El partido de tenis no terminó hasta que se oscureció.
Tanto el CEO como el Capitán de Alianza Suprema, Qin Mo, estaban muy ocupados en el teléfono cada cierto tiempo.
Mientras este dios no le ponía atención a Fu Jiu, ella aprovechó la oportunidad para cambiarse de ropa rápidamente en los vestidores. Con una mano en el bolsillo de su pantalón, le sonrió al hombre que aún estaba en el teléfono y le hizo gestos, indicándole que se iría primero.
Considerando las habilidades de coquetear de Fu Jiu, Qin Mo no le dejaría ir primero, porque podría causar problemas si no lo mantenía cerca.
Sin embargo, pensándolo por segunda vez, recordó que este jovenzuelo estaba en su fase rebelde. Al final, asintió con su cabeza, estando de acuerdo, pero le dio una mirada de advertencia a Fu Jiu. Él deseaba que este joven se comportara un poco más.