En una sala subterránea, un pilar de llamas conectaba el suelo y el techo, eran llamas doradas, pero tan concentradas, que parecían una columna de agua, dorada y roja.
Dentro de esta columna, se encontraba Rias, completamente desnuda, mientras que las llamas lamian su cuerpo.
Desde el encuentro con Riser Phoenex, algunas de las características, de la fase Astral, se habían quedado de forma permanente, acompañando a la chica demonio, sobretodo sus ojos.
Mientras más avanzaba la purificación de las Llamas Terrenales, más perfecta se volvía la transformación de Rias.
Pronto, las llamas empezaron a reducirse y Rias se paro frente a Yue, con su forma Astral completa, ahora, al igual que él, solo usando magia, podría ocultar su apariencia actual.
Ella lucia preciosa, con una altura de casi 1.82, el pelo rojo carmesí, lacio hasta los pies y con un flequillo cubriendo un poco su rostro, dándole una sensación misteriosa, con su piel tan blanca y tentadora, sus ojos brillando como las estrellas y la gema en su frente, que combinada con su aura, la hacía parecer imponente.
Si Yue tuviera que registrar los cambios de la ultima vez, con lo que veía enfrente suyo, seria, solo que las runas en su cuerpo, eran más destacadas, al igual que en su propio cuerpo, como venas que resaltaban de su piel, pero con un brillo hermoso, que solo asentaba su belleza, y las marcas en su frente, ya no dejaban lugar a dudas, de que eran las precursoras, de los cuernos demoniacos, una vez que Rias, alcanzara la fase de Demonio Original.
Con una gran sonrisa, ambos se miraron mutuamente, mientras sus ojos irradiaban, lujuria, deseo y pasión.
… … …
En su cuarto, después de que ambos tomaran una ducha, Rias estaba acostada en la cama, vestida de manera muy seductora, con un camisón sexy, y con su propia figura, provocativa y adictiva.
Yue tenía que aceptar, que desde que se convirtió en demonio, había estado dejándose llevar por sus deseos, pues prácticamente todos los días, al menos una vez, se tomaría el tiempo para hacerle el amor a Shuri, se haría arrumacos con Akeno, que nunca lo rechazaba, o sofocaría a Sona y Shigure, que últimamente, prácticamente se escondían de él, mientras que esta última, también mantenía lejos a Akira.
También acosaría a Yura durante su entrenamiento y jugaría con Rias todas las noches antes de dormir, por no mencionar, lo fácilmente que se dejo llevar por Raynare.
Grayfia le había dicho, aunque con una mirada de desprecio, muy poco típica de ella, que era algo normal, y cuanto más se acostumbrara a su nueva identidad como demonio, más fácilmente se controlaría.
Al chico realmente no le importaba controlarse, pero sabía que debía darle un espacio a las chicas, y tener algo de moderación, que también serviría, para poder disfrutar más esos momentos.
Esa es otra de las razones por la que no había tomado a toda niña que quisiera tener, para darles su tiempo y dejar que ellas continuaran a su ritmo.
Aun así, viendo a la sexy figura de Rias, tendida en la cama y mirándolo seductoramente, no podía evitar descontrolarse.
Yue ya estaba desnudo, así que camino hacia ella y se puso encima de su cuerpo, luego, la empezó a besar y acariciar apasionadamente, pero con mucha ternura también.
Ella abrazo con fuerza al chico, mientras sentía sus manos, recorrerle el cuerpo entero.
Para Yue, besarse con Rias era una experiencia de la que no se saciaba, sus labios suaves, el cálido interior de su boca, el sabor extrañamente fresco de su saliva, ese cosquilleo que le recorría el cuerpo, provocado por los movimientos de su lengua, haciéndolo desear mas y mas de esa sensación.
Ella no se quedo quieta, y también acaricio al chico, recorriendo su cuerpo con las yemas de sus dedos, dándole a Yue, una sutil y refrescante experiencia, llena de placer.
El chico siguió por su cuello y clavícula, llegando a sus senos, a pesar de que había estado jugando y durmiendo sobre ellos, estos últimos días, pero aun no se cansaba de su textura y sabor, así que los acaricio, moldeo y chupo durante un buen rato, pero no se detuvo ahí, porque tomo una de las piernas de la niña y acaricio su delicioso muslo.
Poco a poco, empezó a descender, pasando por su abdomen y llegando a su intimidad, luego, empezó a saborearla, junto a sus muslos, lamiendo y metiendo su lengua dentro de la chica, no sabía porque, pero oírla gemir por sus acciones, le daba casi tanto deleite, como cuando se desbordaba su propio placer.
Después de un rato, comenzó a subir lentamente, al tiempo que recorría su cuerpo con la boca y lengua, hasta llegar a su cara, deteniéndose para mirarla por un instante, y luego empezar a introducirse en ella.
Rias clavo sus uñas en la espalda de Yue, debido al repentino dolor, pero solo separo un poco más las piernas, y luego las enredo en la cintura del chico, cerrando los ojos, e intentando sentir y disfrutar de todo.
Un tiempo después, cuando Yue se empezó a mover, saliendo y entrando en ella, Rias abrió los ojos, mientras que con la respiración entrecortada, sin poder retener sus gemidos, lo miraba directamente a los ojos, con los suyos brillando, como queriendo imprimir el recuerdo en su alma.
Yue también hacia lo mismo, sentía un placer infinito recorriendo su cuerpo, mientras que una llama, se reflejaba en sus ojos.
Con esa llama en sus ojos, el ambiente de la habitación se calentó, y como si ambos chicos fuesen sublimados, una especie de humo negro, empezaba a envolverlos.
Sintiendo un increíble placer, Yue, no pudo evitar desbordarse dentro de Rias, en medio de un gemido reprimido, por un beso apasionado.
Aun con mucho deseo, el chico se sentó en la cama, poniendo a la niña en su regazo, e introduciéndose en ella nuevamente.
- ¡Yue! –gimió Rias con mucha pasión, pues no esperaba el estimulo, tan pronto, lo que la hizo estremecer y que su cuerpo perdiera fuerzas por un instante.
- … Rias, he deseado tanto este momento, no puedo parar, quiero tenerte más y más –hablo el chico con la respiración efusiva.
- … tanto como quieras, soy tuya, completamente tuya –respondió la niña, con una sonrisa de felicidad, amor y deleite, por las palabras del chico, así como un toque de tentación, seducción y lujuria.
Con esas palabras, Yue, tomo la cintura de Rias, y movió su cuerpo de arriba abajo, mientras se agachaba y chupaba sus senos, bajando poco después sus manos, y tomando sus nalgas, apretándolas y moviéndolas en círculos.
La chica, intento seguir el ritmo, y moverse de la forma que el chico quería, para darle más y más placer.
Mirándose a los ojos nuevamente y sintiendo aun más deseo, Yue se desbordo dentro de ella por segunda vez, después de una cierta cantidad de tiempo.
Esto provoco que los ojos de los dos chicos demonios, brillaran intensamente, una con destellos negros e imponentes y el otro con llamas doradas.
Pronto, derivado del humo negro, toda la habitación se había encendido en llamas negras, sin embargo, las llamas no quemaban nada, mientras que su temperatura, era por el contrario, muy fría.
Al tiempo que las llamas doradas en los ojos de Yue, se volvían carmesí, y parecían equilibrar la temperatura.
Por otro lado, los ojos de Rias, ahora tenían una tonalidad dorada, mezclada con el brillo negro y color rojo natural de su iris, haciéndola parecer divina y soberbia, como una diosa de la Destrucción.
El ambiente era muy extraño, como si todo fuera real y una ilusión a la vez.
De pronto, el cuerpo de los chicos, empezó a soltar una neblina, entre morada y azul, violeta y rubí, cuando esta se mezclo con el fuego negro, este empezó a palpitar.
Si, palpitar y girar, creciendo y reduciéndose, como marcando un ritmo, con las respiraciones y movimientos, de Rias y Yue.
Pero los chicos, que ni se enteraban, solo sintieron, como si el placer se multiplicara más allá de las palabras y su unión fuera más fuerte.
Así, Yue dio la vuelta a la chica, y se introdujo en ella, desde atrás, mientras lamia y acariciaba su espalda, la cual le gustaba mucho.
Prácticamente montándola, mientras se deleitaba con su interior, junto a la niña que solo podía gemir y gemir, hasta que Yue dejo caer su peso sobre su cuerpo, al tiempo que se venía dentro de ella una vez más.
Pero Rias también sentía como si una llama calcinara su cuerpo, y algo le pidiera sentir más placer, así, levantándose, empezó a besar el cuerpo del chico, esta vez siendo ella, la que lo recorría con su lengua.
Mientras las llamas negras ilusorias, bailaban en la habitación, el brillo en los ojos de la niña se volvía más poderoso, pero más difuso, haciendo que solo deseara sentir más de Yue.
Llegando hasta la entrepierna de su amado, introdujo la erección de este en su boca, y con el placer y la atmosfera que experimentaba, aquello le parecía de lo más delicioso, por lo que lo saboreo con su lengua y lo introdujo lo más que pudo en su boca.
Con un gemido de placer, el chico termino desbordándose en su boca, mientras ella no se apartaba y lo bebía todo.
Con ese estimulo, Yue se levanto nuevamente y se lanzo hacia Rias, tomando sus piernas y posándose encima de ella mientras la besaba, y se deliraba con la textura de sus muslos, volviendo a meterse dentro de ella, mientras gemía de gusto y placer.
El chico ya había perdido la cuenta, de cuantas veces se desbordo dentro de Rias, pero sentía que su placer no se detenía.
Poniéndola sobre su cuerpo, poniéndose sobre el suyo, cambiando en varias poses, solo se introdujo una y otra vez dentro de la niña, al mismo tiempo que lamia todo su cuerpo, tanto como podía.
Así, perdiendo la noción del tiempo, Yue y Rias, disfrutaron uno del otro, olvidándose de todo, como si solo existieran ellos.
… … … … … … …
Con un cristal azul en sus manos, Yue caminaba hacia el territorio Youkai, que se había instalado exitosamente en esta ciudad.
El cristal, era una forma de grabar, todo tipo de imágenes, incluso aquello, que la tecnología humana, nunca podría grabar.
En el cristal, estaba la extraña escena, que Yue y Rias, habían provocado ayer.
El chico estaba revisándola, y estaba muy contento con los resultados, no solo purifico su propia energía y la de Rias, más allá de lo que actualmente podía hacer con sus Llamas Terrenales, sino que también purifico el alma de ambos.
Hay que mencionar, que usar la Llama Terrenal para purificar su alma, era muy peligroso, y llevaba mucho tiempo, así mismo, le era imposible, purificar el alma de otra persona, por lo menos, hasta que no tuviera el poder comparable a un dios.
Pero gracias al ritual que realizo con Rias, no solo pudo llegar a niveles soberbios de purificación de energía, sino de alma, y hasta de energía vital, es decir, prácticamente el propio limbo en su interior, así como el de Rias, que hasta ahora, no había podido ni tocar.
El ritual, fue una cosa que creo, a partir de la información que obtuvo de antiguos libros demoniacos, que mencionaban a los Demonys, raza que precedía a los demonios, o con la que tenían una conexión.
Estos libros, no solo venían de la familia Gremory, sino de la Sitri y hasta la Bael, así como de la Lucifuge.
Por otro lado, se creo, conectando mediante el anillo, que le regalo a Rias, el cual consistía en su sangre, excesivamente purificada y tratada, con una página de su Grimorio Original.
El punto era, que Yue había aprendido mucho de los resultados en esta ocasión, por lo que estaba muy feliz.
Cuando llego a la mansión, justo al lado de la suya, la cual había sido tomada y configurada, como el territorio Youkai, inmediatamente vio a Yukiko, salir a recibirlo, mientras que a su lado, había una chica, su nombre parecía ser Kiyome Abe, la cual tenía a su lado, una especie de Yeti, bastante peculiar, debido a que era una de las razas del Youkai tipo Yuki onna.
A Yue no le importaba mucho la separación de las diversas razas de Yuki onna, tal vez, se debía a que uno era tipo bestia, mientras que Yukiko era tipo espíritu.
Los Youkai siempre habían sido una especie diversa y muy molesta de clasificar y comprender.
La niña saludo respetuosamente a Yue, y luego se retiro, tal vez por el tipo de familia a la que pertenecía, estaba ayudando y cooperando con los Youkai, dentro de la ciudad de la Academia Kuoh.
- Yue-san, llegas temprano, todo está listo –comento Yukiko con una sonrisa, que la hacía lucir muy hermosa, a pesar de su expresión algo estoica y fría, lo que también la hacía ver como una dama, de una alta nobleza– Yasaka y Grayfia-san, están dentro. Vamos.
- De acuerdo, gracias por venir a recibirme.
- … fufufu, me tengo que acostumbrar si te convertirás en mi maestro, ¿no? –dijo la mujer con un tono algo extraño.
- … todo depende de ti, Yukiko-san, de todos modos, gracias por tu consideración, pero no necesitas ser tan seria, todo pasara como debe pasar.
- … supongo.
Sin ninguna palabra más, ambos continuaron caminando, en un armonioso silencio, hacia lo profundo de la mansión.
Aquí era una sala subterránea, que servía como el núcleo de territorio, así mismo, donde Yue y Grayfia, ayudaban a Yukiko y Yasaka, a controlar y utilizar la Llama Negra de Cristal y la dimensión de la "Ilusión de Vida".
Aun tomaría unos seis meses, hasta que las mujeres Youkai y el territorio al que pertenecían, ya no tuvieran que depender uno del otro, pero el proyecto hasta ahora, iba muy bien, y tanto los Youkai, como los demonios, estaban satisfechos.
Claro, la razón de la visita, esta vez no tenía que ver con nada de eso, sino con un favor, que Yue había pedido, para lograr una cierta cosa, a lo que tanto Yukiko y Yasaka, como Grayfia, habían accedido.
- Yue, has llegado, es un gusto verte –sonrió suavemente Yasaka, al verlo entrar a la habitación en que ella y Grayfia se encontraban.
- Siempre que pueda verte, me apresuro lo más que puedo –contesto Yue, con una suave sonrisa.
- ¿Es así?, fufufufu, muchas gracias –contesto Yasaka con un giño seductor y juguetón, ante el cumplido sutil del chico, pero decidió burlarse un poco de él– sin embargo, Grayfia dice que esos cumplidos se los das a todas, incluso a ella, mientras que en realidad a nadie le gustan, porque suenas rígido, pues lo tuyo es una forma más directa de hablar y de actuar, incluso…
- … vale, vale, ya entendí… intentare mejorar –se apresuro Yue a detenerla, mientras se encogía de hombros algo triste, y le dirigía una mirada de reproche a Grayfia.
- …. Solo la verdad, Yue-sama, lo suyo no es lo sentimental, por lo menos, no esa parte –menciono la mujer, mientras ignoraba su mirada.
- ... fufufufu –por su lado, Yasaka se reía feliz, y hasta Yukiko parecía más relajada.
- … nunca supe que estar en un lugar con tres mujeres maduras, sería tan peligroso –murmuro Yue, ante lo que Yasaka se rio con más ganas y hasta Grayfia hizo una pequeña sonrisa, pues a ella le parecía muy interesante, verlo derrotado y actuando torpe o avergonzado.
La sala en la que se encontraban, era muy grande, tenía trece pilares de piedra negra e innumerables runas y círculos mágicos, era compleja, y especialmente única, pero por lo demás, solo había una pequeña llama de cristal en el centro.
Después de observar el ambiente, el chico asintió satisfecho, pues Grayfia se había encargado perfectamente de las nuevas defensas y barreras.
- Entonces, deberíamos comenzar –comento Yue, con una mirada seria.
- De acuerdo –dijeron las dos mujeres Youkai, después de una breve mirada entre ellas, luego, Yasaka pregunto– ¿Qué necesitas que hagamos?
- Tú me ayudaras a controlar la reliquia, mientras que Yukiko-san, se encargara del control de la energía que se escape, Grayfia-san nos cubrirá, vigilara y reforzara el espacio… ¿esta eso bien? –dijo Yue.
- Si –todas las mujeres asintieron.
El chico se fue y se sentó enfrente de la Llama Negra De Cristal, mientras Yasaka hacia lo mismo, de manera que mirara a Yue de frente.
Yukiko se sentó detrás de Yasaka, y Grayfia permaneció de pie, mientras su cuerpo soltaba un sutil brillo, el cual demostraba, que una barrera muy única, estaba funcionando, con ella como eje central.
Alzando las manos frente a él, de pronto, un libro, de encuadernado negro, apareció en sus manos.
El libro era muy sencillo, no parecía único o extraño, si se mirara de forma normal, pero las tres mujeres en la sala, eran seres de inmensa fuerza, incluso Yukiko, la más débil, aun era un Youkai, con una Runa del Circulo De Transición, en su propio derecho; por lo que fácilmente se dieron cuenta, de lo magnifico e intrigante del libro.
- Este es mi Grimorio Original, hecho a base de mi sangre, purificada a sus extremos, o los extremos que puedo, dependiendo con mi poder actual, y hecho con un pacto de Alma, mediante mis Llamas Terrenales, así como imbuido por la voluntad diluida del Dios de la Biblia, la cual obtuve del propio Artefacto Sagrado, claro, solo es una pizca, muy pequeña, y me asegure de hacer un ritual, para mancharlo con mi sangre y alma… …. A pesar de todo, la mayor razón por la que se logro, es porque la voluntad de ese Dios, había estado ahí por ... demasiado tiempo, así como el hecho, de que no era su voluntad "principal", es decir, algo que puso de forma muy descuidada, junto al hecho, que como todos aquí sabemos, el ya esta… no importa –comento Yue, mientras explicaba a las mujeres, pero antes de decir la última parte, Grayfia le envió una mirada de advertencia, a lo que el chico solo se encogió de hombros, ignorándola.
- Toda mi voluntad, se centra y amplifica, mediante mi Grimorio, eso me permite tener el don del "verbo" o palabra de poder, hasta cierto punto, y junto a mi sistema mágico, me permite no tener que usar círculos mágicos o rituales, claro, hay mucho mas, pero creo que con esa explicación es suficiente –siguió hablando Yue.
- Con la ayuda de las tres, introduciré mi Grimorio a esa dimisión suya –continuo el chico, dirigiéndose a Yasaka y Yukiko– así, cualquier peligro oculto o nuevo, se borrara, mientras que el Grimorio se bañara en una gran cantidad de energía pura, haciéndolo una existencia, que ya no tiene un medio físico, por supuesto, esto me ayudara mucho a mi crecimiento y me permitirá preparar un cierto algo…
- … –las tres mujeres asintieron, sabían desde el momento que Yue hablo para pedir el favor, de "mandar algo" al mundo de "ilusión de vida", que sería un asunto que le traería beneficios, de una manera muy particular, así que ninguna se sorprendió, estaban más sorprendidas, por la propia existencia del Grimorio, que definitivamente, no era tan simple, como el chico describió.
El Grimorio que Yue había creado, también fue infundido con cada recuerdo, memoria y experiencia, que el chico había tenido, incluyendo las de su vida anterior, esto para poder proveer su ego y voluntad al Grimorio, así como su fuerza de vida, mientras creaba una conexión dependiente entre ellos.
Es decir, si el Grimorio era destruido, la reacción podría matar a Yue, claro, el chico había hecho preparativos para evitar dicha situación, e incluso convertir una posible desgracia en un beneficio inesperado, pero eso no quitaría, un terrible daño.
Así, cuando conoció la naturaleza de la "ilusión de vida", planeo meter ahí su Grimorio, y que este se convirtiera en energía, y se mesclara con el mundo mismo.
De esa forma, no solo podría destruir de forma inequívoca, cualquier falla o desventaja, que su Grimorio pudiera tener, por haber sido canalizado con la Voluntad de un Dios… muerto, si es que tenía alguna, claro está.
Pero lo más importante, parcharía cualquier desventaja para él, y aunque no lo haría inmortal, si podría salvarle la vida en al menos una ocasión, si algo inesperado sucediera.
Volviendo su atención a la reliquia, esta empezó a flotar, y las llamas dentro de ella, comenzaron a emanar, luego, giraron como en forma elíptica, para luego crear una especie de portal.
Cuando el portal se estabilizo, Yasaka abrió sus manos y un fuego etéreo, empezó a salir de ella, hasta tomar la forma de un Zorro de nueve colas.
Las colas del zorro de fuego se curvaron y señalaron al portal, mientras una capa de energía lo envolvía, así mismo, el piso comenzó a brillar y varias raíces de energía, se conectaba a Yasaka, como para apoyarla y nutrirla.
Cuando todo estuvo listo, Yue comenzó a meter el Grimorio dentro del portal, al tiempo que murmura palabras extrañas, las cuales sonaban como cantos, pero capaces de desprender una sensación solemne, que vibraba y resonaba, con el alma de todos los presentes.
El Grimorio iba introduciéndose muy lentamente, tan lentamente, que parecía no estar moviéndose, al tiempo que una energía muy pura de color azul, era "vomitada" del vórtice, como reacción hacia lo que quería entrar.
Yukiko levanto las manos y comenzó a dispersar y controlar esa energía, al mismo tiempo que la introducía dentro del cuerpo de Grayfia, Yasaka y ella misma, para apoyar el proceso.
Así, paso el tiempo, después de doce horas, el Grimorio parecía haberse introducido en el portal por completo, pero nadie se había detenido.
Dos horas después, el cuerpo de Yue brillo de forma deslumbrante, lo que señalaba el fin del procedimiento.
… … …
Completamente agotadas, Yasaka y Yukiko apenas tuvieron la fuerza para subir y tomar un baño, para luego ir a dormirse inmediatamente.
Yue y Grayfia se retiraron a la mansión Astral, como prefería llamarla el chico, pues eso de mansión Tianlei, le daba pena ajena, aunque a la mayoría de las chicas parecía gustarles.
- ¿No estás cansada, Grayfia-san? –pregunto Yue, sentado en el sillón en una de las salas, el sí que estaba agotado.
- … solo un poco, el mayor trabajo lo hicieron ustedes tres –contesto la sirvienta demonio.
- … supongo –dijo Yue encogiéndose de hombros.
- … ¿Qué le preocupa, Yue-sama? –pregunto Grayfia, después de un momento de silencio.
- ¿Preocuparme? –dijo Yue, inclinando la cabeza, pues había sido tomado algo desprevenido– mi relación con Shuri avanza viento en popa, acabo de comer una deliciosa comida llamada Rias, la relación con las otras mujeres que anhelo, también parece ir bien, al menos, Yasaka y Yukiko, parecen haberme aceptado hasta cierto punto y sentirse más cómodas conmigo, así como ver potencial en mí, lo que quiere decir, que prácticamente ya han aceptado ser mías, mientras que mi fuerza sigue creciendo de forma constante, a un buen ritmo.
- … no negare que tengo mis preocupaciones, pero son mas como molestias provenientes de mis defectos e inseguridades, que me hacen ver las cosas de una manera algo fría y sentir algunos temores… … pero eso es algo que no podre cambiar tan fácilmente, tal vez nunca –continuo Yue– sin embargo, no hay nada como lo que tu insinúas.
- … …. Gracias por confiar en mi, Yue-sama –contesto Grayfia, con una leve inclinación, pues sabía que el chico no solía decir sus pensamientos tan fácilmente– estoy segura, que con el tiempo, se dará cuenta de que sus inseguridades y miedos, son solo quimeras, creadas por usted mismo, y por lo tanto, de las que puede disponer, mientras que lo que clasifica como frio… bueno, es parte de ti y de tu personalidad, como sueles decir, tu propio estilo.
- … espero –contesto Yue pensativo.
- Pero yo no me refiero a eso –con las palabras de Grayfia, Yue le prestó atención– lo del asunto del Grimorio, siento que fue muy apresurado… … por lo menos, comparado con el ritmo que tú haces las cosas.
- … … bueno, no es del todo así, hasta ahora he hecho las cosas lentamente, por que tenia la inseguridad de estar sin apoyo y ser muy débil, al menos, en comparación con los seres verdaderamente poderosos de este mundo, pero conforme mi fuerza avanza, puedo ser mas desinhibido –comento Yue, con una suave sonrisa– pero no negare, que esperaba tener más tiempo para comprender el mundo de "ilusión de Vida", antes de tomar una decisión, con respecto a mi Grimorio.
- ¿Entonces?, ¿Cuál fue la razón de tu repentino cambio de decisión? –pregunto Grayfia, entrecerrando los ojos.
- … … …. No lo sé –contesto Yue, después de un largo silencio.
- … –la sirvienta demonio no sabía que comentar sobre ello.
- Hay algo extraño ahí afuera, algo cuyo poder o naturaleza, va mas allá de lo que puedo vislumbrar por el momento –siguió Yue– no parece tener intenciones maliciosas, pero siento como si nos observara, solo que ni yo puedo identificar si es una sensación o una ilusión.
- Tal vez solo soy yo, sintiendo que las cosas me van muy bien, y no puedo estar convencido de ello, así que siento o debo sentir, que algo mas está ahí –continuo el chico– aun así, no es una sensación de peligro, solo un sentimiento incomodo, que no me hace gracia y me molesta, pues…
- Esta fuera de tu control o sus predicciones y teorías –completo Grayfia– me alegra saber que no soy la única que siente esa sensación de incongruencia.
Mirando profundamente a la mujer demonio, Yue entrecerró los ojos, y se torno pensativo, después de un tiempo, solo negó con la cabeza.
- Bueno, ya que ni tú puedes identificar la fuente, solo podemos seguir a nuestro propio ritmo.
- Estoy de acuerdo –asintió Grayfia– aun así, me alegra saber que ya se está preparando.
- Jajaja –rio Yue– es lo único que puedo hacer, no puedo permitirme perder todas las lindas niñas, que he ganado con tanta dificultad.
- … –sin contestar y con una mirada de desprecio, la mujer comenzó a desmaterializarse.
- … todavía no puedo protegerte a ti, Gratyfia, así que cuídate, te he dado todo lo que en la actualidad soy capaz… y tampoco quiero perderte.
- … … gracias –de donde el cuerpo de la mujer demonio ya se había desvanecido, solo se escucho esa palabra.
No sé qué tan bueno soy, con las escenas intimas o que llaman, limón, pero espero les guste.
... ... ...
Aquí está el siguiente capítulo.
… … …
Gracias a los que me siguen hasta ahora.
… … …
Espero sus comentarios, piedras y apoyo.
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