Kikyo estaba confundida, así que para intentar comprender un poco más la situación, decidió mirar alrededor.
La demonio del cabello no parecía ser el problema, así que ella miró a la otra persona en el lugar y descubrió las ligeras similitudes que la chica tenía con el hombre frente a ella. En unos cuantos segundos, ella descubrió que esta chica debería de ser el motivo por el cual este hombre estaba furioso, aunque todavía no comprendía el motivo verdadero, así que lentamente abrió la boca y preguntó - "¿Por qué estás furioso? ¿A caso es por esa chica?"
Las pupilas de Kurama se afilaron cuando escuchó esto mientras el clima del lugar cambiaba.
Kikyo se congeló cuando sintió este enorme poder espiritual, no, esto no era solo eso, ella podía sentir como si estuviera frente a algo mucho peor que un Daiyokai, era como si ella estuviera frente a un dios.
Kurama podía sentir como las cadenas a su alrededor se rompían una detrás de otra antes de soltar un poderoso rugido.
"¡Tousan! ¡No!" - exclamó Izumi con terror porque podía sentir que su padre estaba furioso. Ella nunca pensó ver a su padre tan enojado, algo que solo había pasado unas muy contadas veces.
Kikyo dio inconscientemente unos pasos hacia atrás mientras miraba con ligero temor al hombre frente a ella - "Y-Yo..."
"Bien, voy a cumplir con tus deseos..." - dijo Kurama con un tono frío - "Voy a dividir el alma de Kagome entre las dos, aunque esto no será gratis..."
Kikyo se quedó en silencio antes de asentir con debilidad, después de todo, ella sabía que no había nada gratis en el mundo. Si ella quería algo, tenía que pagar un precio equivalente, este era el caso para todo, incluso para sus poderes espirituales, porque ella tenía que entrenar hasta desmayarse para poder aumentar una pequeña fracción de sus habilidades - "¿Qué es lo que pides como pago?"
"Es simple..." - dijo Kurama con una enorme sonrisa - "Aunque eso te lo diré luego, ahora voy a cumplir con mi parte del trato..."
Inuyasha intentó decir algo, pero la presión que sentía era demasiada.
Kurama se puso a trabajar de inmediato, él rápidamente sacó una pequeña esfera blanca del cuerpo de Kikyo y con su Rinnegan, la dividió. Esto normalmente debería de ser un enorme problema, aunque gracias a la diferencia entre las leyes de los dos mundos, este trabajo fue rápido y sencillo. Luego de asegurarse de que todo estuviera bien, él puso la mitad del alma en Kikyo y la otra mitad hizo que el [Rey del Infierno] se la tragara.
Kikyo se congeló cuando vio esto, aunque su expresión cambió a una de sorpresa cuando vio como el alma que había dividido, había regresado a como era antes de que se extrajera dentro de ella - "Imposible..."
Kurama no respondió, él solo hizo un movimiento de manos e hizo que la sacerdotisa revivida desapareciera del lugar.
"¡Kikyo!" - exclamó Inuyasha con terror mientras intentaba levantarse, aunque sin resultados favorables porque la presión que sentía era cada vez mayor.
Izumi sintió como las lágrimas corrían por sus mejillas, porque a pesar de todo, ella pensó que había logrado entablar una fuerte conexión con este chico, pero tal parecía que ella había pensado de más las cosas.
Kurama no dijo nada más, él solo bufó con desdén antes de poner el alma de regreso donde su dueña original.
"Izumi, nos vamos" - dijo Kurama con neutralidad mientras ignoraba las preguntas del chico mitad perro.
"Tousan... yo..." - dijo Izumi con pánico.
"¡Nos vamos!" - rugió Kurama con furia mientras miraba a su hija con pesar - "Lo siento, hija, lamento haberte gritado..."
"No, no tienes que disculparte" - dijo Izumi con lágrimas en los ojos. Ella sabía por qué su padre estaba tan furioso, así que no había forma de que ella se enojara con él o sintiera miedo de sus acciones.
Inuyasha sintió como algo dentro de él se rompía cuando vio las lágrimas corriendo por el rostro de Izumi - "Y-Yo..."
"No digas nada más, chico" - dijo Kurama con neutralidad - "Te recomiendo que sigas mi consejo, porque estoy haciendo un esfuerzo enorme por no despedazarte..."
Inuyasha se quedó en silencio mientras miraba a Izumi con pesar. Él rápidamente comprendió lo que había sucedido, así que se maldijo por ser tan estúpido.
"Tousan, por favor, no le hagas nada..." - dijo Izumi mientras corría donde su padre.
Kurama no respondió, él solo miró al chico con furia - "Sabía que las cosas podrían haber terminado así, aunque yo pensaba que me darías una sorpresa como lo habías hecho antes, pero ahora veo que me equivoqué..."
"Tousan, solo salgamos de aquí, no digas nada más, no le hagas más daño" - dijo Izumi mientras rogaba por el bienestar del chico que había ganado su atención.
Kurama asintió con debilidad, aunque por dentro estaba furioso porque a pesar del dolor que su hija estaba sintiendo, ella seguía tratando de defender al chico. Él solo podía maldecir que su hija salió igual a su madre en el ámbito del amor, porque Mikoto también había sacrificado demasiado por él durante los primeros momentos de su relación.
"Eres igual que tu madre, princesa" - dijo Kurama mientras caminaba donde su hija y acariciaba su cabello negro - "Por ahora descansa..."
Los ojos de Izumi se abrieron como platos cuando escuchó esto, aunque rápidamente sintió como todo a su alrededor se oscurecía - "T-Tousan..."
Kurama suspiró mientras tomaba con cuidado a su hija y caminaba donde el Hanyo con una expresión fría.
Inuyasha agachó la mirada mientras sentía como las pupilas del hombre de cabello plateado atravesaban su cuerpo.
"Puede que suene como hipócrita por sentirme furioso por verte con un corazón indeciso, después de todo, tengo más de una esposa..." - dijo Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Pero honestamente no me importa, no cuando lastimaste a mi bebé..."
"Y-Yo... no quise hacerlo..." - respondió Inuyasha mientras apretaba sus dientes.
"No me importa si fue intencional, o no" - dijo Kurama mientras tomaba al chico del cabello y levantaba su cabeza con un rostro frío. Él miró al Hanyo directamente a los ojos y le dijo una voz serena - "Lo único que me importa, es que sucedió, y ahora mi bebé está sufriendo..."
Inuyasha intentó agachar la mirada, aunque Kurama no lo dejó, él rápidamente le hizo levantar la cabeza con firmeza - "Ugh..."
"Escucha, esto es lo último que voy a decirte..." - dijo Kurama mientras soltaba un pesado suspiro y trataba de calmar su furia - "¿Me estás prestando atención?"
"S-Sí..." - respondió Inuyasha con dificultad.
"Bien, esto es lo que haremos" - dijo Kurama mientras tocaba la frente del chico mitad perro.
Inuyasha soltó un agudo grito de dolor mientras sentía algo caliente en su espalda.
"No te preocupes, este sello no te hará daño" - dijo Kurama con desdén mientras veía como el chico se retorcía en el suelo por el dolor, y si era honesto, esto le alegraba porque al menos ahora se sentía un poco mejor luego de causarle este dolor al bastardo que había lastimado a su bebé - "Este sello me dirá dónde estás, y te ayudará en tu entrenamiento"
Inuyasha no respondió, él estaba más preocupado por el profundo dolor en su espalda.
"¿Me estás escuchando?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido.
"S-Sí..." - respondió Inuyasha mientras apretaba los dientes.
"Bien, como decía, este sello también me permitirá comunicarme contigo cuando sea el momento" - dijo Kurama con seriedad.
"Por qué..." - murmuró Inuyasha con debilidad.
"Porque cuando sea el momento, yo voy a decirte dónde estará Kikyo y mi hija" - respondió Kurama con frialdad.
Inuyasha abrió los ojos cuando escuchó esto mientras levantaba débilmente la mirada - "Q-Qué ganas con eso..."
"Es simple, quiero que seas tú el que elija cuál es la persona que más quieres, aunque quiero advertirte algo..." - dijo Kurama con neutralidad - "Si eliges a Kikyo, entonces ni siquiera pienses en intentar reunirte con mi bebé, porque en el momento que sienta tu presencia, estarás muerto sin saber cómo lo hice. Por cierto, si eliges a mi bebé y tus sentimientos no son verdaderos, bueno, con el dolor de mi alma voy a eliminarte aunque mi princesa me odie, después de todo, no voy a dejar que nadie juegue con los sentimientos de mi pequeña Izumi..."
Inuyasha se quedó en silencio antes de sentir como todo a su alrededor se volvía oscuro, aunque no sin antes escuchar la voz de Kurama resonando en su cabeza - "Espero que cuando sea el momento, tengas tu respuesta..."
* * * * *
"Ugh... ¿Qué fue lo que pasó?" - murmuró Kagome mientras se levantaba con dificultad y se tomaba la cabeza para poder quitarse este molesto dolor que sentía.
Ella lentamente abrió los ojos, todavía desorientada porque podía sentir como todo a su alrededor estaba borroso, aunque luego de unos pocos segundos para adaptarse, sintió como todo volvía a la normalidad.
Ella lentamente sacudió la cabeza y volvió a mirar los alrededores, solo para recordar lo que había sucedido antes - "¡Cierto, habíamos venido a recuperar los restos de la sacerdotisa Kikyo!"
Kagome rápidamente se levantó, solo para sentir como su cuerpo parecía estar paralizado. Ella rápidamente pensó en lo peor, aunque unos pocos segundos más de descanso hicieron que se calmara y descubriera que no era que estaba paralizada, sino que su cuerpo parecía estar debilitado - "¿Qué fue lo que pasó?"
La chica nuevamente miró alrededor, solo para soltar un grito de sorpresa al ver a una persona familiar inconsciente a pocos metros de ella - "¡Inuyasha!"
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[Origen] Cap 698 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(32) <--- Disponible en Pa treon.