — haa. Sería incorrecto decir que eso es todo, pero básicamente eso es todo — huu.

Probablemente fuera cierto lo que una Bruja decía sobre otra Bruja.

Emilia asintió de manera renuente, mostrando que estaba de acuerdo. Sekhmet fijó su mirada en ella, examinándola, antes de agitar levemente la mano que tenía sobre la mesa.

_Sekhmet: Una vez que cruces — haa — la puerta que hay detrás de ti, será el adiós a este castillo de sueños — huu. Lo cual también significa que ese será el fin de la Prueba — haa. Y que estarás calificada para entrar en la habitación — huu — en el fondo de la cámara de la Prueba — haa.

_Emilia: Abrir la puerta de, la cámara. Mmm, entiendo. Si entro ahí… ¿qué encontraré?

_Sekhmet: El mecanismo que mantiene a la tumba funcionando — huu. Una vez detenido — haa — el rol del Santuario habrá terminado — huu. Sabrás cómo detenerlo cuando estés ahí — haa.

_Emilia: Detengo las funciones de la tumba, y el rol del Santuario termina. Por lo que la barrera desaparece.

Si la barrera desaparecía, entonces Emilia y los residentes del Santuario podrían salir del bosque.

Ella no sabía cuántas personas saldrían al mundo exterior cuando la barrera se abriera. O si les beneficiaría de verdad la vida en el exterior.

Pero ya no podían quedarse encerrados aquí por más tiempo.

Así como Subaru tuvo que discutir con Garfiel, Emilia también tenía que convencerlos.

Este era el fin de una era de estadía en un lugar cuyo tiempo se había detenido.

Emilia se preguntaba cómo lograrían crear un lugar en el que vivir una vez que el tiempo volviera a moverse.

Si era posible, Emilia quería buscar esa respuesta con ellos.

Ella podría guiarlos de la mano, darles un empujoncito y, sin importar cuán difícil pudiera ser, ella caminaría a su lado.

Aunque era una muy poco confiable, inestable e inexperta demostración de liderazgo.

_Sekhmet: Suficiente.

Dijo Sekhmet, como si hubiera visto a través de los pensamientos de Emilia.

Aquella única palabra vino sin uno de sus característicos suspiros de cansancio. Sekhmet dijo eso mientras miraba a Emilia directamente a los ojos, lo cual hizo que Emilia contuviera el aliento.

Y entonces sonrió.

_Emilia: Mhm, gracias. Yo también deseo seguir así.

Dicho eso, Emilia se puso de pie.

Se acomodó el cabello, e hizo una reverencia con la cabeza hacia Sekhmet.

En realidad no estaba segura de porqué estaba haciéndolo. Pero sentía que no bastaría con un simple adiós.

Se preguntaba por qué se sentía tan agradecida, pero Sekhmet claramente no se lo diría.

Ella acomodó su silla en su lugar, y bajó la colina dirigiéndose a la puerta.

La puerta parecía efímera mientras se encontraba en medio del prado, y Emilia se dio cuenta de que, de alguna manera, se sentía triste por abandonar el castillo de sueños.

Mesa blanca, brisa agradable. Sol brillante, el clima perfecto.

Sería muy divertido tener una fiesta de té alrededor de esa mesa.

_Emilia: Sekhmet-san. ¿Podrías decirle algo a Echidona de mi parte?

_Sekhmet: ...Escuchémoslo — haa.

_Emilia: Si alguna vez tenemos la oportunidad de volvernos a ver, tengamos una fiesta de té. Me encantaría, incluso si es en un sueño.

_Sekhmet: —Seguro, no hay problema. Se lo diré.

Con su mano en la manilla, Emilia volteó a ver a Sekhmet una vez más, quien le sonreía.

Emilia también le sonrió, y abrió la puerta.

Al otro lado de la puerta había oscuridad.

Pero, por alguna razón, ella no sintió vacilación alguna por entrar. Emilia ya sabía hacia dónde llevaba esa puerta.

Ella había superado su pasado, elegido su presente, y ahora había cruzado la puerta hacia su futuro. 


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