Fernando agitó las manos y resopló.
—La tenemos, pero es inútil. Se cae, así que es un enorme fracaso. ¡Un fracaso el cual solo nos llevará por el camino equivocado!
Obviamente no era un gran admirador del legendario hechicero que construyó la ciudad flotante, pues Fernando creía que el hechicero solo estaba presumiendo.
Una ciudad flotante era el objeto de investigación compartido entre los tres imperios mágicos. Trataron de colocar por su cuenta una ciudad flotante en el aire y despreciaron a la gente corriente como los dioses. No obstante, crear una ciudad así era sumamente difícil, sobre todo cuando se trataba de cómo mantener el estado flotante. Innumerables hechiceros lo habían intentado.