Esa fuerza, de la nada, golpeó con una potencia tan tremenda, que era simplemente incontrolable. ¡Bang! Una estruendosa sacudida resonó, las estrellas se dispersaron en todas direcciones mientras el ojo del Comandante Bath se oscurecía. Un sabor a pescado subió por su garganta, mientras que una ráfaga hizo que todo su cuerpo volara 7 u 8 metros, mientras que la sangre salpicaba en todas direcciones. Mientras navegaba por el aire, se estrelló contra otros ocho piratas/marinos que estaban en una batalla caótica, golpeándolos bruscamente como si fueran calabazas. ¡La fuerza de esa espada desconocida era simplemente inimaginable!
Cuando el Comandante Bath se estrelló en la cubierta, levantó la cabeza conmocionado antes de notar un joven hombre que marchaba lentamente hacia él; con un increíblemente exquisito sable largo azul oscuro en la mano. Ese era un hombre de aspecto mediocre en lo alto de un barco, ¡pero emanaba una supresión de una cordillera sinuosa!