"Son... interesantes..." - dijo Zabuza mientras miraba a los nuevos portadores de las demás Espadas Demonios de Kiri.
"Mejor di las cosas como son, estos portadores son solo niños" - dijo Kisame con desdén mientras veía como cada uno de los hombres que estaba frente a él parecían haber salido de la Academia hace no mucho tiempo - "Estoy seguro de que ni siquiera han visto sangre"
"¡Son Hoshigaki Kisame y Zabuza Momochi!" - exclamaron los jóvenes con terror.
"Oh, vamos, ni siquiera tienen las bolas para mirarnos a los ojos" - dijo Kisame con desdén - "Supongo que tendremos mucho trabajo que hacer"
"¿Piensas entrenar a estos camarones?" - preguntó Zabuza mientras fruncía el ceño - "No esperaba eso de ti, menos con la mala relación que tenías con los demás miembros de los 7"
"Tienes razón, mi odio por ellos es grande, pero sus espadas no tienen la culpa" - respondió Kisame mientras se encogía de hombros - "Como sea, los quiero aquí mañana en la mañana, o les juro que van a lamentar haberme hecho perder mi tiempo"
"¡H-Hai!" - exclamaron los jóvenes mientras salían corriendo.
"Ni siquiera les dijiste a que hora" - dijo Zabuza mientras le giraba los ojos a su compañero de viaje.
"Lo sé, con eso ellos llegarán temprano o sufrirán" - respondió Kisame mientras se encogía de hombros.
"¿No sufrirán con el entrenamiento?" - preguntó Zabuza.
"Sufrirán el doble si no vienen a entrenar" - respondió Kisame mientras miraba salvajemente a su compañero de viaje - "Como sea, ya que vimos como son estos novatos, mejor vamos a ver al último del grupo, solo esperemos que no sea igual de inútil como estos camarones"
"Tienes razón, esperemos lo mejor" - respondió Zabuza mientras se encogía de hombros - "Aunque algo me dice que nos llevaremos una gran sorpresa"
* * * * *
"¡Terminé! ¡Por fin logré finalizar con mi papeleo!" - exclamó Mei con emoción mientras sentía como a duras penas podía resistir las ganas de empezar a bailar.
"Muy bien por ti, pero gracias a tus 'esfuerzos', ahora tengo todo este trabajo" - respondió Ao mientras le daba una mirada en blanco.
"Oh, vamos, no seas tan llorón" - dijo Mei mientras le giraba los ojos, solo para guardar silencio cuando notó todos los documentos que ella había escrito - "Oh..."
"Exacto, Oh..." - respondió Ao con una mirada neutral, solo para ver como los documentos se desparramaban - ". . ."
"Mejor llama a tu asistente, estoy segura de que necesitarás toda la ayuda posible..." - dijo Mei mientras una sonrisa avergonzada aparecía en su rostro - "Ahora si me disculpas, tengo algunas cosas que preparar"
Mei estaba a punto de salir de la oficina, pero notó como dos Anbu aparecieron a bloquear la entrada - "Etto... ¿Hola?"
". . ." - los dos Anbu solo guardaron silencio ante el saludo de su antiguo líder.
"Lamento decirle que su estadía en mi oficina será extendida de manera indefinida..." - dijo Ao con neutralidad - "Ahora... ¿Podría ser tan amable de sentarse y ayudarme con todo este papeleo?"
". . ." - Mei miró a Ao, luego a los Anbu, para luego finalmente observar en dirección de la ventana - "¿Creen que sobreviva si salto por la ventana?"
"Posiblemente, aunque terminará en tan mal estado que no podrá ir a su cita, Mei-sama" - respondió Ao con honestidad.
"Oh..." - Mei solo suspiró con pesar mientras caminaba hacia su asiento.
"Muchas gracias por su ayuda, Mei-sama" - dijo Ao con una pequeña sonrisa en su rostro porque era primera vez que podía devolverle todos los 'favores' que Mei le había hecho.
"Solo lo hago porque sé que si ataco a los Anbu, estaría prácticamente haciendo una declaración de guerra porque ahora soy miembro del clan Uzumaki" - respondió Mei mientras gruñía con irritación - "Ahora mejor terminemos esto, y se me olvidaba, no esperes que te ayude con las negociaciones futuras"
La sonrisa de Ao desapareció cuando escuchó las palabras de la mujer de cabello castaño rojizo, solo para recordar sobre lo rencorosas que podían llegar a ser - "Ugh..."
Los dos Anbu solo negaron con la cabeza mientras hacían una nota mental para no ponerse en las malas de ninguna otra mujer en el futuro.
* * * * *
"Fue un placer hacer negocios con usted" - dijo Kurama con una sonrisa.
"El placer fue solo suyo, porque prácticamente no me dejó ningún beneficio" - dijo el Daimio de Mizu no Kuni mientras suspiraba con pesar - "Pero dejando ese 'pequeño' detalle, fue una buena experiencia hablar con usted, espero que siga haciendo negocios con Kirigakure no Sato"
"Mientras las cosas no cambien, planeo seguir haciéndolo en el futuro" - respondió Kurama mientras se despedía del Daimio y se retiraba.
El motivo de la reunión era simple, Kurama había venido a hablar sobre la posibilidad de aumentar el comercio entre las dos naciones.
"Bien, ya terminé con mis asuntos democráticos, supongo que iré a visitar algunos lugares que no había podido ver antes" - murmuró Kurama mientras se ponía a pensar - "O mejor voy a ver como está Mei..."
"¡Qué alguien me ayude!" - exclamó Mei en la lejanía.
"Mejor no" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza. Con solo escuchar el grito de la mujer le hizo comprender que era mejor mantener su distancia, al menos por ahora.
* * * * *
"Creo que es un buen momento para empezar con la cosecha" - dijo un hombre mientras se limpiaba el sudor que corría por su rostro.
La vida era difícil para las personas comunes que vivían en las Naciones Elementales, pero con el tiempo uno se acostumbraba.
"Pienso lo mismo" - respondió otro hombre mientras soltaba una carcajada porque era el clima era perfecto.
"¿Qué es eso?" - preguntó un tercer hombre mientras apuntaba hacia el horizonte.
"¿Eh?" - los dos primeros hombre fruncieron el ceño cuando escucharon a su compañero, solo para abrir los ojos cuando notaron como una enorme cortina de humo estaba dirigiéndose hacia su dirección.
"No lo sé" - respondió el primer hombre solo para gritar en sorpresa cuando sintió como algo lo tomaba de las manos - "¡¿Qué mierda?!"
"¡¿Qué te pasa?!" - exclamó el segundo hombre, solo para que el tercer hombre gritara en sorpresa al ver como su amigo desaparecía en el suelo, como si se lo hubiera tragado la tierra.
"¡Kenichi!" - exclamó el tercer hombre, solo para ver como el primer hombre desaparecía como el segundo - "¡Junichi! ¡¿Qué mierda está pasando?!"
El tercer hombre solo pudo gritar en sorpresa y terror, pero su expresión cambió escuchó como los gritos de ayuda resonaban en la aldea un poco más atrás.
"!" - el tercer hombre solo pudo abrir los ojos en terror mientras decidía no pensar en sus amigos. Él rápidamente corrió en dirección de su aldea, solo para ver como la gente eran devoradas por el suelo - "¡¿Qué mierda está sucediendo?!"
"Extraño... ¿Por qué no has sido eliminado?" - preguntó una voz que parecía venir de todos los lados.
"¡¿Quién anda ahí?!" - exclamó el hombre mientras miraba alrededor con terror. Él tomó su fiel pala y se puso en guardia.
"¿Podrías responder a mi pregunta?" - preguntó la voz nuevamente, solo para que el suelo frente al hombre se abriera, mostrando a lo que parecía ser un hombre completamente blanco de ojos verde - "Responde..."
". . ." - el hombre solo pudo temblar en terror mientras retrocedía porque nunca había escuchado de una entidad o clan que tuviera el tipo de apariencia que la del hombre que estaba frente a él.
"Responde" - dijo una segunda voz, solo para que un segundo 'hombre' similar al primero apareciera.
"Responde"
"Responde"
"Responde"
"Responde"
"!" - el hombre solo pudo temblar en terror mientras veía como otra entidad similar a las dos primera aparecían una detrás de otra frente a sus ojos.
"Supongo que no encontraremos una respuesta de la manera tradicional" - dijo Zetsu Blanco mientras miraba al hombre que parecía estar paralizado por el terror - "Las habilidades cognoscitivas de este humano parecen haberse paralizado, supongo que tendremos que investigar un poco más para llegar a una conclusión"
"Propongo tomarlo vivo y experimentar con el proceso de transformación" - dijo uno de los clones del ejército de Zetsu blancos.
"Supongo que es posible" - respondió Zetsu Blanco mientras se ponía a pensar - "Es posible que este humano tenga algo que nos beneficie"
"¡Ayuda!" - exclamó una mujer.
"¡Cariño!" - el hombre pareció reaccionar cuando escuchó la voz de la mujer, solo para ver como esta era arrastrada hacia debajo de la tierra por unas enormes lianas verdes - "¡No!"
"Interesante... él logró reaccionar a pesar del terror cuando escuchó a su pareja..." - dijo Zetsu Blanco mientras asentía - "Tiene el mismo comportamiento que otros 5 humanos más, incluso es posible que con él podamos mejorar aún más nuestras capacidades mentales..."
"Afirmativo" - respondieron los demás Zetsu mientras veían con neutralidad como el hombre parecía hacer hasta lo imposible por acercarse al agujero por el cual había sido tragada la mujer.
"¡Querida!" - exclamó el hombre, solo para notar como era amarrado por lianas verdes - "¡Suéltenme! ¡Tengo que encontrarla!"
". . ." - Zetsu blanco solo le dio una mirada analítica antes de hacer desaparecer al hombre - "Supongo que con esto son 10 aldeas, más que suficientes para poder recuperar los números perdidos que sufrimos durante la invasión a Kumo"