Todo está calmado, Mary se encuentra en su habitación tendida en la cama abriendo los ojos poco a poco. No está sola. Lourdes y Gerard están a su lado observándola.
_Hija... - se acerca Lourdes para observarla mejor - ¿Como estas ?
La muchacha se inclina. Siente vacío en su interior.
_Solo.... recuerdo...- recuerda todo, pero no sabe si contárselo, se lo prefiere callar de momento- Estaba aquí... y me desmayé por el frío... creo... - Gerard la observa extrañado - Estoy bien - les muestra una pequeña sonrisa.
_¿Estas segura ?- le pregunta el viejo mayordomo. La chica asiente - Bueno, hoy te vas con Percy al pueblo. Iréis a por comida y materiales para la casa. Levanta y prepárate, sales en veinte minutos - alza el mentón preparado para salir del cuarto algo preocupado.
Ambos desaparecen de la habitación y Mary pensando en aquel chico, decide preparase para bajar. Saluda a los criados, y pasados los minutos se sube al carro.
_Nunca hablamos cuando vamos de viaje - dice Percy.
_No sé que decir la verdad... - dice Mary mirándolo de reojo, frente al paisaje boscoso y pasto al mismo tiempo, con el viento azotando sus rostros y un cielo azulado con los rayos del sol irradiando cada flor de paso.
_Ayer fue un día largo... - dice el muchacho sin apartar la vista de la carretera - Escuché por el pueblo que anda un asesino por la zona... así que hay que tener cuidado. Iremos juntos sin separarnos - la chica asiente - Por cierto - la mira curioso - ¿Que hacías esta madrugada en el bosque ? - la pilló por sorpresa.
_Aahh...Yo... salí a tomar el aire. Y bueno... perseguí a una ardilla para entretenerme, no tenía sueño....- contesta nerviosa.
_Parecía que buscabas algo... o a alguien - éstos se miran a los ojos. Sin más palabras que decir, llegan centro del pueblo, lleno de gente como todos los días a pesar de que no es un pueblo muy conocido. Caminado cerca se encuentran un cartel - Mary, mira. <<Asesino capturado y muerto>> - lee Percy - Vaya, por fin lo han atrapado, lástima por haberlo matado, pero el asesinó a muchos más...- dice sin remordimientos mientras que la chica piensa en el pobre niño del bosque, no sabía lo que hacía, no lo podría controlar y es peor cuando eres un mordido y no un vampiro de nacimiento, de clase como suelen decir, estos se saben controlar mejor porque los educan, en cambio a los mortales mordidos no.
_Pobre chico...- dice en susurros.
_¿Has dicho algo? - pregunta el muchacho, ésta niega - De acuerdo, vamos a por lo necesario.
Siguiendo el mercado juntos, compran lo necesario. Muchos hombres se fijan en Mary y todos la halagaban pero ella no les hacía caso, viendo a las demás, Mary es que es la chica más bella del mercado. Llegando a un puesto, Mary se encontró con alguien que no esperaba encontrar nunca.
_¿Mary? - una voz femenina familiar le hace volver a la realidad. Y ahí estaba de pie, una mujer madura, de cabellos claros y ojos grises pero bella al igual que Mary.
_Tia Rosie...- se acaba de tragar la lengua, no se lo esperaba, a punto de llorar, se aguantó las lágrimas, pero su tía no pudo y ésta feliz, fue a abrazar a la joven con toda su fuera, mientras Percy estaba ocupado hablando con un señor. Su abrazo fue tan cálido, hogareño y maternal como cuando tenía 16 años. La echaba tanto de menos... Se sintió como niña de nuevo.
_Hija...- con las lágrimas en los ojos, la tía de Mary la mira directamente y la coge de la cara - ¿Donde has estado ? Te he buscado años y no aparecías..... Pensé que habías muerto.... - se detiene para tragar saliva de lo emocionada que está - Y.... has cambiado bastante... Tu pelo... tus ojos...- la mira curiosa - ¿Que te ha pasado cariño ? - la vuelve a abrazar.
_Tia...Yo... - no supo que decir y si le cuenta lo que pasó hace tres años, se va a meter en problemas - Tuve que irme de la casa.... Por vuestro bien, apenas nos bastaba con el dinero y comida...por lo que me fui en buscar trabajo... - miente con los ojos empapados de lágrimas y tristes.
_Pero cariño... no era necesario, Sebastián se puso muy mal cuando desapareciste - el chico nombrado es su primo pequeño, mientras pronunciaba el nombre de su hijo, la mujer no pudo resistir la gran melancolía y comenzó a llorar por tristeza, las lágrimas son muy profunda y sentimentales.
_¿Como está él.. ? ¿Tía...? ¿Donde está Sebastián...? - dice Mary preocupada con el corazón apunto de romperse en pedazos.
_Tu primo...Murió... Fue asesinado por ese asesino bastardo....Por fin se buscó lo que merecía.
En el corazón Mary se convirtió en una masa de bola fría y sentía que se quebraba, un dolor en la garganta le impidía hablar, su interior explotó de tristeza y rabia. Su primo, que fue como su hermano pequeño falleció en manos del joven vampiro que vio en el bosque. Mary no pudo más y lágrimas de rabia salían de sus ojos carmesí bajo los marrones ocultos.
_Lo lamento mucho tía Rosie... - las dos sostuvieron un pequeño silencio en figura de paz hacia la muerte de su hijo y primo. Viendo que Percy se aleja - Tía... Debo marcharme... - lo dijo con su mayor tristeza secándose el rostro.
_Noo...¿ Por qué...? - pregunta con la voz rota y suave.
_Ahora trabajo de criada en una mansión, una que está muy lejos de aquí.
_Pero... Dime que volverás...- la coge por una mejilla - Que mayor estás hija, tus padres estarían orgullosos de verte trabajar... - la mira directamente a los ojos - Entiendo... Mucha suerte en la vida querida, cuídate mucho.... No olvides de donde vienes... Y que me tendrás siempre a tu lado, pase lo que pase. Te quiero mucho hija mía - le da un beso en la mejilla.
_Tú también tía Rosie, cuídate... Yo también te quiero... - se dan el último abrazo largo y se despiden en silencio y tristeza. Mary sigue a Percy, éste sin saber lo que pasaba a sus espaldas. De vuelta a la casa, la chica no dijo ni una palabra en todo el camino, estaba muy mal por la noticia de su primo y sabiendo que vio el asesino y no pudo hacer nada. Esa mañana fue muy triste para Mary, ni quiso comer, no quería hacer nada, sólo hizo su trabajo, limpiando y ordenando y sirviendo a los señores de la casa. Ni hizo caso ni a Ethan ni a Lucas, solo quería llorar, llorar por el dolor de su primo y por qué le tocó a ella este destino, se pregunta la joven. Mirando a través de la ventana, la noche es oscura y fría a punto de comenzar una gran tormenta, la luna no tiene su mismo color de siempre. Poco a poco enrojece como aquella noche dolorosa. La lluvia se vuelve espesa y pesada como la sangre.