—¿Llamas a esto una calumnia, entonces?
Yun Na comenzó a entrar en pánico.
¡No esperaba que su hermana la expusiera en público!
Yun Shishi siempre la adoraba y la mimaba como si fuera su pariente más cercano. Por el lado de su padre, su hermana adoptiva nunca se había quejado de su sufrimiento en las manos de ella y de su madre.
Su hermana era dócil y llena de resistencia, por lo que no esperaba que la humillara públicamente de esta manera. Sin embargo, su hermana acaba de hacer lo impensable.
¿Admitir que había robado? ¿Cómo pudo ella hacer eso? Aún no había debutado en ningún espectáculo. Si ella admitía haber robado, ¿cómo podría sobrevivir en el mundo del espectáculo a partir de entonces?
Li Jiuxian, que ignoraba la verdad, trató de defender a Yun Na.
—La acusas de ser una ladrona, pero ¿dónde está tu prueba?
—¿Prueba?