Igual que en los días anteriores, Shen Yi se despertó antes del amanecer. Extendió la mano para tirar de su esposa hacia él y no le gustó el hecho de que no pudo sentir el cuerpo de ella al lado de él. Extendió la mano más lejos, pero no sintió nada más que el calor de las sabanas, donde ella durmió antes.
Abrió grande los ojos de repente y miró alrededor de la habitación. Entró en pánico, cuando no la vio. Estaba sorprendido al saber que eso pasaría tarde o temprano.
Shen Yi todavía se sentía conflictuado con el hecho de que él quería que ella se quedara, pero el entusiasmo de alcanzar el sueño que desesperadamente quería hacía que él se preguntara por cuanto tiempo podría tenerla.
¿Lu Xinyi lo dejaría justo como Li Qiao lo hizo? Él negó con la cabeza. No eran iguales. Mientras que Li Qiao sabía que quería en la vida, el amor de ella no era suficiente para que se quedara. Por otro lado, Lu Xinyi había dejado en claro que él era parte del futuro de ella.