Cromwell estaba absolutamente seguro de ganar el duelo.
Se había intoxicado con un sentimiento poderoso sin precedentes después de pasar al nivel trece. Creía que nadie de la generación más joven de Jarrosus podría ser su oponente, incluido Felic, quien le había hecho sentir miedo una vez.
La deshonra de la Torre Esmeralda tenía que limpiarse con sangre.
Cuando estaba respondiendo al viejo Merlín, Cromwell comenzó a planear mentalmente cómo matar a su oponente de la forma más cruel posible. La humillación a través de las palabras era inadecuada. No era suficiente para quitarse de encima toda aquella vergüenza. ¡Ese mago llamado Felic tenía que derramar hasta la última gota de su sangre antes de morir entre dolor y remordimiento infinitos!
—Hay dos piezas de material en el sótano, en el tercer compartimiento del lado derecho de la puerta. Ya te he dicho cómo abrirlo. Ahora, ve y sácalas.
—Sí, padre.