Después de reflexionar por un momento, ella preguntó tentativamente:
—¿Sabes que le gustas a tu sobrina?
—¿Mmm? —El hombre no reaccionó a su pregunta inicialmente y sólo levantó una ceja, pero cuando se dio cuenta de lo que ella le estaba preguntando, cayó en silencio.
—¿Sabías sobre ello? —Ella insistió.
—¡Sí!
—¡¿Lo sabías?! —La sorpresa coloreó sus ojos.
—No es cariño, es...
—¡Sé lo que quieres decir!
Él tenía el ceño muy fruncido. ¡¿Esta estúpida mujer cree que soy tan estúpido como ella?!
¡Por supuesto, sabía de los sentimientos de su sobrina por él!
Sin embargo, ella estaba un poco desconcertada.
¿Él lo sabía, aun así, había reaccionado de esa manera?
Resoplando infelizmente, ella refunfuñó: —¡Hay tantas mujeres que te quieren!
Él le echó una mirada de reojo ante ello. ¡Parecía que también había un buen número de hombres a su alrededor!