Ji Ning recogió las tres muñecas negras y envió su sentido divino para inspeccionarlas. Al hacerlo, no pudo evitar sorprenderse por el maravilloso artificio que habían utilizado para hacerlas. Debe recordarse que ni siquiera el propio Lyerre era capaz de crear estas cosas, eran aún más intrincadas que el Mundo de los Pastizales o la Colmena de la Aniquilación.
—En realidad no puedo atarlas —murmuró Ning.
Trató vincularlas, pero, al igual que los talismanes de de los Autarcas, solo podían ser usadas por una "lista" de personas previamente aprobada. Lyerre pudo otorgar temporalmente "derechos de uso" a sus tres aliados para controlar el Mundo de los Pastizales, pero tan pronto como él volvió, pudo recuperar ese derecho. ¡Lo mismo aplicaba para estas muñecas negras!
—Aunque no puedo atarlos, me beneficiaré al estudiarlas —dijo Ning y agitó su mano para guardarlas.