—Echemos un vistazo al interior. —Lin Li miraba a los dos bandidos desafortunados que estaban en la entrada de la mina cuando se interesó por lo que había dentro. Rápidamente,recitó y lanzó un hechizo de iluminación antes de conducir a Ysera y a Gerian dentro de la cueva de la mina.
Tal vez eraporque era de día, pero el aire dela cueva era inusualmente frío. Hasta Lin Li estornudó un par de veces cuando entraron. Se frotó la nariz y, bajo la guía del hechizode iluminación, caminó lentamente hacia las profundidades de la cueva. La excavación que Gerian ordenó fue bastante efectiva, la boca de la cueva era lo suficientemente ancha como para que pasara una vagoneta, pero ahora cabría hasta un carrogracias a los cientos de trabajadores que se habían empleado en ello.