章節 70: We will see your face

Los nanobots que habian sido enviados al congo por suerte no fueron descubiertos, sin embargo, despues de procesar toda la informacion de su travesia, Benedek encontro algo curioso, su mirada extrañada checaba una y otra vez los datos, habia algo que no concordaba pero necesitaba a Elena para corroborarlo, si eran ciertas sus sospechas, quizas era el descubrimiento mas inportante para la mision. Mein solo observaba a su creador dar vueltas alrededor de su silla, leyendo sus patrones biologicos, inestables y nuevos para su base de informacion.

- Amo, mis lecturas muestran un patron de comportamiento confuso para mi sistema, ¿estas nervioso o excitado? - pregunto sin dudar las pequeña asistente virtual. Benedek que había estado embebido en la lectura del reporte, al escuchar la palabra excitado una cosa le vino a la mente, provocando inmediatamente que se ruborizara ante la pregunta de Mein.

- Cof... Cof... - tosió tratando de disimular su sorpresa - no Mein, debes tener mal las lecturas, solo estoy EMOCIONADO de que esto sea lo que buscábamos - el joven enfatizó las palabra emocionado para que la computadora no indagara más.

- Pero amo, tus niveles de cortisona se reducieron subitamente aumentando la oxitocina y testosterona, junto con una variacion en tu distribucion de calor corporal...

- Mein, recolecta a los nanobots de inmediato y manda seis drones camuflageados a tomar fotografias de la zona ubicada en el cuadrante XYK14 - Benedek interrumpio a su pequeña amiga y respiro profundamente para calmarse. "Esta pequeña parlanchina no distingue aun cuando no cuestionar" suspiro. Una vez distraída su asistente, guardo el reporte bajo llave y encripto los archivos de los nanobots, "la seguridad primero", pensó.

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Mientras tanto, en la habitación del área de atención médica, Carlos ayudaba a Elena con sus primeros alimentos, al fin había despertado y no mostraba daño colateral o consecuencias de las lesiones, aunque tenía costillas rotas y puntos donde se clavo parte de los fierros al caer, insistió que se le diera de alta, mientras pudiera caminar no había tiempo de descanso, este ataque solo demostraba lo oscuro, siniestro y poderoso que era el grupo de los Doce. A pesar de las precauciones, de manejar perfil bajo, seguir indicaciones, ya habían predicho lo que harían y por casi nada se salvaron, por lo cual, esto es algo que no podía ser delegado por más tiempo, 9 días ya eran unas vacaciones en estas circunstancias.

- Lo siento Elena, aunque seas mi jefa soy médico primero y hoy eres mi paciente, cumple este único requisito y tendrás tu alta - Dijo un hombre en sus cincuenta, cabello ligeramente canoso y con facciones que denotaban que había sido un rompe corazones en su juventud. Su expresión fue firme, la chica lo miro con actitud retadora, después de una guerra de miradas de cinco minutos, la joven agacho la cabeza sin decir nada.

- Bien - dijo complacido el médico - por favor asegúrate que coma todo, si en una hora no muestra signos de molestia, podemos dejarla salir - Carlos asento con la cabeza y sin mas, el medico se retiro.

No hablaron por los siguientes veinticinco minutos, Elena solo deglutio lentamente la comida, no mostraba signos de disgusto pero tampoco de disfrutar la comida.

- ¿Vino Benedek estos dias? - finalmente rompió el silencio, Carlos se paralizó un momento al escuchar ese nombre, la cuchara con la avena quedo en el aire, una gota cayó en la sábana. Disimulando, regreso la cuchara al plato y tomo la servilleta para limpiar.

- ¿Porque lo preguntas? - su voz era neutral pero su boca mostraba un gesto imperceptible de molestia.

- Estoy preocupada, todo este evento me genera algo en mi pecho que me dice que no esta bien, algo sospechoso que esta oculto - realmente la chica estaba ausente de la actitud de Carlos. "Es solo trabajo" pensó el joven.

- No vino, lo ultimo que sé es que esta ocupado con el programa Medusa... ahora come y después podrás trabajar - su tono indiferente al principio se torno tierno al dirigirse hacia ella, con cara de cachorro le rogaba terminar su comida, Elena solo lo miraba con gesto entre de incredulidad y ternura, no podia reir mucho pues aun le dolian las heridas.

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Mientras tanto, en alguna parte de lo que queda de la selva Africana, a las faldas del gran Monte Nabemba en la Republica del Congo, un grupo de exploradores, probablemente arqueologos, se encuentran acampando entre risas y los insectos que abundan y gustan de la sangre. De pronto, un ligero seseo imperceptible por los sonidos de aves y animales salvajes, comenzo a acercarse hacia los campistas que, ignorantes de lo que pasaría a continuación estaban levantando todo para finalmente irse.

Una serie de serpientes los rodearon y, uno a uno, fueron envueltos por estos reptiles de más de tres metros cuya mordida paralizó a sus víctimas. Una vez logrado su cometido, arrastraron los cuerpos hacia el interior de la montaña, sin embargo, no se percataron que, entre los árboles, una cámara grababa lo ocurrido.

- Bien, suelta el rastreador - un joven escribio algunos codigos y presiono un boton, del dron escondido entre las ramas del arbol salio una pequeña araña robotica de no mas de 2 cm cuya velocidad permitio alcanzar a los reptiles. Mediante diminutas compresas se adhirio a la superficie, a simple vista era una araña.cualquiera, por lo que servia perfecto para localizar al objetivo.

- Benedek, si es lo que creemos, quizas podamos esta vez tener una ventaja sobre nuestro enemigo - susurro Elena al joven que wataba sentado a su derecha, activando el geolocalizador y ajustando el satelito Ghost5 a la posicion del localizador.

- Esperemos que sea asi Elena, por lo mientras solo podemos saberlo nosotros hasta no saber en quien confiar.

Sus miradas se encontraron, pero Benedek no pudo sostenerla por mucho tiempo, girando hacia la pantalla, la joven encontro extraño ese gesto pero no le dio importancia.

- Los sensores térmicos están dañados - dijo Elena mirando la pantalla.

- ¿Como? no, los verifique antes de lanzar el dron

- Entonces, ¿ porque la imagen térmica nuestra a los reptiles extremadamente fríos exceptuando la columna vertebral y la cabeza? además, no refleja ningún latido, solo el de las víctimas.

Benedek observó detenidamente y encontró que ella tenía razón, esos reptiles eran sin duda algo diferente a lo que habían pensado.