En Cocus, ubicado en el Ducado de Calais...
Ya que el lugar se encontraba justo al lado de los pantanos del sur, hacía un calor extremo a pesar de que era de madrugada. De vez en cuando, aves espeluznantes salían volando desde la oscuridad, haciendo chillidos que helaban la sangre.
En un extremo del pantano, a Arnold, quien había estado observando la Ciudad de Cocus, le hizo gracia algo.
—Nielson, nunca pensaste poder regresar algún día a esta ciudad, ¿verdad?
Él se refería a regresar como un maestro.
Aquel lugar, al ser la capital del Imperio Asso, tenía la infraestructura más perfecta para la defensa que había desarrollado el Señor de la Muerte. Naturalmente, se volvió el objetivo de la operación.
Con su excesiva grasa contoneándose, Nielson habló con sentimientos encontrados e inusuales: