La conmovedora melodía reveló a la perfección las emociones y sentimientos enrevesados en la mente de Lucien: había ternura, melancolía y muchos pensamientos, como un lago brillante bajo la luz de la luna, llevando al público a un mundo de ensueño repleto de los sentimientos de Lucien.
La gente olvidó la ansiedad y la agitación que solían tener la mayor parte del tiempo y empezaron a pensar. Muchos tenían lágrimas en los ojos...
El primer movimiento acabó, pero el alegre segundo movimiento siguió de inmediato, como si estuviera consolando el corazón de las personas. Las emociones cambiaron por completo.
Muchos músicos presentes intercambiaron una mirada de sorpresa. Eran más sensibles que aquellos nobles no profesionales y ciudadanos normales. Se habían dado cuenta de que no había pausa en absoluto entre los dos movimientos, pero llevó a las personas a una excelente transición y sensación de fluidez.