A pesar de que la voz de Carlos era baja y tranquila, solo para que Elena pudiera escucharlo, el silencio en el comedor era suficiente para escuchar lo que hablaban, tan era así que, al terminar de escuchar lo que dijo el joven, las miradas se fijaron sigilosamente en el rostro de su Capitana, algunas incluso sostenían su respiración. El único que tenia una ligera sonrisa dibujada en su rostro era Benedek, quien ya esperaba que tarde o temprano esta disparidad entre ambos provocara un enfrentamiento, no entendía, o mejor dicho, no sabia que había ocurrido entre ambos para cambiar el humor de su amiga tan drásticamente pero, por lo que alcanzo a escuchar, quizás Carlos era impotente, una carcajada mental lleno el pensamiento de Benedek y su mirada se torno filosa al tiempo que se dibujaba una expresión maligna en su rostro. Sus compañeros a.k.a. subordinados, lo miraron con desconcierto, parecía disfrutar la escena mientras ellos estaban ansiosos y preocupados del castigo que recibirían después por el mal humor de su Capitana.
Ignorantes de su alrededor, Elena y Carlos se miraron fijamente por casi un minuto sin decir palabra, la mente de él se encontraba en blanco, observando cuidadosamente la expresión de ella, quizás podría prever lo que diría. Finalmente, ella solo relajo su expresión al tiempo que bajo su mirada y se río ligeramente, moviendo su cabeza de un lado a otro, como tratando de negar sus pensamientos. Al final de cuentas, todo era un malentendido y si, era cierto que Carlos no era alguien familiarizado con este mundo de guerra y espionaje, mucho menos matar gente. Al recordar esto, la joven levanto la mirada nuevamente hacia Carlos, quien estaba desconcertado y con cara de pregunta.
- Hablemos en la habitación - su tono era plano y formal, sin dar lugar a una respuesta se levanto con la charola para depositarla en su lugar y dirigirse a la salida. Después de 10 segundos, el joven reaccionó e imitando lo mismo, siguió a la joven. Una vez que ambos estaban lo suficientemente lejos del comedor, el lugar estalló en platicas de lo que había ocurrido.
- Le llegó la hora al novio de la capitana
- ¿que habrá pasado para que se enojara?
- Vieron la cara que tenía cuando entro al comedor
- Parecía que quería comer a todos vivos
Entre todos los comentarios que salían, el único que permanecía serio y sumergido en sus pensamientos era Benedek.
Una vez que llegaron a la habitación, Carlos cerró la puerta tras de si, enfrentando la espalda de Elena que miraba la ventana falsa, sin emitir sonido alguno (las ventanas falsas emplean proyecciones de paisajes para ayudar a las personas bajo tierra a no perder la cordura).
- Elena...- murmuro el chico, sus labios formaban una linea, no sabia que mas decir. Solo se le ocurrió una idea, era su única salida, quizás con esta táctica lograría salvar su vida.
Elena que se encontraba ruborizada, estaba calculando que actitud tomar, por eso mantenía su aire de estar enojada, siendo que estaba apenada de que todo escalara a una pelea tan absurda. Mientras no prestaba atención, una mano la tomo por la cintura y otra la hizo girar por los hombros, quedando atrapada en el abrazo de Carlos.
- ¿que...?
Antes de terminar la frase, unos suaves labios sellaron los suyos en un apasionado beso, los ojos de asombro de la chica miraban las facciones de él, quien tenía los ojos cerrados. Sus cejas armonizaban perfectamente con sus pestañas largas y onduladas, le daban a su rostro masculinidad, el cabello ligeramente largo de Carlos caía sobre su frente, haciéndolo ver mas atractivo. Esfumándose toda su racionalidad, Elena cerro sus bellos ojos y se sumergió el la pasión del beso. Colocó una mano detrás de la nuca y otra sobre el pecho de Carlos, podía sentir lo fuerte y rápido que latía su corazón, casi a la par del suyo, esto la hizo sentirse mas unida a él. Saber que podía generar esa respuesta provoco que sus labios se elevaran ligeramente hacia arriba, gesto que paso inadvertido para su novio quien había olvidado el motivo del beso, solo sentía como el calor de su cuerpo se elevo súbitamente y su respiración comenzaba a ser errática. Elena se encontró contra la pared y un volcán en erupción.
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