A esas alturas, el combate de los genios había alcanzado la cima de su hipérbole. Incontables discípulos contuvieron la respiración mientras sus miradas estaban pegadas al ring.
Estos dos hombres sobresalientes a cada lado representaban a los genios más fuertes de cada secta. ¿Cómo iba a terminar eso? ¿Quién iba a ser el vencedor final? Todos rebosaban de expectación.
Un silencio represivo abarcó a la multitud, ya que todo parecía estar inmóvil. Aquellos dos en el ring eran tan deslumbrantes que parecía que ambos emitían chispas de relámpagos, provocando un aura explosiva.
Hacia ellos, Lin Fan y Xin Feng se quedaron quietos y no hicieron ningún movimiento simplemente para comparar las auras entre sí. ¡Parecía que esto sería como una batalla encarnizada!
Liang Yichu intercambió miradas con Wuya y se echó a reír. Ninguno de ellos había discutido como antes, como si ambos estuvieran recordando algo.