Mientras Elena y Benedek se entregaban a trabajar en resolver la crisis, Carlos quien anonadado y estático se sorprendió del repentino sonar de alarmas, focos rojos, correr de gente por todos lados y él en medio sin saber que hacer, decidió ir en busca de Elena, sin embargo el cuarto de control estaba completamente sellado. Sin algo mas que hacer se acerco a uno de los soldados que estaban llevando carretillas de armamento.
- ¡Oie!! -grito pues el ruido de las alarmas era muy alto, mientras agitaba sus brazos para captar su atención - ¿Que ocurre?
El soldado que llevaba prisa fue tomado por sorpresa, al ver que se trataba del novio de la capitana se sorprendió de verlo en medio del caos y no en el centro de control o en la sala de seguridad. Sin decir una palabra, lo miro para luego dirigirse a la puerta de control, al percatarse que estaba sellada entendió porque estaba el chico afuera. Carlos no entendía las acciones del soldado a quien seguía con la mirada con miles de preguntas en la cabeza.
- Ven, sigue me - finalmente dijo el soldado sin contestar las preguntas de Carlos. Este ultimo lo siguió pues no veía alguna mejor solución.
Después de caminar un buen trayecto, llegaron a lo que parecía la zona de enfermería.
- Aquí estará seguro señor, por el momento tenemos una contingencia, este es el mejor sitio para estar. Debe recordar que si existiera algún peligro grave, esta puerta es una salida secreta al exterior que lo llevara a una cápsula de escape. Estamos bajo tierra y no hay muchas salidas, esta es la única secreta que solo se abre por este lado, una vez que la cierre nadie mas podrá pasar, así que por favor permanezca aquí. La capitana seguramente vendrá a este lugar una vez que pase la contingencia.
Dicho esto, el soldado se fue corriendo. Carlos se sentó en la camilla pensando en Elena, su corazón palpitaba muy rápido y las manos le sudaban profusamente, de pronto todo le dio vueltas, así que decidió respirar profundamente, esto era algo que iba mas allá de sus sueños mas salvajes, sentía que había entrado a una dimensión que asemejaba a las películas de acción pero que el era el personaje que moría en los primeros quince minutos o al que secuestraban por p*nd*jo y ponía en peligro al protagonista. Se recostó y decidió tranquilizarse, solo debía permanecer ahí, esperar y todo estaría bien, debía estar bien.
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- Capitán el impacto sera en 10 minutos, no estamos preparados aun para ello, el hangar principal esta a la mitad de despejado y solo una cuarta parte del complejo ha sido sellado, ¿que debemos hacer? - los rostros expectantes y nerviosos de los que quedaban en la sala de control estaban fijos en Benedek. Una gota de sudor se asomo en la cabeza del joven, tenia que tomar una decisión, ¿esperar al impacto o acabar con el objetivo? Ese era en dilema, aunque lo segundo parecía ser lo mas propicio, alertaría a la seguridad mundial, es obvio que este objeto debe estar ya en la mira de todos, su repentina desaparición generaría dudas y eso seria un efecto domino para lo cual no están preparados. Sin embargo, en las condiciones actuales, absorber el impacto no era posible, muy poco tiempo para mover todas las celdas de energía y el armamento hacia lo profundo del búnker, y que decir de las naves y transportes. ¡Que dolor de cabeza!
- Amo - susurro una mini Mein en el hombro de Benedek - podemos activar el programa Gums.
"¿El programa Gums?" pensó, esa era una idea loca que se le ocurrió en caso de temblores pero podría funcionar, aun tenían los dispositivos instalados solo que no estaban conectados al sistema de control, debían ser activados manualmente.
- Mein muestra me la ubicación de los activadores Gums - ordeno el joven, todos lo observaron dubitativos, ¿para que quería ese sistema obsoleto?