Benedek contemplaba su comida casi completa, lo único que podía hacerle perder el apetito era Elena. Suspiro tras suspiro, dejaba atrás sus emociones y ponía de nuevo cabeza fría a la situación realmente preocupante: la legión de los Doce que, hasta ahora estaba oculta pero luego de la nada pueden rastrearlos e incluso entrar a su sistema, algo demasiado fácil. Mientras una sombra conocida se sentó a su lado, no era difícil presentir cuando estaba cerca de él, aunque ultimamente no hablaban debido a su ajetreada tarea de organizar todo.
- ¿Y Carlos? - no pudo detener su vómito verbal, "M*ldición Benedek, ¿no podias haber preguntado sobre el clima?", se regaño a si mismo.
- No tarda en llegar, solo que quiza no se siente conmigo - dijo en tono triste, mientras miraba su comida, revolviendo sin sentido alguno.
- ¿Se pelearon? mmm... no te preocupes, ese hombre es como un tatuaje contigo, en poco tiempo todo volvera a la nornalidad - su voz alegre ocultaba el sus sentimientos reales, irónico tener que dar ánimos por alguien que no era él.
- No es eso - la chica alzó la mirada que poseía un velo de tristeza profunda - Creo que nunca debí involucrarlo en esto, no todos somos tan fuertes como tú o yo, temo que salga lastimado pero si se lo digo, heriré su orgullo...- suspiro - desearía a veces regresar a esos días de escuela donde todo era más simple.
Benedek solo la observo sin saber que decir, solo le dio unas palmaditas en la espalda, lo que provocó que cruzaran miradas. Elena solo le sonrió y comenzó a comer, al verla, el joven hizo lo mismo, solo que no se dieron cuenta que desde la entrada, Carlos solo observó el acercamiento de ellos, haciendo que su sangre hirviera de celos dandose la vuelta para salir del área de comida.
- ¿A donde va soldado? - una voz femenina pero demandante hizo que se detuviera inmediatamente.
- Teniente - saludo de forma militar a Fujimoto.
- Descansa soldado, no estamos en el campo, aqui esos saludos sobran - La entrenadora no lo miraba, estaba concentrada en la pareja de enfrente - si algo tan simple puede hacerte perder los estribos, entonces quizás deberías preguntarte si vale la pena el sacrificio.
"¿Como es que lo habia notado?¿soy tan obvio?" penso Carlos, quien permanecio sin decir palabra pero pronto sintio sus orejas calientes. Fujimoto emitio un simple "je" para mirarlo a los ojos con toda la seriedad y presión que le caracterizaba.
- Yo que tu iba a marcar mi territorio y comer en vez de terminar desmayado por una rabieta infantil que solo te dañara a ti.
Después de dicho eso, entro a la cafetería y tomo su charola. Esto habia picado la cresta a Carlos (provocado), asi que entró e hizo lo mismo, no se dejaría vencer tan fácil, tenía razón su entrenadora. Mientras ponderaba que decir o hacer, una vez cerca de la mesa su garganta se trabó.
- Capitana, ¿podemos sentarnos aquí? - la voz de Fujimoto desoriento a los tres que la miraron perplejos.
- Adelante Fujimoto, estamos en la hora de la comida, dejemos las formalidades para el trabajo - Elena siempre sabia como mantener su compostura y ocultar sus verdaderas emociones cuando se trataba de trabajo. Sin decir mas, se sentaron, el ambiente era tenso, Elena no sabia si reir o llorar ante las miradas asesinas de Carlos hacia Benedek que estaba sentado frente a ėl y al lado derecho de ella. Ignorando la situacion decidio iniciar platica con Fujimoto, seria mas simple para eliminar la tensión del ambiente.
-¿Cono van los preparativos? - pregunto de forma casual.
- Bien, solo queda pendiente elegir el equipo Alfa - contesto su subordinada. La expresion de Elena se torno fria y Beni que estaba provocando a Carlos al escuchar eso, se volvio con mirada despreciante hacia Fujimoto.
- Acordamos no mencionar esa opcion y sobre todo el nombre del equipo, en honor a nuestros compañeros caidos. Creo que debes enfocarte en asistir a las reuniones que a estar dando entrenamientos particulares a los soldados. Tu labor es no solo prepararlos, sino tambien conocer las estrategias que estamos organizando como lider de equipo.
- No es eso - sonrio de forma sarcastica Fujimoto - creo necesario pensar en otras opciones y explotar la posibilidad de un ataque simultaneo, no solamente enforcarnos en espionaje y contencion, siento que faltan agallas a los lideres de equipo.
"¿Agallas? ¿en verdad esta insinuando que Elena es una cobarde?" penso Beni que abrió su boca para contestarle, sin embargo, antes que lo pudiera hacer, una charola de comida fue azotada en la mesa.
- Teniente, con el respeto que se merece, no voy a permitir que insinue que Elena es una cobarde - los ojos de Carlos estaban llenos de ira - ella es, por encima de muchos la mujer mas valiente que he conocido, la mas inteligente y las mas capaz para resolver los conflictos que se han presentado y no lo digo como su novio - Volteo a ver a Elena que lo miraba anonadada por su actitud tan asertiva - lo digo como soldado, estos meses aqui me han hecho abrirme a un panorama y realidad abrumadora, sin embargo, cuando pienso en todo lo que ella ha vivido sola, lo que yo siento no se compara y, por eso, la he admirado cada dia mas.
Su mirada era sincera, llena de ternura hacia Elena, Fujimoto solo agacho la cabeza en señal de verguenza, sin embargo, en el fondo sabia que habia logrado su cometido, "mientras tu seas feliz, yo sere feliz Carlos".
- Asi que, con todo el respeto que le tengo, disculpe mi atrevimiento, pero le pido que jamas vuelva siquiera a dudar por un momento de la valentia de esta hermosa mujer.
El silencio en la cafeteria era tal que se podia escuchar la respiracion agitada de Carlos. Un aplauso de quien sabe donde, rompió la burbuja y, pronto, realizaron que todos se habian enterado del chisme. Por la pena, Carlos se levantó disculpandose, Elena lo siguió sin decir palabra y dejando su charola. Fujimoto los observó y sonrío, continuando con la comida como si nada, al igual que los demas. Solo Benedek se quedo observandola, ¿una rival o una amiga?
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