En la cama tendida, sin hacer nada ni ir en busca de tareas, Mary mira el techo con tristeza. Lo que pasó en la cocina, no fue normal, ¿por qué una parte de ella se siente triste? Se supone que no pasa nada. ¿Es que acaso siente algo por él? Pero él no es capaz de sentir, quizás solo juega, piensa la chica. Lo mejor es seguir la distancia, amo y criada. La noche está al ponerse, todos cenan menos ella. Sola en su habitación pensando en todo lo que le ha pasado desde aquella noche en el bosque. Nunca se le borrarán las imágenes de como la tocaban esos mugrosos vampiros. Ella odia lo que es, está medio muerta, ¿quién desea eso? Pero se acostumbró a lo que es y ahora vive con ello, a veces le gusta, la fuerza, la rapidez, el oído, la vista, pero no la parte de los colmillos y a la hora de comer. Normalmente come comida mortal, ya que es medio mortal medio vampiro, en ciertas ocasiones necesita sangre, sólo para ser más fuerte y sobrevivir como vampiro.
La ventana está abierta. Se respira una brisa fresca que invade todo el espacio. Las estrellas brillan más que nunca en el cielo oscuro y la luna está plagada de luz. Observando el cielo, desea volar y escapar lejos unos instantes, el mar de árboles que tiene enfrente la llaman. Sin pensarlo dos veces saltó por la venta que está a 150 metros del suelo, una altura bastante alta, pero no para ella. Nunca probó en saltar tal altura. Una vez en el borde de la ventana se deja caer. El viento la hace volar, se siente libre, sin presión, le encanta. Cae al suelo a la perfección, sin ningún daño, ni ruido para llamar la atención, nadie está fuera, todos están ocupados en la casa. Desea correr y correr para escapar, sin pensarlo corre a toda velocidad hacia el bosque. Es tan rápid que es imposible de verla y pillarla y sus saltos son grandes, por fin disfruta de su capacidad vamoirica, algo qur le gusta y le hace sentir viva. La luna la observa y decide atravesar el lado hasta la otra punta corriendo sobre el agua del lago. Mary por fin se siente liberada, esa presión por todas las noticias, esa angustia, esos recuerdos... Nadie la puede parar ahora.
Una vez en la otra punta del lago, decide bañarse. Su cuerpo desnudo se baña en las aguas frescas del lago, las luciérnagas se le unen para hacerle brillar más , por primera vez se siente como al renacer. Está feliz y sonriente. Hasta que de pronto escucha un ruido en la oscuridad.
_¿Hola? - pregunta - ¿Hay alguien ahí? - pasan un par de segundos y no hay nadie por lo que sigue nadando y moviéndose como bailando en el agua, pero de nuevo ese ruido y decide salir desnuda a buscar - ¿Hola?
Todo está oscuro pero puede ver por la luz de la luna, siente que hay alguien y decide ponerse la ropa que se pega sobre su cuerpo esbelto mojado. Se adentra más hacia el bosque fuera de la orilla para ver qué pasa pero ya no hay nadie, pasa unos segundos observando y por fin decide irse. Ha pasado unos treinta minutos sola, disfrutando de la naturaleza y de cómo es.
_Quizas ser un vampiro no sea tan malo, sólo se tiene que pensar en como hacer las cosas - se dice en voz alta. Decide rodear el lago caminado un rato y luego correr. Trepó la pared hasta llegar a su cuarto, sería sospechoso verla mojada. Ha tenido cuidado de que nadie la vea.
Se seca y sale de la habitación para ver que pasa en la casa. Mary siente como se ha quitado un gran peso de encima. Baja contenta las escaleras y va a la cocina. Ahí están unos cuantos empleados comiendo hasta Gerard y Lourdes. La chica entra como si bailara a la sala, coge una manzana y salta a la mesa y le da un mordisco a la manzana verde sonriendo a sus viejos.
_¿Mary...? - la mira extrañado el mayordomo. Esta comienza a reírse y se acerca a estos - ¿Estas bien...? Te noto.... distinta.
_Mmm... esta manzana está de muerte, y me encuentro de maravilla - se posa de espaldas a Lourdes resoplando de placer.
_Esas maneras niña - la riñe la vieja.
_Hace unos minutos... he saltado por la ventana- les cuenta en susurros - Y me ha encantado - rie.
_¿Qué? Mary, no puedes hacer eso aquí... alguien te puede ver - responde el viejo mosqueado con ojos como platos.
_Tranquilooo... nadie me ha visto, me he asegurado. Ha sido espectacular Gerard, he saltado y corrido hasta atravesado corriendo y saltando el lago entero, el aire, los sonidos, la naturaleza...ha sido...- lo cuenta con mucha ilusión- Jamás me he sentido tan bien como ahora - los viejos le sonríen.
_Mi niña - dice Lourdes tocándole la mejilla cariñosa - Esta bien que hagas eso, me gusta verte así, feliz. Pero ten cuidado....¿sí?
_ A mi también me alegra verte así, sabes, nos han contado lo del baile, vamos a estar nosotros también. Hay que buscarte vestido- le dice el viejo picaron - Y clases de baile.
_Cierto....Todo va a salir muy caro, además ni se bailar...
_Nada de esas caras muchachita - le responde el viejo - Mañana a la mañana iremos al pueblo a buscar tela para vestido y a la noche, te enseñaré a bailar.
_¿Tú? ¿Bailar? - dice Lourdes queriendo molestar un poco - Si no bailas desde una década.
_Y tú vieja Lourdes, que también estas oxidada... - se levanta a recoger la mesa y empiezan a discutir haciendo reír a la chica.