Gu Jingze sonrió. "Estás equivocado. A quien amo es Lin Che. Es cierto que teníamos una buena relación, pero en aquel entonces, no tenía idea de lo que es el amor. Nunca te había amado antes, nunca".
"Tú..." El rostro de Mo Huiling se volvió aún más sombrío, como si se hubiera comido una mosca.
Sin embargo, un momento después, ella inmediatamente estalló en una carcajada feroz.
"Está bien, está bien. Entonces tu amor se irá muy pronto. Es porque Lin Che morirá muy pronto".
En el siguiente instante, la mano de Gu Jingze ya estaba estrangulando el cuello de Mo Huiling.
"¿Dónde diablos está Lin Che?"
Su fuerza era tan grande que Mo Huiling se tambaleó. Sintió como si su cuello estuviera a punto de romperse.
Su rostro se puso pálido y comenzó a tartamudear en su discurso. "Ja, ja, está bien, si me estrangulas hasta la muerte, nunca podrás descubrir dónde está Lin Che".
Gu Jingze la miró y lentamente soltó su mano.