El inesperado cambio sorprendió a los expertos legendarios en el aire. La batalla que se había dividido temporalmente debido a Fuego Eterno seguía en espera. Todos centraron sus miradas en los dos semidioses que estaban atacando a Benedicto II, esperando el resultado final.
No obstante, los dos interesados tenían sentimientos opuestos. Los hechiceros legendarios estaban encantados y preocupados. La Voluntad del Abismo era conocida por su fervor y locura. Después de que el Papa fuera asesinado por él, emprendería una matanza y destrucción indiscriminada indudablemente. Por ende, la zona donde el Congreso tenía su sede sufriría grandes pérdidas. Lo más probable era que solo Douglas, Brook, Hathaway y los otros grandes arcanistas pudieran sobrevivir.