¿Acaba de decir esposa? ¿Esposa? ¡¿Cómo era eso posible?!
Zhao Xi se sorprendió tanto que le soltó la mano a Lu Xinyi y se cayó de nuevo en el suave colchón de la cama. Simplemente la miraba fijo y tenía la cabeza un poco girada, mientras que parpadeaba repetidamente.
Miraba boquiabierta a la paciente. La había escuchado bien.
—¿De verdad? —se atrevió a preguntar ella.
—Sí —confirmó Lu Xinyi.
Hubo un largo silencio, antes de que Zhao Xi se parara abruptamente y chillara como una adolescente que acababa de ver a su amor platónico en el pasillo. Lu Xinyi se sentó y se dobló del dolor cuando accidentalmente se golpeó el pie lesionado.
—¡Oh por dios! Esto es un milagro —sollozó Zhao Xi dramáticamente —¡No puedo creerlo! Nuestro pequeño ShenYi ya no está disponible. ¡Espera! ¡Déjame ponerlo en el chat del grupo!