A la mañana siguiente, los dos pelirrojos estaban despertado luego de una apasionada noche.
"Kushi-chan..." - dijo Kurama mientras sacudía ligeramente a la mujer porque sabía que ella no era una persona de mañana.
"Cinco minutos más..." - murmuró Kushina mientras se acurrucaba al chico.
"Vamos, Kushina... tenemos que levantarnos" - suspiró el joven pelirrojo mientras la miraba con cariño.
"Bien..." - suspiró Kushina mientras se estiraba ligeramente y en el proceso, hacer rebotar sus grandes pechos. Kurama tenía que admitir que no se aburría de ver cada centímetro del cuerpo de su amada de cabello rojo.
"Si sigues mirándome así, no creo que puedas salir de la cama" - ronroneó la hermosa Uzumaki.
"Por muy tentado que esté en tomar esa decisión, no puedo hacerlo" - Kurama suspiró con pesar - "Tengo que reunirme con las el Equipo 8 para seguir entrenando"
"Que mal..." negó Kushina mientras empezaba a vestirse - "Suerte para la próxima"
Cuando estuvo lista, ella salió de la habitación pero no sin antes darle una buena imagen de ella movimiento sus caderas de forma sensual.
"Ok...Ahora me arrepiento de ser un shinobi..." - murmuró Kurama mientras negaba con la cabeza - "Como sea, mejor me visto para poder hacer un pequeño calentamiento"
Kurama se vistió rápidamente y se preparó para salir pero antes de que pudiera dar un paso fuera de la habitación, el grito de Kushina llegó a su oído - "¡Kuro-chan~!¡¿Quieres algo en específico para desayunar?!"
"¡Lo dejo a tu decisión!" - respondió el joven pelirrojo mientras bajaba al primer piso - "¡Vuelvo en un momento!"
"¡Qué te vaya bien~!" - gritó nuevamente la hermosa mujer mientras Kurama salía a entrenar.
* * * * *
Luego de una hora, Kurama volvió a casa para poder darse una ducha y como siempre, Kushina ya tenía todo preparado - "Juro que ella es perfecta..."
"¿Dijiste algo, Kuro-chan?" - preguntó Kushina mientras salía de la cocina.
"Que eres demasiado perfecta" - sonrió el joven de cabello naranja rojizo. Kushina solo le respondió con una feliz sonrisa mientras caminaba a su lado y le daba un pequeño beso - "Ve a bañarte para que puedas desayunar"
"Ok, vuelvo enseguida" - Kurama asintió y rápidamente subió al baño. Luego de 20 minutos, él ya estaba vestido nuevamente y se estaba dirigiendo hacia el comedor para desayunar con su amada belleza de cabello escarlata.
"¿Tienes pensado hacer algo hoy?" - preguntó Kushina mientras miraba a su amante.
"Nada por el momento" - respondió el joven Uzumaki - "¿Por qué?¿Tienes pensado algo?"
"No es nada importante... es solo que quería que me acompañaras para que pudiéramos comprar ropa un poco más... personal..." - dijo Kushina mientras le daba una sonrisa seductora - "Escuché que hay una nueva tienda que tiene una mercancía que podría ayudarnos..."
"Por mucho que me gustaría decirte que acepto, no puedo asegurarte de que nada suceda hoy..." - suspiró el joven pelirrojo.
"No te preocupes" - negó Kushina - "La tienda abre en la noche"
"Entonces es una promesa" - asintió Kurama.
* * * * * *
Luego de 20 minutos, Kurama estaba saliendo de su casa para dirigirse hacia el campo de entrenamientos 8. No le tomó más de 10 minutos llegar pero se sorprendió al ver que no era el primero a pesar de que había llegado con más de una hora de anticipación - "¿Kurenai sensei?"
"?" - Kurenai se percató de que alguien habían llegado así que levantó la mirada - "Hola, Kurama-kun..."
"¿Qué sucede, Kurenai sensei?" - preguntó el pelirrojo al ver que la mujer estaba aún más pensativa que ayer.
". . ." - Kurenai sol guardó silencio mientras debatía si le decía o no pero luego de pensarlo un poco, llegó a la conclusión de que sería mejor no hacerlo - "No es nada..."
Kurama no dijo nada más, solo saltó a la rama de un árbol y se recostó mientras cerraba los ojos.
Kurenai se le quedó mirando unos segundos pero rápidamente desvió la mirada aunque de vez en cuando su mirada volvía hacia donde el joven.
Y a sí pasaron los minutos y media hora ya había transcurrido. Tanto Kurama como Kurenai seguían en un silencio incómodo.
"¿Sabe Kurenai Sensei? Si necesita decir algo, hágalo" - murmuró el pelirrojo cuando no pudo aguantar más. Él había estado sintiendo la mirada de la mujer durante todo este tiempo.
"¡Kya!" - Kurenai se sorprendió al escuchar las palabras de Kurama - "Etto... Yo quería pedirte perdón por las molestias que te causó mi ex-novio..."
"¿Ex?" - Kurama estaba sorprendido aunque de pronto la culpa apareció en su corazón. Él no quería romper la relación de su sensei, él solo quería que ese idiota se controlara un poco.
"Tranquilo, no es tu culpa" - negó Kurenai al comprender lo que el chico pensaba - "Nuestra relación había sido tóxica desde empezó..."
"Eso me alivia un poco" - suspiró el joven Uzumaki - "Pero aún así lo siento..."
"Como dije, no es tu culpa" - sonrió Kurenai - "Solo había empezado una relación con Asuma porque él me había preguntado si podía ser su novia por los últimos 10 años"
"Eso no suena a amor..." - murmuró el pelirrojo pero Kurenai alcanzó a escucharlo - "Yo creo que eso es una obsesión..."
"Y es exactamente lo que es..." - suspiró Kurenai con pesar - "El mismo día que terminamos, él me amenazó con que no me acercara a nadie porque yo era de su propiedad..."
Kurama frunció el ceño cuando escuchó esto porque sinceramente no esperaba algo como eso. Si bien Asuma era un idiota de mente cerrada, no significaba que fuera un completo bastardo pero ahora que escuchaba a su sensei, él comprendió la verdadera esencia del hombre llamado Asuma Sarutobi.
"Ayer nuevamente me encontré con él" - suspiró Kurenai mientras las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos - "Él estaba con la mujer civil que había sido responsable de esparcir esos rumores de que me acostaba con múltiples hombres..."
Kurama solo bufó en molestia - "Supongo que las aves de un mismo plumaje, si vuelan juntas"
Si Asuma había iniciado una relación con la misma mujer que había destruido su anterior relación entonces significaba que claramente que era un imbécil. Él era un Jonin así que comprobar los rumores sería fácil para él, y saber quien había sido el responsable de esparcirlos sería mucho más sencillo.
Kurama solo podía mirar como su Jonin sensei estaba llorando. Ella por fin había explotado, todo lo que había guardado en lo más profundo de su corazón estaba siendo liberado.
"¿Qué es lo que puedo hacer?" - preguntó Kurenai mientras las lágrimas seguían corriendo.
Kurama solo negó con la cabeza mientras se daba cuenta como era que esta mujer que a penas conocía estaba ganándose un lugar en sus seres queridos, no porque a él le gustaba o quisiera tenerla como pareja, sino porque ella poco a poco había estado entrando en su vida.
"Tienes dos opciones..." - suspiró el pelirrojo - "Primero, irte a vivir donde una amiga o algún conocido para que así no le des la oportunidad de encontrarte sola... y segundo..."
"¿Sí?" - preguntó Kurenai con curiosidad al ver como él frenaba a media sentencia.
"Lo segundo sería... matarlo..." - murmuró el joven de cabello rojo.
"¡¿Matarlo?!" - exclamó Kurenai con pánico - "¡Imposible!"
"Si Kaasan estuviera en una situación similar, yo mataría al bastardo responsable sin pensarlo dos veces" - respondió Kurama con frialdad - "Es mejor cortar los problemas de raíz"
"¡¿Cómo es que puedes pensar algo como eso como primera opción?!" - exclamó la kunoichi de ojos rojos.
"Porque no voy a dejar que nadie lastime a mis seres queridos" - dijo Kurama con frialdad - "Y si tengo que mancharme las manos para que nada suceda, entonces lo haré con gusto..."
". . ." - Kurenai se quedó en silencio mientras le daba una mirada conflictiva al joven. Ella tenía que admitir que estaba celosa de Kushina. Kurama haría cualquier cosa por mantenerla a salvo, incluso romper relaciones con Konoha por su bienestar. Matar a Asuma causaría la irá de Hiruzen después de todo, él era el único hijo con vida que le quedaba.
"Como se esperaba del Kyubi no Yoko..." - se escuchó una voz de entre los arboles - "Tan sediento de sangre..."
"Por fin saliste de tu lugar de escondite" - dijo Kurama sin darle una mirada. Él había sentido su presencia desde que llegó al campo de entrenamiento - "Y yo pensaba que correrías con la cola entre las patas"
"Asuma..." - murmuró la kunoichi de ojos rojos al ver a su ex-novio aparecer en el lugar.
"Kurenai... te dije que nos veríamos pronto..." - sonrió Asuma mientras le daba una mirada fría a la mujer - "Aunque viendo en como mirabas al Kyubi... siento que los rumores eran más ciertos de lo que pensaba..."
"¡No es así!" - exclamó Kurenai con una mezcla de furia y vergüenza. Asuma había visto como ella le daba miradas ocasionales al chico.
"¿Y cómo se siente... que un chico de 12 años complace a tu ex-novia mejor que tú?" - preguntó el chico que estaba en el árbol - "Yo creo que debe ser un gran golpe a tu orgullo que es tan pequeño como tu pene"
"¡¿Kurama-kun?!" - exclamó Kurenai con la cara roja por la vergüenza.
"¡¿Qué dijiste, abominación?!" - gritó Asuma con furia. Su rostro inexpresivo ahora estaba invadido por una furia asesina.
"No sabes aceptar una broma, Stalker-chan" - respondió Kurama con una actitud despreocupada - "Aunque no bromeaba con lo de tu pene pequeño"
Venas empezaron a aparecer en la frente de Asuma mientras su furia crecía con cada segundo.
"¿Qué pasó?¿Acaso golpee un punto sensible?" - preguntó Kurama con burla.
Asuma estaba a punto de atacar pero se calmó cuando comprendió que el pelirrojo lo estaba insultando apropósito para que pudiera actuar en "legítima defensa".
"Tu plan no funcionará..." - murmuró Asuma mientras miraba al pelirrojo con ira.
"Y yo pensaba que tu cerebro era tan pequeño como lo que tienes entre las piernas" - continuó el Uzumaki.
"¡BASTARDO!" - rugió Asuma mientras resistía las ganas de saltar contra el pelirrojo y golpearlo hasta la muerte.
"¿Qué sucede Asuma-chan?" - preguntó Kurama mientras saltaba de su rama - "¿El malvado Kyubi te está molestando y quieres ir donde tu papi para que te vengue?"
El Jonin fumador a duras penas estaba resistiendo las ganas de atacar al pelirrojo.
Kurenai estaba mirando todo en silencio y tenía que admitir que ver así a Asuma hacía que toda la furia que tenía dentro se liberara poco a poco. Ella encontraba divertida la situación en especial como el pelirrojo se burlaba de la masculinidad del Jonin.
"Mejor vete" - dijo Kurama con seriedad mientras desaparecía y reaparecía al lado de Kurenai, solo para tomarla de la cintura. Ella se sonrojó cuando sintió los brazos del pelirrojo porque era primera vez que experimentaba algo como esto.
"Perdón por esto" - dijo Kurama en voz baja para que solo Kurenai lo pudiera escuchar - "Resiste un momento"
Kurenai asintió.
"Como dije, mejor vete, Asuma" - dijo Kurama con seriedad - "¿Acaso no vez que queremos seguir avanzando nuestra relación?"
"¡Aléjate de ella!" - rugió el Jonin masculino mientras miraba con furia al pelirrojo - "¡Ella me pertenece!"
"¡Tsk Tsk Tsk!" - Kurama solo chasqueó la lengua en desaprobación.
"¡¿Vas a hacerlo o voy a tener que separarte por la fuerza?!" - exclamó Asuma.
Kurama solo le dio una sonrisa bromista mientras que Kurenai le daba una mirada neutral.
"¡Ya no aguanto más!" - gritó Asuma mientras sacaba su arma favorita, unas cuchillas de chakra con forma de nudilleras.
Kurama solo sonrió cuando vio que su plan había funcionado, ahora solo tenía que esperar a que su enemigo atacara para poder defenderse.
"Cuando termine contigo, voy a continuar con esa puta pelirroja" - dijo Asuma con frialdad pero se congeló cuando sintió que los alrededores habían cambiado ligeramente. Ahora el lugar estaba completamente en silencio, siendo lo único que se escuchaba fuera el viento.
Kurama lentamente soltó a Kurenai mientras que ella comprendió que Kurama estaba furioso.
"Hay muchas cosas que puedo aceptar" - dijo Kurama mientras empezaba a liberar poco a poco su oscuro chakra. Su rostro estaba oscurecido por su cabello ya que había agachado la mirada - "Puedes decirme monstruo, puedes insultarme, denigrarme, incluso atacarme... pero..."
"¡NO VOY A PERMITIR QUE INSULTES A MIS SERES QUERIDOS!¡MENOS A KAASAN!" - rugió el pelirrojo mientras liberaba todo su poder de golpe.
Kurenai a duras penas pudo mantenerse en su lugar mientras que los arboles de alrededor caían uno detrás de otro.
"Yo solo quería enseñarte una lección pero ahora cambié de opinión..." - dijo Kurama con una voz fría y sin emociones - "Voy a disfrutar destruyendo tu psiquis mientras escuchó tus gritos pidiendo piedad"
Kurenai estaba temblando a un lado. Ella solo podía recordar un dicho que le había comentado su padre cuando todavía estaba con vida "Nunca toques la Escama Invertida porque estos harán hasta lo imposible por devorar al responsable". Según las leyendas, las Escamas Inversas eran el punto sensible o débil de un dragón y cualquiera que osara tocarlas, recibiría la furia de la bestia y para desgracia de Asuma... él había tocado la Escama Inversa de Kurama cuando insultó a Kushina.
"Voy a disfrutar el romper cada uno de tus huesos mientras ruegas por misericordia..." - sonrió Kurama mientras miraba a su presa - "Ahora la pregunta es... ¿cuanto soportarás antes de que me pidas que te mate?"