«Cerca de setenta años después... El año 1847»
Durante el mediodía, una mujer caminaba por los pasillos de la mansión Rune aburrida, ya que no había nada más que hacer. Tenía los pies claros en el suelo donde se había tendido la alfombra, vio a las criadas inclinarse ante ella y las devolvió con un movimiento de cabeza. Su cabello era de color negro como la tinta, el pequeño flequillo se había separado del medio para ser empujado hacia sus costados. Miró los retratos del Señor y algunos de su familia que colgaban de las paredes.