En la Catedral Dorada, Aalto.
—¿Qué? ¿Condenar a muerte a Payaso? ¡Es el líder de la Guardia Nocturna! —Aunque Gossett, el cardenal con túnica roja, sabía que Natasha se enfadaría después de ver el miasma negro, no esperaba aquello.
Los ojos plateados y violetas de Natasha miraron al cardenal con seriedad.
—Sí, Payaso debe ser condenado a muerte.
Como cardenal, Gossett era bueno controlando sus emociones. Aunque sabía que Natasha no estaba ahí para negociar, le dijo a la princesa de buenas formas.
—Su Alteza, el Señor Evans estará bien. No quedarán efectos secundarios. Quizás pueda dejarlo pasar. Después de todo, no podemos asegurar de que fuera Payaso quien atacó al Señor Evans. Muy posiblemente fuera un hereje que quiso incriminar a Payaso.