Su cuerpo se tensó al oír ese recordatorio.
«Claro que se cuál es la razón de nuestro matrimonio. Me casé con Huo Yunting para pagar las deudas, para arreglar lo que había hecho mi madre. La culpa empeoró luego de ver a su madre ser humillada por la multitud. ¡Pero eso no significa que Huo Yunting tenga el derecho de violarme en cualquier lugar!».
—Huo Yunting, estamos en tu casa —dijo ella suavemente.
—Por eso vas a cooperar, o no seré responsable por el tipo de ruidos que pueda producir luego. Me temo que todos en esta casa conocerán tu más profundo y oscuro secreto.
En la última sílaba, sus dedos llegaron a su cuello y rozaron su sensible piel, acariciando su hombro y luego pegaron un tirón. —¡No! —ella tembló con miedo, el cuello de su vestimenta había sido desgarrado, revelando entonces sus pálidos hombros, titiritando por el rose de sus congelados dedos.
Ellos estaban justo detrás de la puerta, cualquiera podría haber oído esto….