A pesar de que Lucien estaba bastante acostumbrado a escuchar malas noticias, estaba un poco nervioso de todas formas.
—¿Qué ha pasado, Señor Rhine?
El Mundo de las Almas contenía el verdadero secreto de la inmortalidad y, por consiguiente hasta un ligero cambio podría ser vital. Lucien se encontraba aún más nervioso al ver que Rhine estaba tan serio.
¿Sería una catástrofe?
—No estoy seguro. Ya lo sabes, estoy atrapado aquí, y solo puedo sentir que algo terrible está despertando lentamente. Su poder es lo bastante poderoso como para derrocar al mundo entero. Quizás en un año o dos, dará comienzo un cambio terrible. Y lo más probable es que vaya en la peor dirección —dijo Rhine, vestido muy formal como si fuera a una cena elegante. Si bien estaba hablando de forma muy seria, Rhine no entró en pánico.
Lucien frunció el ceño.
—Entonces... debo informar al Alto Consejo de la existencia del Mundo de las Almas.