Las ocho y media de la mañana.
Poniéndose la bata blanca que Li Hongji le dio personalmente, Tang Xiu se sentó tranquilamente en la mesa de consulta, esperando que llegara el primer paciente. A su lado, una joven de veintitantos años lo miraba constantemente con una mirada curiosa en su rostro. Dai Xinyue era un recién llegado a la farmacia del hospital, un graduado universitario que fue contratado hace solo unos meses.
Sin embargo, ella también tenía experiencia en medicina tradicional china. Su abuelo era médico veterano de Medicina Tradicional China, mientras que sus padres también se dedicaban al trabajo médico, por lo tanto, ella también tenía algunas habilidades debido a la influencia de su familia.
Dai Xinyue sentía mucha curiosidad por Tang Xiu e incluso lo adoró un poco porque era de una edad similar con ella, pero fue inesperadamente capaz de convertirse en un médico de guardia; lo que definitivamente fue una hazaña increíble.
—Toc, Toc...