Las dos se quedaron boquiabiertas. ¡No tenían ni idea de lo que estaba pasando!
¿Quién era esa mujer que acaba de llamar a Xi Xiaye "Señora"?
Xi Xinyi pensó en algo y su rostro pálido empezó a tener una extraña expresión. Sus ojos parecían haber presenciado algo imposible. Sin importarle mucho, empezó a perseguir a su hermana.
HuangShanshan rápidamente la alcanzó y se sentían como si acabaran de experimentar una alucinación auditiva.
Sin embargo, la figura de Xi Xiaye no se veía por ninguna parte. La multitud casi las ahogó mientras intentaban mirar a su alrededor y aun así, al final no pudieron encontrarla. Era como si lo que había sucedido antes fuera sólo un producto de su imaginación.
HuangShanshan se detuvo en sus pasos y preguntó mientras jadeaba.
—Xinyi, ¿escuchaste cómo esa mujer llamó Xi Xiaye? Parecía haber llamado a su Señora, ¿no? —se dio la vuelta y miró a Xi Xinyi con las mejillas enrojecidas.