章節 69: And you only play
-"Mi corazón estalla de dolor, solo por tí, solo por tí he logrado sentir algo tan poderoso y destructor al mismo tiempo, haciéndome sentir que toco el cielo al mirar tu sonrisa, oler tu cabello o escuchar tus historias hasta que recuerdo que no soy yo a quien amas y, es entonces, cuando el más paralizante dolor se apodera de mi alma, partiendo mi corazón. No lo supe hasta hoy, hasta verte lejos de mi, poco a poco te has ido alejando. ¡Ingenuo de mi! Patetico en verdad... pero... no lo puedo evitar... te amo, desde no se cuándo o cómo, ni siquiera tengo un por qué, solo lo se y me es suficiente, amo cada parte de ti asi tal cual, eres para mi algo mas alla de un simple romance, te quiero a mi lado, cumpliendo nuestros sueños, tomar tu mano cuando tengas miedo y abrazarte solo porque si, quiero ser ese a quien mires con adoracion... Elena... si llegas a escuchar esto que te dije, no lo olvides, te amo, guardalo en cualquier espacio por pequeño que tengas en tu corazon, te regalo mi amor, es tuyo al igual que yo..."- Benedek beso la frente de ña inconsciente Elena, despues un largo y profundo suspiro rompió el silencio en la habitación. En la penumbra solo se lograba distinguir sus brillantes pupilas detrás de sus gruesos anteojos, una mirada entre triste y tierna, una ternura capaz de derretir el polo Sur, el frío y distante hombre de las computadoras tenía un punto débil, más
que débil, un motivo de devoción y ese era la joven que desde hace años había conservado como amiga... Hasta ahora. En el momento que el medico le aviso que ella estaba estable fue a verla, antes que cualquier otra persona queria ser el primero en poder visitarla, cinco dias de angustia y desolacion es lo que habia vivido. Acaricio su enmarañado cabello y su palida mejilla, mientras que con la otra mano sostenia la de ella como si nadie mas existiera en el universo. Recosto su cabeza en la cama al lado de ella, el "bip" de la maquina eran los latidos de ella, fuertes y estables, como siempre la había conocido, " tienes mayor fortaleza y capacidades que nadie Elena" recordó lo que le decía en sus momentos de angustia.
-Amo, ya esta lista la interfaz - la pequeña Mein interrumpió los pensamientos de Benedek.
- Entendido - contestó el joven con la voz entrecortada. Al salir de la habitación se topó de frente con Carlos quien había sido informado de la condición de Elena, la expresión desolada de Benedek cambió inmediatamente por una mordaz y de mirada retadora, mientras que Carlos lo miro con burla. No se dijeron nada, pero los que caminaban cerca de ellos sentían rayos y centellas emergiendo del ambiente.
- ¿ quien hubiera pensado que el capitán estaba enamorado de la capitana? - murmuró una de las soldado enfermera a otra compañera, quien solo asentó con una expresión de excitación, solo faltaban las palomitas.
Y sin más, ambos continuaron sus respectivos caminos para la decepción de muchos que observaban expectantes, incluso algunos de los soldados en recuperación estaban asomándose por los cristales. Una vez que Carlos entro a la habitación de Elena, Benedek se detuvo y mirando a todos, habló con voz fuerte y mandona.
- "¿que no tienen mas quehacer? creo que voy a mandarlos a reparar la carcasa exterior, ¿voluntarios?
Limpiar la carcasa exterior era el peor castigo que alguien pudiera tener, solo los de bajo rango eran obligados o aquellos que infringieran las reglas de la base. Como por arte de magia todos dieron una excusa o sigilosamente desaparecieron.
- Eso pensé - terminó diciendo el Capitán, yéndose del lugar. Una vez que desapareció por la puerta principal, todos suspiraron en alivio, la carcasa exterior estaba rodeada de roca y el espacio para trabajar era minúsculo, cualquiera con claustrofobia moriría de ansiedad, además de que debían llevar trajes con oxígeno pues no había ventilación al estar debajo de la montaña, un trabajo duro y necesario porque después de la batalla y el choque, habían muchas áreas con fisuras que ponían en peligro todo el búnker. Así que, de cierta manera, todos agradecian y admiraban a quienes lo realizaban pero, no se atrevian a ser voluntarios.
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Durante los días que no pudo ver a Elena, Carlos decidió entrenar y aprender el uso de armas, esto que había ocurrido acentuó su sentimiento de incertidumbre y se dio cuenta que no había manera de ayudar a Elena más que como su guardaespaldas, su nivel de inteligencia era promedio, su conocimiento en computadoras era nulo y menos pilotear naves, solo podía sostener de su excelente condición física. Y así fue, aunque fue torpe al inicio, en cinco días había avanzado masivamente, cuestión que sorprendióa más de uno en el búnker. De continuar así, en dos meses podía llegara ser cinta negra, era un superdotado en artes marciales, eso afianzó su seguridad y se propuso ser el mejor.
- Elena, amor mio, te prometo entrenar lo más duro, lo más rápido y lo mejor posible para apoyarte y cuidarte, no tendrás que enfrentar todo sola nunca más, así como siempre, seré tu hombro para consolarte, los brazos para sostenerte cuando ya no tengas fuerzas y tus piernas para continuar, te amo con todo mi corazón y doy gracias por tenerte con vida y completa - de sus ojos rodaban unas pequeñas lágrimas mientras besaba tiernamente su mano. Odiaba a Benedek pero no lo veía como una amenaza, creía en que una vez que lograra su cometido, no habría una debilidad en su relación, estar al mismo nivel que ella para apoyarla era lo mejor, siendo un estorbo solo pondría su vida en peligro.
Se recostó al lado de ella, tratando de no lastimarla, acariciando su cabello, mirando detenidamente cada una de sus facciones como tratando de memorizarlas, apreciaba tanto que estuviera viva, sentía que había renacido. Se quedó ahí, hasta dormirse.
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Mientras tanto, en alguna parte del continente Europeo, un centro de investigación trabajaba arduamente entre altas concentraciones de cafeína y estimulantes para obtener resultados, no solo su vida estaba en juego, sino la de sus familias también.
-¡ RESULTADOS! ¡ QUIERO RESULTADOS! - Grito una voz por las bocinas de la sala. Algunos temblorosos tiraron sus bebidas, otros brincaron de sus asientos y otros más solo siguieron como robots trabajando. En la pantalla gigante principal solo aparecían simultáneamente las leyendas de " conexión interrumpida".
- Maldito Benedek - dijo una voz gruesa, extremadamente sexy con una sonrisa malevola, capaz de hechizarte - pronto nos veremos las caras.
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