Tian Lingyu paseó por la sala de recreación con los brazos sobre el pecho, sumido en sus pensamientos. Huang Shenghao, Kang Wei y Shen Xue lo observaron desde sus asientos.
—¿Qué le dio? —preguntó Shen Xue. Estaban esperando que su hermano y Lu Xinyi bajaran para acompañarlos a cenar.
—Probablemente algo pasó. ¿Viste que la hermana Xinxin tenía un pequeño corte en su labio inferior? —Kang Wei frunció el ceño al pensar que alguien podía haber molestado a su joven ama de nuevo.
—Probablemente sigue molesto porque la hermana Lu no pasa más tiempo con él —dijo Huang Shenghao riendo divertidamente. Era extraño ver a su amigo así. La mayoría del tiempo, Tian Lingyu era sereno y no le importaba nada de lo que pasaba a su alrededor.
—Tch, debería ceder y aceptar a mi hermano —Shen Xue miró a su alrededor, intentando decidir qué deberían jugar. Prefería que no fuera ajedrez—. Ey, juguemos ping pong. ¿Quién quiere?