La abrazó a la fuerza, bajó un poco la cabeza y le dio un ligero beso en los labios.
Ella vaciló involuntariamente, pero él se negó a dejarla ir, acercándola aún más en su lugar.
Su rostro inquietantemente encantador estaba tan cerca de ella... La punta de sus narices se tocó cuando él rozó sus finos labios ligeramente contra los de ella. Era un toque seductor que era cálido y excitante.
Parecía haber tomado un poco de vino antes. Sus labios sensuales tenían un ligero aroma y sus ojos intoxicados, que eran fascinantes, tenían un significado tácito.
Este hombre nació con un aura real. Cada una de sus miradas y cada movimiento ordenaba la sumisión de los demás.
Ella apretó sus manos en puños mientras su cuerpo entero temblaba de miedo.
En guardia contra él, sus nervios se enrollaron en una bola apretada. La boca del hombre se curvó en una sonrisa perpleja y altiva al ver su reacción.
Su encantadora sonrisa solo la puso en defensa aún más.